Capítulo 19 "Indigente de alcantarilla"

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Carl estaba sudado y con un leve raspón en sus brazos, y las rodillas de su pantalón estaban llenas de tierra.

-¿Dónde carajos estabas, Junior? -Pregunté molesto ocultando mi preocupación.

Pude notar como el pordiosero de greñas largas no me quitaba la vista de encima, lo cual comenzó a incomodarme y a molestarme, pues no es como que yo parezca un indigente como él para que se de el lujo de verme como si de su tribu se tratara.

-Fuí de caza - Dijo el menor haciendo un gesto de molestia.- Siempre vas tú, pero te vi tan cansado que decidí ir yo esta vez, para que pudieras darte un descanso. Necesito mínimo hacer algo más que sólo acatar tus órdenes.

-¿Y por qué mierda no me avisaste? ¡Es peligroso estár aquí afuera tú solo Carl! - Lo reprendí llamándolo por su nombre, cosa que nunca hacía a menos que realmente estuviera molesto, él lo notó y agachó la cabeza evitando una riña.

-Oye oye, no seas duro con el pequeño, vamos, él sólo quería que su padre tomara un descanso, deberías agradecer el gesto antes de reprenderlo. - Dijo el tipo greñas locas con una voz relajada, para después llevarse sus manos a su cintura.- Padre malo, mu~y malo. - Expresó en palabras y moviendo la cabeza a los lados en un "no".

-¿Quién carajos es este tipo? - Pregunté al Junior, ignorado por completo lo antes dicho del pordiosero.

-Bueno, él...-No terminó de decir aquello cuando fué torpemente interrumpido por el greñas locas al colocarse delante del Junior y quedando frente mío.

-Soy el grandioso hombre que le salvó la vida a tu pequeño e indefenso hijo. Puedes agradecerme con comida, con municiones o... con un beso pasional y desenfrenado. - Dijo con una sonrisa ladina en su rostro.- ¿Qué dices? - Guiñó el ojo.

-¡Hey maldito mentiroso, yo te salvé a tí, no al revés!- Gruñó el pequeño Coral empujándolo para quedar en frente de mí al igual que él. - Estaba cazando y conseguí un par de conejos, entonces éste maldito me los robó y después de un tramo persiguiéndolo, un par de tipos lo acorralaron y estaban dispuestos a matarlo, pero yo les disparé escondido desde un contenedor de basura, sálvandole el culo a éste tipo.

-Yo te salvé, tú me salvaste, da igual, el caso es que alguien le salvó el culo al otro.- Dijo relajado el indigente. - Aún así quiero mi recompensa.

-¿Para qué diablos lo trajiste contigo?- Pregunté a Junior ignorando de nuevo al greñas largas.

-Él dijo que tiene una comunidad...

-Una grande.- Interrumpió de nuevo el tipo con una sonrisa en el rostro.

-¿Quieres callarte? -Dijo el menor, molesto.

-Ay, al parecer el mal genio viene de familia.- Soltó en berrinche a la par que se sentaba en el concreto con los brazos y piernas cruzadas.

-Como sea, el caso es que le conté nuestra situación y me ofreció techo y comida en compensación de haberle salvado el pellejo, y pensé que podríamos tomar la oferta de la comida, puesto que ultimamente es de lo que más carecemos.

El Junior tenía razón, la comida era escasa y subsistíamos de apenas dos comidas de porciones miserables si bien nos iba, pero aún así, no sabíamos nada de este tipo tan extraño.

-¿Quién eres? - Pregunté viendo desde arriba al greñas locas el cuál me devolvió la mirada, sonrió y se levantó casi al instante.

-Por fin dejaste de ignorarme.- Dijo emocionado.

-¿Quién eres? - Volví a preguntar para que se ahorrara sus frases baratas.

- Mi nombre es Paul Rovia, pero mis amigos me dicen Jesus.-Dijo esto ultimo abriendo sus brazos y esbozando una muy peculiar sonrisa.

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