Catorce;

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 No le encuentra, hace un momento estaba allí y no lo encuentra. ¡No está!

Derek corre tras ella para intentar detenerla, si sigue corriendo como una loca por el hospital alguien va a intentar retenerla en aislamiento o algo por el estilo. Aún puede tener problemas cerebrales que nadie le ha dicho después de un golpe tan contundente y con los puntos que le ha visto Melissa en las costillas no tiene mucha pinta que vaya a dejarla salir de aquí en un par de horas.

- ¡Necesito encontrarlo! - grita - ¡Que alguien lo encuentre!

Gira la esquina y sigue corriendo hasta las escaleras, no espera al ascensor y desciende como si la vida le fuera en ello. Y a lo mejor la suya no, pero si la de sus amigos. Sigue corriendo desesperada mientras piensa brevemente en lo que la vocecilla de su cabeza acaba de decirle. ¿Amigos? Ella no tiene amigos, las únicas personas con las que ha tenido un vínculo lo suficientemente afectivo son su madre, sus hermanos y un par de amigas con las que a veces sigue hablando.

- ¡Katherine, vuelve aquí! - Derek está empezando a ponerse nervioso - ¡Maldita sea, vuelve!

No le hace caso y llega a la primera planta, al departamento de enfermería del hospital de Beacon Hill. Tiene que encontrarlos, y si se han ido a casa Melissa Maccall sabrá decirle donde viven, donde se reunen para hacer sus cosas en hombre lobo, cazadoras y Vanghis..

Alguien la coge del codo y la hace girar sobre sus talones, quedando frente a unos ojos marrones con la expresión más comprensiva y cariñosa del mundo.

- Oh dios mío.. Stiles.

Le abraza tan fuerte que cree poder romperse en mil pedazos de un momento a otro. El chico le pregunta varias veces que le pasa, la ha visto correr por los pasillos sin vendajes y gritando que necesitaba encontrarles:

- ¿A nosotros?

Katherine asiente.

- Estáis en peligro, Stiles. - sentencia – Tu amigo está en peligro.

- ¿Scott?

Lídia aparece corriendo con la misma expresión de angustia y observa a Kathe directamente a los ojos. Ella también lo ha sentido, ha notado esa sensación de ansiedad y disgusto.

- ¿Tu también lo has visto?

- ¿Que has visto?

Derek llega junto a ellos y se detiene de golpe, mirándoles. Scott, Izhaac y Allison también llegan con el grupo y preguntan que es lo que está pasando, son los más interesados en averiguar si alguien -o algo- está tramando cualquier cosa.

- Había un montón de sangre, charcos enteros de sangre roja que lo cubría todo. Y pájaros, solo tres pájaros negros, como cuervos pero distintos. Y estábais vosotros..

- ¿Todos? - pregunta Allison.

Derek niega con pesadez.

- Solo Scott y Stiles.

- ¿Como lo sabes? Yo no he podido ver nada. - Lídia parece confusa – Yo solo oigo voces y ahora.. ¿Ahora Derek tiene visiones?

- ¿Como es que tu los has visto, Derek?

El hombre lobo y Kathe se miran unos segundos, suficientes para saber -más o menos- lo que están pensando el uno del otro y de la situación. Después Derek fija sus ojos, amarillo reluciente en los demás, pero sobre todo en Scott.

- La besé. - murmura – La besé y pasó, me transmitió su visión.

El grupo entero enmudece, como si fuese la cosa más sobrenatural del mundo, mucho más que hombres lobo, Vanghis, Kanimas u otras espécies. Lídia es la única que sigue preguntando que más han visto y si las voces que ha escuchado concuerdan con sus visiones. No le importa en absoluto que Derek y Kathe se hayan besado, sean pareja o vayan a tener infinidad de hijos. Ella quiere hacer lo que ha practicado durante meses; ser una buena Vanghi y ayudar al resto.

- Necesito que me digáis todo lo que sabéis.

Y hablan sobre ello durante unos minutos, largos minutos en los que Katherine no sabe que hacer y Stiles no dice nada. Absolutamente nada. Y nadie más que Scott sabe realmente por qué, aunque nadie – ahora mismo - pudiese creerlo.

- Vale, entonces tenemos que salir de aquí.

Melissa aparece de golpe tras ellos, cogiendo a Katherine por ambos brazos con un apretón cariñoso y una sonrisa sincera y amable.

- Tu, señorita, no vas a ir a ninguna parte.

 Han pasado dos horas y media cuando Melissa da el visto bueno y la deja marcharse a casa. No ha dejado que ninguno de los agentes o médicos en horario de descanso la acerquen, prefiere caminar un poco y que le de el aire. Después de todo lo que ha pasado necesita tomar el aire, y mucho.

No tarda más de diez minutos en llegar a casa. Su padre está preparando un par de platos de pasta con verduras y abre mucho los ojos cuando la ve llegar:

- ¿Que te ha pasado?

- Nada.. - se encoge de hombros – Me he caído en gimnasia, no te preocupes.

- ¿Por eso has llegado tan tarde?

Asiente con una sonrisa para tranquilizarle.

- Me han llevado al hospital, un par de pruebas y como nueva.

Acaba con la cena mientras Kathe pone la mesa y se sientan ambos para ver la tele del comedor. No hablan mucho, tampoco sabrían – más allá de un par de cosas – que decirse.

Le toca lavar los platos, así que recoge la cocina y el comedor hasta que acaba la película. Su padre tiene doble turno hoy en la fábrica y tiene que trabajar de noche, hasta las séis o siete de la mañana. Al menos todo el esfuerzo da para un buen sueldo a final de mes y poder permitirse algún que otro capricho, incluso para Kathe y sus hermanos en la costa.

- No te dará miedo quedarte sola, ¿verdad?

- En absoluto, papá. Puedes irte tranquilo.

- Mejor.. - sonríe y le da un beso – Buenas noches, cariño. Nos vemos mañana.

Se pone la chaqueta y coge las llaves. La puerta se cierra tras él y se queda sola, con las manos empapadas y muchas ganas de dormir toda la noche. Siete horas y media como mínimo.

Apaga el televisor y sube las escaleras. Tiene que ponerse el pijama, lavarse los dientes y relajar la vista, como ya le han dicho los doctores. Si mañana se tiene que pasar todo el día atenta y concentrada en sus clases no puede acabar con la cabeza dando tumbos y un mareo peor que el de esta mañana.

Entre las sábanas todo parece mucho mejor, menos.. Violento. Se empieza a relajar, a sentirse a salvo tras un día entero de amenazas y golpes. Como todos los días des de que llegó a Beacon Hills. Coge el portátil - aunque no debería - y se lo lleva entre las piernas, le puede la curiosidad. Internet siempre le ha dado las soluciones a la mayoría de sus problemas; la música, vídeos, películas.. Todo está allí. Incluso cuando ha tenido que hacer un trabajo de Matemáticas o Biología Google ha sido su mejor aliado.

Esta vez no va a ser diferente. 

¿Tu también lo ves? I Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora