In My Veins

Capitulo 5 "Frijoles"

Rick Grimes

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Habíamos regresado de la fallida misión de rescate de Merle, Daryl no dijo palabra alguna en todo el camino, estaba con una cara de furia pero de notoria tristeza; no sé por qué el verlo así me causaba una sensación extraña, yo en verdad me sentía un poco culpable por haber dejado a Merle, pero era necesario, si no lo hubiera hecho Merle habría ocasionado que nos mataran a todos o el mismo lo haría. Traté de convencerme de que mi acto había sido con total justificación, pero mi mente seguía carcomiéndome –Tengo que disculparme con el cazador.

Una vez estando en el campamento aparque la camioneta de carga blanca y Daryl fue el primero en salir sin emitir palabra alguna, vi que se dirigió al bosque con su ballesta, así que supuse que iría a cazar para despejarse un poco sobre lo ocurrido con Merle.

Lori se me acercó y deposito un cariñoso beso de bienvenida en mis labios, mi hijo Carl corrió hacia mí abrazándome muy fuerte. Haber encontrado a mi familia, tenerlos así, era lo más maravilloso que pudo pasarme, los amaba, y eran lo único que me quedaba e importaba. Además mi gran amigo Shane también estaba aquí, verdaderamente había tenido un golpe de suerte.

Anocheció y todos excepto Daryl quien aún no regresaba de caza, nos encontrábamos alrededor de la fogata calentando nuestra cena. No pude evitar preocuparme por aquel rubio, era muy impulsivo y en la condición que se encontraba podría ser peligroso estar solo en medio del bosque.

Terminamos nuestra cena y poco a poco todos se fueron yendo a sus tiendas de campaña deseando las buenas noches y demás cordialidades. Lori se recostó en mi brazo y bostezó, mi pequeño Carl estaba dormido a mi lado.

-Vámonos amor, hay que dormir ya, tuviste un día pesado y debes descansar- dijo mi hermosa esposa a la par que se levantaba y me extendía su mano para que yo la imitara.

-Está bien cariño- le sonreí y acepte su mano para levantarme, cargué a nuestro pequeño y nos dirigimos a nuestra tienda. Lori entró primero y yo me agache para entregarle a Carl y ella lo acomodó dentro de la tienda, entonces escuche unos ruidos de pasos apresurados a lo lejos, voltee a ver de quien se trataba y era nada más y nada menos que aquel rubio necio que se dirigía a su tienda considerablemente alejada de nuestro campamento, por fin estaba devuelta, sentí un alivio y no pude evitar sonreír.

Me levante y le mentí a Lori diciendo que iría a mear, ella asintió y se metió a la tienda. Me dirigí hacia la tienda de Daryl, tenía que pedirle una disculpa, talvez eso me ayudaría a no sentirme tan culpable por lo de Merle, estaba a unos pocos metros de llegar cuando una voz proveniente de ese lugar me detuvo.

-Otra vez solo Dixon, de nuevo has sido abandonado... - era aquel rubio hablando solo dentro de su tienda, su voz sonaba jodidamente melancólica – ya no debería sorprenderme, al final siempre he sido como un maldito perro sarnoso al que todos le voltean la cara, al que nadie quiere cerca suyo, ¡hijos de puta! ... yo – su voz se comenzó a quebrar- yo he estado solo incluso antes del apocalipsis, ja, hasta en el jodido apocalipsis mi hermano me abandona – escuché como sorbía la mucosidad de su nariz- a la mierda todo... no sé porque mierda me quejo si siempre ha sido así... vamos Dixon, deja de comportarte como un jodido maricon- terminó así su charla con voz más grave y calmada consigo mismo y proclamó sonidos en sus sabanas dando a entender que ya estaba acomodándose para dormir.

Me aleje de reversa poco a poco tratando de no emitir sonido alguno, me di la vuelta y avance a paso lento. Mi ser se llenó de sentimientos de culpa, preocupación, frustración...lástima, todos ellos juntos revoloteando dentro de mí, no pude seguir mi paso y caí de rodillas, baje mi mirada y todas las palabras de aquel rubio resonaban en mí, le quite a la única familia que le quedaba, yo sabía lo cruel que era esa situación, yo lo experimente cuando no encontraba a Lori y a Carl, y ahora yo le había hecho experimentar eso a aquel rubio, ahora que lo pensaba él no era bien visto por casi nadie del grupo, Dios, no podía creer en la situación que él estaba, el en verdad se encontraba totalmente solo. El en verdad debe de odiarme con toda su alma, una disculpa solo hará que su rabia crezca más, quien querría la disculpa de un maldito que te quita a tu familia.