¿Y qué tal si nos hacemos responsables?

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Link: edmweb.wordpress.com/2016/02/21/y-que-tal-si-nos-hacemos-responsables

Publicado: 21 de febrero de 2016

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Por Pablo Jesus Lalli

Los humanos somos una integridad entre cuerpo, mente y espíritu. Así, quien no da lugar a la efectiva y consciente nutrición de alguno de estos factores, no está experimentándose plenamente a sí mismo.

A su vez, cada uno de nosotros tiene, en su vida diaria, distintos roles que gusta atender. Hay unos pocos, los basales, que toda persona debiera atender, sin lugar a opciones. La opción, en todo caso, radica en el contenido que el individuo desea dar a ese rol.

Pero todos hemos sido o somos hijos. Somos familia. Somos amigos. Todos somos / hacemos deporte. Todos nos alimentamos. Todos tenemos pasiones, y dentro de esas pasiones, muchas o pocas, también tenemos roles distintivos.

Dentro de cada uno de nuestros roles, que serán seguramente diferentes entre nosotros, en orden de vivir nuestra vida honrándola, y no meramente estando vivo, con nuestras funciones de base funcionando. Debemos expresar nuestra íntima misión de vida, idealmente, en cada cosa que hagamos, por más pequeña que sea.

Ahora bien, hace poco me han revoleado por la cabeza una idea cuando menos interesante, que evidentemente me quedó resonando y en este humilde acto, quisiera compartir con ustedes mi humilde reflexión al respecto. Bienvenidos a mi cabeza, pasen y siéntanse cómodos.

"Puedo estudiar cinco carreras más. Puedo trabajar en donde quiera, en serio, en donde quiera. Pero en el plano sentimental, en eso siento que no avanzo ni un paso, por más que intente."

Qué situación, señores. Desandemos el camino.

CONTENIDO —-> ROLES —-> ESFERAS DEL HUMANO COMO UNA INTEGRIDAD

Cuando tu misión de vida no se ve reflejada en algún rol en concreto, pues entonces esto repercute no solo en tu sistema interno, sino que además, salpica a los que te rodean. Paz interior, se refleja en paz exterior. Felicidad absoluta, es decir, sin ataduras, incluyendo apegos a las circunstancias, se traduce en vibra positiva que por todos es percibida. Congruencia.

La mente es una enorme herramienta, si es que no termina usándote a vos, confundiendo tus opiniones con verdades, o a tu yo íntegro con tu ego. Vos sos más que tu mente, y sin lugar a dudas sos más que tu ego.

Cada area tenés que trabajarla. Porque cuando hacés un laburo que odiás, entonces eso te va a mover el esqueleto hasta hacértelo caer. Si estudiás algo que no te vuela la cabeza, o peor aún, si no estudiás aquello que sabés que es lo tuyo, tu estantería no va a aguantar.

Y lo siento, sensibles del corazón. Pero si tus trabas emocionales, ya sea en la vida en pareja, o tus relaciones de familia o amistad, te significan siempre una "cuenta pendiente"...es hora de que lo analices. Reflexioná al respecto. Y recordá que los vacíos, que los huecos, que las faltas, los enojos, lo que decís, hacés o no hacés, depende siempre, SIEMPRE, de vos. De nadie más. Ni de las otras personas, ni de las circunstancias, por más desfavorables que puedan parecerte.

Solo en introspectiva tus reacciones tienen sentido. No existe el sentido común: están el tuyo, el de tu amigo, el de tu pareja, y el de cada ser humano que te cruces en tu camino vital. Todos forman su propio criterio, personalísimo, único. Entonces, cada quien reacciona -y acciona en consecuencia-, de maneras aunque sea sutilmente distintas.

Yo, tercero, no puedo ser nunca culpable de las cosas que a vos te pasan. Yo creo circunstancia, en todo caso. Tu circunstancia te afecta. Ahora, cómo te afecta, ese ya es otro cantar. Y puede ser el más dulce de los cantares o los peores gritos de las almas que habitan el inframundo. Eso depende de vos, de tus percepciones, de tus perspectivas. De tus cimientos y estructuras.

Entonces, ya no llores más. Si tu area sentimental está en jaque, el mate lo esquivás vos, pero siendo consciente de tus propios e íntimos procesos. Sentate y escuchate. Leete. Rompete la cabeza contra una y mil paredes si lo necesitás genuinamente. Pero conectate con vos, con lo que sentís, con lo que pensás, y fijate como tu mente quiere jugar con vos.

No la dejes. ¿Tenés en claro convicciones y pasiones? ¿De verdad querés vivirlas plenamente? entonces ocupate de vos mismo. No hay excusas posibles. Sino, que tu eterna agonía en vida, esa que te va comiendo por dentro, cargue sobre tus propias espaldas. Hacete cargo, se responsable, es tuyo, de nadie más. Tu vida es tuya, de nadie más. Tus llantos son tan tuyos como tus sonrisas. Las historias lindas son lindas en tanto y en cuanto así son pensadas por vos.

Y acordate, que si hablamos de vivir plenamente la experiencia, no podés descuidar o dejarle al azar el éxito o fracaso de tus caminos. El tiempo no resuelve nada, si no accionás, si no tenés las cosas claras. Si ni siquiera buscás tenerlas. Si te enfocás en un plan de acción, en cosas que haces o dejás de hacer, o que decís. Si te manejas en planos superfluos, externos, ajenos.

La cura a tus males, la solución a todos y cada uno de tus problemas, está adentro. Y aunque adentro pueda ser atemorizador, acordate que somos nenes grandes y que mejor decir que callar, incluso cuando es a nosotros mismos. El silencio mal puesto alimenta rencor, estimados. Hablemos las cosas cuando tenga sentido hacerlo, con otros y/o con nosotros mismos, porque el umbral del dolor es bien difícil de ser avasallado.

Paz, y amor.

#Repost del Blog del EDMWhere stories live. Discover now