Capitulo 12 "Pookie"

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Daryl Dixon 

~*~


Yo no había contado absolutamente nada sobre la relación que apenas comenzaba con el sheriff, pero de alguna manera Carol lo supo, no supe cuándo ni cómo, simplemente lo sabía y me ayudaba con algunas cosas que no entendía acerca de esto, porque vamos, yo jamás tuve una relación que no fuera coger un una prostituta. Ahora estaba en una relación donde no sólo siento deseos carnales, sino que además siento esa mierda que juré nunca sentiría: Amor.

Me costó mucho trabajo admitir que el sheriff me gustaba, negaba lo que sentía al tenerlo cerca, entonces lo besé tratando de asquearlo y hacer que se alejara de mí para por fin volver a la normalidad, pero, no sé qué mierda salió mal, pues el sheriff me devolvió aquel beso haciendo que terminará de caer en una trampa sin salida donde caí en cuenta que ya tenía dueño, desde ese día yo ya le pertenecía a Rick Grimes...

El tener a Merle de regreso fue maravilloso, era mi hermano después de todo y le quería a ese hijo de puta, pero debo admitir que me entorpeció un poco las cosas con Rick, yo lo arreglé prometiéndole vernos todos los días por las mañanas en los vestidores de aquella prisión. Esas mañanas fueron asquerosamente divertidas y hermosas, el sheriff me ponía de humor con sus largas y prolongadas charlas, amaba saber más sobre su vida, sobre su forma de pensar, sus errores, sus logros, absolutamente todo lo relacionado con él, además me encantaba ver esa sonrisa que invadía su rostro cuando recordaba algo divertido, esa sonrisa que me dedicaba solo a mí en esas pacificas mañanas, puedo jurar que es una droga visual, pues estar con él me hacía sentir como si estuviera bajo el efecto de la droga, incluso podía sentir como circulaba aquella sensación por mis venas, sí, Rick para mí era eso, como una droga, y como toda droga tiene sus consecuencias, pero ¿Es normal que a pesar de sus múltiples defectos me siga pareciendo un ser perfecto?...

El sol comenzaba a quemar mis parpados lo que provocó que despertara de aquel profundo sueño del que había sido participe; mis ojos casi se me salen de orbita cuando mire la hora: 7:30 a.m. –Mierda...

Me había quedado dormido y no pude ir con el sheriff a nuestras deseadas charlas mañaneras. Me levante veloz de la cama y me puse rápido el calzado al igual que mi camisa sin mangas y mi chaleco, estaba dispuesto a salir hasta que una voz me detuvo.

-¡Hey Darylina! ¿A dónde vas? – preguntó una voz proveniente del suelo: Merle.

Mierda, mierda y más mierda!

Me detuve al marco de la puerta y después de un gran suspiro me volteé a verlo.

-A desayunar... - inventé.

-Espérame, te acompaño – dijo mientras tomaba su calzado.

-Me alcanzas en los comedores- le propuse para ir por lo menos a ver rápidamente al sheriff y explicarle.

-Listo – soltó en cuanto se puso su calzado y se puso de pie.

Joder, mierda, Joder!

Caminamos hacia los comedores y Merle comenzó a hablarme sobre un pueblo no muy lejano de aquí, él quería que fuera con él mañana para buscar "cosas que necesitaba", le negué la propuesta porque no quería perder otra valiosa mañana con el sheriff, y después de maldecirme un par de veces me dejo en paz con eso. Tomamos lo primero que vimos en la bodega para desayunar, miré la hora y marcaban las 7:50 a.m. ya no tenía caso que fuera, Rick debió haberse ido desde hace buen rato. Comencé a devorar mi desayuno mientras Merle hablaba de cosas que me importaban una mierda cuando de pronto vi al sheriff quien venía de los vestidores. Este me veía con una mirada fulminante y yo me sentía el peor hijo de puta.

In My VeinsWhere stories live. Discover now