Diecisiete;

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 Stiles aprieta mucho los labios y resopla, intentando tranquilizarse. Acepta que sea un Alpha, que tenga una manada y quiera ayudar. También que lleve en esto toda su vida y sepa manejarse con muchos más enemigos y problemas que ellos, ¿pero que hace Derek Hale subiendo como un loco por las escaleras?

El grupo de chicos lo hace detrás, preguntándole que hace allí y como se ha enterado. Katherine no puede haberle llamado, ¿no? Si es así, después del beso que Stiles todavía intenta olvidar, no sabe que va a hacer. Esto es una locura.

- ¡Derek! - Ni siquiera Scott puede detenerle - ¡Derek, para!

El Alpha abre la puerta de la habitación de par en par y se la encuentra, tirada en el suelo con el pelo envuelto sobre la cara y los ojos cerrados. No vacila, se tira al suelo de rodillas y la recoge entre sus brazos bajo la atenta mirada de los cuatro chicos que han entrado con él.

- ¿Pero qué..? ¿Que ha pasado?

Nadie ha oído ni visto nada, des de abajo ni siquiera la han podido escuchar cuando intentaba gritar y comunicarse con ellos. Y él.. A más de séis manzanas de allí, en las viejas vías abandonadas de metro, lo ha echo claro y alto, como si la tuviese a centímetros en realidad.

Su piel es tan caliente que incluso le quema, haciéndole estremecerse un par de veces mientras baja las escaleras tan rápido como puede y sale a la calle. Scott y su grupo intentan detenerle, gritando y poniéndose en medio, pero ya es demasiado tarde. Ha empezado a correr desesperado. No va a dejarla morir, mucho menos sintiendo esa sensación que le rodea des del beso.

Le ven alejarse con tanta rapidez que Stiles siente un vacío en el corazón. ¿Que va a hacerle? ¿Donde la lleva? Y sobre todo.. ¿Como la ha encontrado? Mil preguntas se golpean contra su cabeza mareándole.

Se sube al Jeep junto a las chicas e intenta seguir, sin mucha suerte, a Derek y Scott, que acaba de salir corriendo a media transformación tras el rastro del olor de Katherine. Lo reconoce al instante, ya la ha olído otras veces y, junto al de Derek, se le hacen muy fácil seguirles. En unos veinte minutos ambos llegan a un edificio enorme y altísimo que parece abandonado, o una parte de el al menos si.

Derek entra con Kathe aún desmayada entre sus brazos y sube por el ascensor, que no dura más de cuatro segundos hasta que las puertas vuelven a abrirse y se encuentre frente a la gran puerta de acero y metal oxidada.

- Mmm..

Observa su rostro y se muerde el labio inferior para no sonreír. Huele tan bien.. A pesar de lo mal que se encuentra y lo caliente que está, con las mejillas moradas y la frente con pequeñas manchas rojas y blancas que acaban tras las orejas. Eso no es una fiebre normal, y es que esa chica no es una adolescente común y corriente. Mucho menos si es lo que su tío Peter ha dicho; una Loba.

Empuja con todas sus fuerzas la puerta y baja los escalones de la entrada. Llega a la única puerta que hay en toda la sala y la abre, entrando en un baño pequeño pero con el suficiente espacio como para mantener a los dos dentro. Katherine abre un poco los ojos y vuelve a cerrarlos, haciendo un pequeño gemido de cansancio. Debe encontrarse realmente mal.

- Kathe.. - no contesta – Katherine.. Shtt.. Eh.

Vuelve a abrir los ojos y se encuentra con los suyos, marrón claro, casi amarillo, mirándola de arriba a abajo como si no la hubiese observado nunca.

- Derek.. Estás aquí.

Esas palabras consiguen calar sus huesos, con una extraña electricidad estática recorriéndole cada parte de su cuerpo. Es algo tan.. Sobre natural. Como si algo le obligara a cuidarla, ha estar por ella y escuchar cada plegaria, cada latido de su corazón.

- Vas a salir de esta, lo prometo. Pero tienes que confiar en mí.

La deja en el suelo con mucho cuidado y la ayuda a apoyarse contra un taburete de madera que hay en la esquina. Gira el grifo y espera a que se llene la bañera de porcelana que hay en el centro del baño, tiene que hacerlo cuanto antes. Coge un bote de cristal de una de las estanterías y esparce las hojas violetas de plantas silvestres por todo el agua, con unas sales aromáticas que ayudarán a enfriar el cuerpo de Katherine lo antes posible.

- Ahora tienes que desnudarte, Kathe.. - su voz se rompe, quizá por la verguenza o los pensamientos oscuros que circulan por su mente – No hace falta que sea todo, si no quieres.

Sus miradas se cruzan, manteniéndose un buen rato antes de que Derek se acerque a ella y la agarre con firmeza de las caderas, observando curioso como Kathe se quita la camiseta con las manos temblorosas. Acaba ayudándola con los zapatos, los calcetines y los pantalones, dejándola únicamente con un conjunto negro de encaje que le quitaría el hipo a cualquiera.

- Vale, perfecto.. - la ayuda a levantarse del taburete y sonríe – Vamos allá..

Está tan débil que tiene que cogerla entre sus brazos de nuevo y meterla lentamente en la bañera, escuchando sin hacerle mucho caso a los quejidos e insultos que lanza la chica cuando toca el agua casi congelada. Está tan fría que es imposible que no le baje la fiebre, aunque solo sea un poco. Derek se agacha cuando la ha dejado por completo dentro de la bañera y se queda junto a ella hasta escuchar que la puerta se abre. Sabía perfectamente que iban a seguirle hasta allí pero pensaba que tendría un poco de tiempo antes de que eso ocurriera.

- ¡Derek, suelta a Kathe!

Se levanta lo más rápido posible y aparece en la puerta del baño, quedando justo delante de un flaco y enfadado Stiles Stilinski que parece muy interesado en entrar y rescatar a su amiga. Él también siente lo mismo, algo que les lleva a querer pasar todo el tiempo posible con ella y cuidarla. Pero el que ha conseguido rebajar la fiebre y rescatarla ha sido él, así que ese imbécil no tiene nada que hacer.

- ¿Quieres saber como está tu amiga? - le espeta nervioso - ¡Viva! ¡Y gracias a mi!

Se aparta y deja que los chicos se asomen por la puerta, quedando frente a una rubia de pelo mojado y labios morados pero piel mucho más pálida que hace unas horas. De pronto abre los ojos, como si fuera lo más pesado del mundo, y sonríe:

- ¿Sabes, Stiles? - el chico tiembla bajo su voz, expectante por saber lo que dice, mientras se acerca un poco más a la bañera – Ahora no estaría mal un ibuprofeno.

¿Tu también lo ves? I Teen Wolfحيث تعيش القصص. اكتشف الآن