Amor ilegal | Terminada. [Sin editar]

Capítulo 5

¿Qué día era? Martes, recordé levantándome de la cama, tomé unas toallas y entré al baño. Me vestí con unas calzas negras, un polerón y mis típicas vans negras, tenía gimnasia. Entré a la cocina, tomé una barra de cereal y una caja de jugo, me despedí de Tom y salí. Hoy día me había dejado usar mi auto, subí y rápidamente aceleré.

Al llegar me dirigí a mi casillero, saqué mi bolso de gimnasia y fui a los camarines que se encontraban a un lado de la cancha, al otro lado estaban los camarines de chicos. La cancha era de basquetbol, era bastante grande y se mantenía en perfecto estado.
La escuela era campeona desde hace 6 años, por el equipo de las chicas yo era la capitana, y por el de los chicos era Brandon.
Chelsea no formaba parte de ningún equipo que representara a la escuela, ¿quién era ella? la típica niña mimada, el entrenador no la ponía en los juegos de práctica.
Raramente, la puso en este juego, contra mí, la miré mientras alardeaba que ganaría. Era una consentida, pensaba que el mundo giraba a su alrededor, cuando la verdad era que se veía patética para los ojos de otros... el problema era que nadie se lo decía y trataba como verdaderos sirvientes a sus amigos, daba lástima.
El partido comenzó apenas el entrenador tocó el silbato, el balón era nuestro, unos cuantos pases y anotación. Primer punto, hecho.

-Buen tiro -gritó el entrenador.

Seguí jugando, concentrada en el juego. Llevábamos 10 minutos, íbamos 12-2 para nosotros, veía en la cara de Chelsea su enojo, odiaba perder, más contra mí. Las juegos que hacíamos en gimnasia duraban 12 minutos, el otro equipo anotaba 10 puntos en menos de dos minutos o nosotras ganábamos. La última opción sonaba mejor.
Cuando Chelsea por fin tuvo el balón en sus manos, en vez de encestar, la pelota cayó directamente en mi rostro, sentí como me caía al suelo y de un momento a otro, todo estaba negro.
Una risa chillona, fue lo último que había escuchado antes de quedar inconsciente, definitivamente me las iba a pagar.

Desperté en la enfermería con Megan y Charlie a un costado.

-Por dios Alice, nos tenías preocupados -dijo Megan tocando mi frente- tienes fiebre.
-¿Cómo te sientes? -preguntó Charlie tomando su celular.

-Más o menos, me llegó una pelota de basquetbol en la cabeza ¿qué esperabas? -bufé- ¿qué harás?

-Llamaré a Tom, necesitas descansar.

-Esa perra te golpeó fuerte -dijo Megan divertida.

-Me las pagará -reí- se tiene bien merecido su apodo -toqué mi cabeza, me había dolido mucho.

Mientras esperábamos que Tom llegara entró el entrenador Butler.

-No te preocupes por Harries, está en dirección, tendrá problemas -se acercó- ¿te encuentras bien?

-Sí, mi hermano pasará por mí, gracias -le sonreí.

-No hay problema Jones, nos vemos el jueves de nuevo, prepárate -se despidió y salió.

-Se merece estar en donde está -sonrió Charlie.

-No sé qué tiene conmigo esa -me senté mientras entraba Tom preocupado.

-¿Estás bien Alice? -dijo cerrando la puerta de la enfermería a sus espaldas, mirándome.

-Sí, la estúpida que hizo esto está con el director -reí- vamos -me paré.

-Adiós chicos -nos despedimos y salimos.

Mientras salíamos de la enfermería vi a Chelsea con sus amigas, estaba furiosa. Ya en el auto, sonó mi teléfono, era Drake.

Mensaje: "Megan me contó lo que te pasó, pasaré a verte más tarde, nos vemos."

Sonreí. Estuve acostada toda la tarde, descansando de ese fuerte golpe. A Chelsea no le iba a gustar toparse conmigo en los pasillos estos días.