Amor de locura

|Capítulo 1|

|Capítulo 1|

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Harley"s POV

Mi objetivo...

No era del todo fácil...

Tosí disimuladamente, me encontraba caminando de un lugar a otro, eso sí, sin quitar la vista de la otra persona que se encontraba conmigo en esa habitación, no quitaba mi vista de él, calculando cada uno de sus movimientos, en serio debo de estar loca, me encontraba en una habitación escalofriante, totalmente aburrida y deprimente a la vez.

—Ya es cansado verla por aquí señorita, no lo tome a mal...pero una señorita como usted no puede estar en este chiquero, deje de insistir, ya sabe que mi respuesta siempre será un simple no—rodé los ojos restándole importancia a lo dicho por el hombre.

—¿Qué debo hacer para que se cumpla lo que quiero? ¡Solo lo quiero como mi paciente! podría llegar al punto de poderlo cambiar completamente...él podría cambiar y ser bueno...—suspire desesperada, posicionando mis manos en mi cintura—. Sé que detrás de ese psicópata hay un ser humano...

—¡Él es un caso imposible!, ¡no se deje engañar!—se exalto aquel hombre mayor a mi edad.

Su figura era, en efecto, atrayente: de bellos ojos de un azul muy intenso que si te quedabas mirándolo fijamente llegaba a intimidarte, cabello negro como el carbón, talla superior a la mediana, esbelto y bien proporcionado, sus vestiduras eran muy elegantes a decir verdad, un escalofrío en mi espina dorsal se hizo presente, aquel hombre era demasiado atractivo, me limite a hacer alguna estupidez y solamente mordí mi labio inferior.

—Solo hágame este favor por esta vez...—guiñe mi ojo y chasquee mi lengua.

—¡Ya me parecía!—dijo brutalmente—. ¡Me lo imaginaba! Esto es lo peor. Una tontería de esta naturaleza, el más insignificante descuido, bastan para que su carrera y posiblemente su vida acabe, se está metiendo en donde no debe y no se lo recomiendo señorita...—negó con la cabeza, advirtiéndome en el gran lío en el que me metía, pero no me importo y seguí insistiendo, al final no iba a gastar saliva por gusto, mi objetivo se tenía que cumplir.

El Joker, ese era mi objetivo, se que no es lo que parece, todos tienen oportunidad para poder cambiar, eso lo aseguro, era un caso difícil pero sabía que podía con esto.

—Señorita usted sabe muy bien...es desesperante—su mirada de seriedad se hizo presente en él.

Yo solo reí ante lo dicho luego de unos segundos dije:

—Lo sé, eso es un orgullo para mí, al parecer eso me llevo a donde ahora estoy...algo que supongo no entenderá...—. Sonreí victoriosa y a la vez mi orgullo apareció—. Entonces...¿qué dice?...mmm—mordí mi labio inferior esperando respuesta alguna.

Haría lo que fuera, pero pensándolo bien, era mejor no hacer semejante locura, mi insistencia seguiría hasta lograr lo que quiero.

—¡Su insistencia ya es un colmo!, ¡Me está colmando la paciencia!—me miro con despecho e impaciencia, estaba logrando intimidarme con esos ojos, esos magníficos ojos, pero no me rendiría, mi posición fue más recta de lo común si es que eso se podía, con la mirada en alto le sonreí de forma maliciosa pero victoriosa a la vez—. Sé que es su trabajo, pero...supongo que lo consiguió—dicho esto soltó un pequeño gruñido, y yo solamente di un pequeño salto de victoria, pero mi pequeño acto fue interrumpido por el hombre de mayor edad a la mía tosiendo disimuladamente—. ¿Se encuentra bien?—hizo una mueca de confusión yo solamente asentí varias veces.

—Obtuvo lo que quiso...—sonrió divertido—. Como siempre—bostezo.

—Sí, mi insistencia me consigue este tipo de cosas—suspire—. Supongo que mi pregunta es de importancia ¿Podrían programarle una cita conmigo?...espero con ansias...

—Le advertí señorita, bueno con gusto lo aré—no tuvo contacto visual conmigo, solamente se dio media vuelta para luego salir de dicha habitación.

—Este es un nuevo reto para mí, y conseguiré mi objetivo—dije con un tono de orgullo.

A decir verdad, eran contadas las veces que pensaba lo que hacía antes de actuar y esta no era una de esas veces.

Suspire, salí de la habitación, caminando por ese pasillo escalofriante que más adelante me tendría que acostumbrar, un silencio aterrador se hacía presente en ese pasillo, lo único que se podía escuchar era el sonido de mis tacones a lo que hacía que un gran eco se apoderará del lugar.

Sabía que lo que hacía no era nada de confianza, no era algo bueno...

Y nunca imagine lo que podría realmente pasar...

Oh, yo y mis locuras, no sabía a lo que me enfrentaba, no sabía.

Negué con la cabeza, retirando todo aquel pensamiento de rendición.

¿Esto era lo que quería, no?

No podía echar paso atrás, no gaste saliva por gusto...

El Joker...

Lección número uno...

No te fíes, no confíes, en conclusión: no sientas sentimiento alguno...

Ya me había pasado con uno de mis ex-pacientes y nada salió como esperaba...