Chapter Thirty three

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—Mara, tu padre me obligó— dijo en tono duro.

—Ese animal no es mi padre— interrumpí.

—Que seas feliz, Mara. — Sentenció con despecho en la mirada.

Max se marchó enfurecido. Sabía que le dolía encontrarme con un nuevo hombre a mi lado. No podía dar marcha atrás. Aun intento olvidar el pasado que me apresa.

Kai se acercó a abrazarme. Le debía mucho. Nos felicitó por la boda. Aun destellaba felicidad en sus ojos.

El señor Collins ofreció cerrar hasta que la lluvia cesara, así podríamos conversar mejor. En una mesa de un bar neoyorquino, una judía que no profesaba la fe de sus raíces, un ex teniente de la SS y un antiguo viajero alemán, narraban sus vivencias en la guerra mientras de fondo musitaban las gotas de lluvia. Triste, melancólico.

—Mara, los campos son mil veces peor que cuando te llevaron. Se desató la peor barbarie que pude imaginar. Siento que me estoy volviendo loco. —cubrió su rostro con sus venosas manos.

—Kai, ¿Qué sabes de mi madre?— insistí por segunda vez en la noche.

—No sé nada, Mara. Tal vez Max sepa algo. Solo sé que...- titubeó

—Dime—exigí perdiendo la paciencia.

Sentía que me ocultaba algo sobre mi antigua familia.

—El Obersturmbannführer fusiló a Franz.

— ¡¿Qué?! — grité horrorizada al procesar la información.

Franz, mi hermano quien me entregó a la SS como judía. El niño que jugaba a la guerra desde que tengo uso de razón, estaba muerto. Murió en manos de su propio padre, el hombre más inhumano que conocía. Aun sentía remordimiento hacia Franz, pero no podría contentarme tras enterarme de su muerte. Fue el judas de mi vida, pero también mi hermano; con quien me crié, jugué, peleé y reí.

No quedaba más. Mi madre seguramente estaría destrozada, acabada tras enterarse de la muerte de ambos hijos. Kai afirmó la noticia que sospechaba: mi madre pensaba que yo había muerto en un bombardeo marítimo.

— ¿Cómo es que lo fusiló?—pregunté más aliviada después de vasos con agua y consuelos de parte de mi esposo.

—No lo sabemos exactamente. Escuchamos chismes acerca de que Franz intentaba organizar un complot en su contra. Tu hermano fue ascendido gracias a su eficacia en los puestos que se le encargaba. Era el temido exterminador antisionista, realmente aterraban las técnicas que desarrollaba para el rápido exterminio. No negaré que hubo judíos que llegaron al camino de Franz por propios méritos.

—Adler es una maldita bestia. Mató a su propio hijo.

—El Obersturmbannführer tiene controlado gran parte de Bergen-Belsen y otros campos en Francia ocupada. Y Franz lo desafió, intentó envenenarlo; estaba ebrio de poder.

—Vaya hombres— intervino Zarek quien se mantuvo como oidor gran tiempo.— Entonces don tan fiel al régimen, le dio los 4 hijos SS al Fϋhrer.

Kai asintió.

¿Hijos SS? Nunca oí de aquello. No estaba enterada de hijos aledaños y más aún ¿para el Fϋhrer?

—Cariño, te explico. Los servidores del Fϋhrer están prácticamente obligados a engendrar hijos con mujeres totalmente arias. El gobierno reúne a estas mujeres en un centro de maternidad donde albergan a arias embarazadas que a la vez se desempeñan como enfermeras para dar a luz y cuidar a los hijos del Fϋhrer, el futuro de la nación. Esos niños son adoptados con el fin de educarlos con la ideología nazi. Ya sabes, son la raza que dominará el mudo.

—Kai, tú...

—Solo uno. Obligado por el Obersturmbannführer. Esos niños no llegarán a saber quiénes son sus verdaderos padres.

—Prácticamente es un delito. Usan a las madres como vientres de alquiler ¿qué les dan a cambio?

—Buena vida— sentenció Zarek. — Y a los SS, medallas de acuerdo a la cantidad de hijos que ofrezcan a su Fϋhrer.

Alemania estaba ciega de ansias de mejorar la raza, de ser superiores. Hijos SS. Crear niños para servir al Fϋhrer, sin importar el dolor de una madre al despojarse de su hijo. Todo justifica al Fϋhrer.

Ahora me sentía más dichosa aún de no ser un vientre de alquiler para la maldita raza pura con la que el señor Hitler soñaba alcanzar. Raza aria ¿A caso los hacía mejores hombres? Curiosamente el emperador de aquel imperio, no cumplía con las condiciones de ario. Si no es ario, entonces por qué carajos impone un prototipo de raza humana en la cual él no está incluido.


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