Air and Love A&L (Riker Lynch)

Capitulo 14

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- El está casado y va a tener un hijo - me dolió decirlo- ¡Un hijo! 

Riker apretó un poco mi pierna y sus nudillos se volvieron blancos alrededor del volante. Separó su mano de mi pierna para cambiar de marcha y luego volvió a mi. No a mi pierna si no , tomando mi mano  que estaba cerca y llevando sus labios a la misma. 

Mi corazón saltó , mi pulso se aceleró , olvidé como respirar y si no hubiera estado sentada me hubiera caído porque mi piernas temblaban. Por todos lo cielos este hombre hacia cosas maravillosas conmigo.

- ¿Quieres que te deje en tu casa? - preguntó.

Era el ultimo lugar donde quería estar, Tia Lina me bombardearía con preguntas y solo me haría recordar a  Jeremmy.

- No-dije- Llévame a la tuya .

Riker no hablo y puso el vehiculo en marcha hacia el sur de la ciudad. No hablamos, pero el no retiro su mano de la mía. Nos adentramos en un bosque, me tensé un poco . no me gustaba mucho la naturaleza. Simplemente prefería las comodidades de la ciudad, no los bichos y arboles sonando como fantasmas. 

La casa era pequeña en medio del bosque, se veía acogedora de madera de un solo piso, rodeada completamente de arboles.

Riker y yo bajamos del coche.

- Esta era la casa de papá- dijo el mientras me ayudaba- Me la dejó a mi y a mamá cuando el murió. Mamá prefirió quedarse en la ciudad con su ... nuevo esposo, atendiendo los negocios de papá.

-¿De qué negocios?- pregunté.

- Papá tiene una joyeria... es decir. Compran oro y Diseñan joyas...

- ¿Cual es el nombre...?

- Arthour's.

El me estaba tomando el pelo, esa joyeria era muy reconocida, solo diseñaba joyas hermosas,aveces -casi siempre- las modelos o personas de alfombras rojas pedían que fueran exclusivamente de la marca. Había visto algunos modelos, eran hermosos pero costaban mucho. Nunca podría comprar eso. Ni con el dinero que ganaba de los concursos que ganaba. Ni a si uniera eso con las clases de ballet que daba aveces. 

- Esa es una diseñadora muy famosa- dije- No sabia que era de tu familia.

- Me aleje de ella cuando terminé la escuela en finanzas. Tendrías que haber visito a mamá cuando le dije que elegiría tocar música antes de dedicarme al negocio de la familia. Empecé a andar con Abigail , ella era la corista de mi primera banda. Y mamá la odio. odiaba todo lo que tenia que ve con la música. Y de hecho. Abbie tenia que ver con la música.

No dije nada. Que mencionara a su novia muerta me hacia sentir una intrusa aquí. Seguramente ella ya vivía con Riker aquí. 

-Las cosas no estaban bien- siguió el.

- ¿Eh?- solté sin entendimiento.

-Las  cosas entre Abbie y yo - dijo- mi madre se encargó de hacernos la vida en cuadritos. Abbie no la soportaba y a menudo peleaban. Además... además, no lo hacíamos más desde hace meses. 

Me crucé de brazos apoyándome en el automóvil de Riker, lo miré pero el no me miraba a mi. Me quité las gafas y volví a cruzar mis brazos. El no había tenido sexo desde hace meses al parecer, por eso fue tan maravilloso ese día en la isla. 

-Entremos - dijo al fin- Debes de estar muy cansada. 

- Si- accedí y caminamos hacia la casa de campo.

Por dentro era tan hermosa, tenia una chimenea rodeada por muebles de color blanco con almohadones negros, una mesita de centro de madera , a un lado de sala había un pequeño bar lleno de licor y vinos , con copas de cristal. Necesitaba un trago.

La casa no era tan grande , así que a mi lado odia ver una isla como cocina y a mi otro lado había una puerta cerrada y escaleras.

-¿ A donde llevan las escaleras? - quise saber.

-A mi habitación.

- Pareciera que la casa es de un piso.

- No es una habitación grande.

También había un comedor , unas puertas corredizas de vidrio para salir al patio y naturalmente un baño.

- Toma asiento - me invitó y lo hice mientras el caminaba a la licorera - ¿Quieres algo? 

- ¿Whisky? 

- Enseguida .

Entonces sirvió dos vasos después me entregó uno. 

Saboreé el liquido y sentí como quemaba de una manera deliciosa mi garganta y producía un calor estupendo en mi estomago. Si que extrañaba esa sensación.

- ¿La música es suficiente para vivir?- pregunté , iniciando una nueva conversación.

- Para mi y para mi alma sí . Pero la herencia de papá ayuda mucho- me miró.

No quería que el pensara que soy una interesada, no me importa lo más mínimo el dinero, solo quería conversar de algo distinto que no sea de Abbie. 

- Yo vivo de mis premios como bailarina y de las clases que doy. Aveces, Pienso poner una academia de danza. 

- Nunca te he visto bailar.

No le respondí y llevé mi vaso a la boca y tomé un sorbo.

- La casa no es grande , pero quiero indicarte algo.

Asentí y lo seguí hasta la puerta cerrada que el abrió sin más y me permitió entrar primero.

Era un cuarto de estudios, acogedor con cuadros de paisajes, de murallas , monumentos históricos , en un rincón se encontraban apiladas ordenadamente guitarras y bajos. Había una televisión y un escritorio. Además de muchos libros.

- Es hermoso aquí- dije- Muy acogedor.

- Es mi lugar favorito en la casa.

Sonreí y lo miré , llegué a el , e veía nervioso o tal vez preocupado por algo que escondía.

- Pensé que no te vería más -susurré- Y debo admitir que no me gustaba esa idea.

- A mi tampoco - admitió- A pasado apenas horas y te he extrañado.

Lo besé.

El me besó.

Y todo comenzó.

Como un tigre feroz hambriento me tomó en sus brazos hediendo que caminara hacia atrás hasta que topé él escritorio el me sujetó con su brazo mientras botaba al suelo todo lo que se hallaba en el escritorio, me subió y quedé a horcajadas en el escritorio y el en mi centro presionando.

Mi ropa cayó hasta que quedé sin nada en frente de el que seguía vestido. Y ayudé encantada a quitarle toda la ropa, lo miré. Vi lo tanto que me deseaba , al igual que yo , con mi respiración agitada lo atraje a mi de nuevo. Tímidamente me besó en el cuello , bajando y bajando cada vez. hasta que llegó a mi feminidad. Grité , tranquila de que no me escucharían en medio del bosque. Lo que hizo allí casi me hace venir pero antes el se introdujo en mi de una manera salvaje . El gimió una vez que empezaron las embestidas.

En el ambiente solo se oían gemidos , jadeos y aveces gritos. En su boca mi nombre y en la mía la de el  asta que ambos llegamos al final al mismo tiempo.

- Maravilloso - Dije sin respiración - Y en un escritorio.

El se rió mientras besaba mi cabeza. 

- No seria capaz de dejarte- soltó- y no lo haré.