Solo el comienzo

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Link: edmweb.wordpress.com/2016/02/01/solo-el-comienzo

Publicado: 1 de febrero de 2016

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Por Pablo Jesus Lalli

 Poder decidir desde lo más importante de tu vida, hasta la cosa más simple, a la luz de tu misión de vida, eso que te inspira, apasiona; eso que querés dejarle a los tuyos cuando ya no estés, es invaluable.

Y lo bueno es que es una cuestión que para nada es azarosa. Es decir, depende de todo, menos de tu suerte. Vos podés accionar sobre vos mismo de manera tal, que tenés la capacidad, acá, ahora, de pasar todo tu caminar por el tamiz de tu misión íntima y personal, de tu pura y genuina impronta.

Hacerlo o no hacerlo, depende de vos. Podría decirte aquí, que es, de hecho, muy simple. Basta con tener una misión de vida, y tenerla siempre presente.

Y tener una misión de vida, es también muy simple. Ojo, aquí no usamos simple como sinónimo de fácil, ni mucho menos.

Y es que conectarse con uno mismo a ese nivel, descubrir pasiones y convicciones, motivos y valores, puede sonar lindo, pero al mismo tiempo, en el proceso, te encontrarás con un sin fin de causas, motivos, circunstancias, en las que parece que estás profundamente inmiscuído, tanto en el plano espiritual como en el fáctico o corporeo, pero que no se corresponden con tu esencia, con la persona que querés ser.

Puede ser bastante fuerte enterarte, solo con mirar un poco puertas adentro, que en muchas de las cosas que hacés, pensás, decís, estás viviendo la vida de otro. Las exigencias de otros. O incluso las tuyas, pero que no vienen de un lugar de amor, sino de miedo. Miedo a no encajar, a la crítica, a no cumplir expectativas que terceros pueden o no tener, y que se te han arraigado, usando el poder de tu ego sobre vos mismo.

El ego es mal consejero. Tanto, como el miedo si es mal interpretado. Tanto, como la mente, magnífica herramienta, si constantemente te lleva de viaje entre el pasado y el futuro, ambos inexistentes salvo que sean pensados por vos en el presente, víctima de todos los condicionamientos.

Entonces, tus opiniones salen de tu ego. No es malo expresarse, todo lo contrario. El autoconocimiento, y tus mapas mentales, salen en parte de lo que decís (a vos, y a los demás). Lo malo, en todo caso, es atarse a las opiniones del ego, sin escuchar a ninguna otra campana. Siquiera la tuya, la de tus profundidades, la del mar, al lado del vaso de agua.

Tu paz interior, deviene en paz exterior. Tu felicidad, no depende de las circunstancias. Depende de tu estado interno. Y es esa felicidad la que marca tu vibra y tus conexiones con los demás. Transmitís todo eso, cuestión energética. Y cuestión de predisposición.

Seguí tu misión de vida, y contagiarás entusiasmo, inocencia de nene, felicidad. Solvencia. No necesitarás completarte, por lo que tus relaciones serán más sanas. Sobre todo la tuya con vos mismo, piedra angular del resto de las relaciones que tengas.

Y esto, es solo el comienzo.

#Repost del Blog del EDMWhere stories live. Discover now