Juntos por el destino » James Potter.

Doce || Como si lo fueras.

Capítulo 12.
Como si lo fueras.

Era Diciembre y por lo tanto ya estaban en invierno, faltaba solamente una semana para que pudieran regresar a su casa para las vacaciones de navidad. La nieve chocaba contra las ventanas de la sala común de Gryffindor y dentro de esta la chimenea estaba prendida brindándoles un acogedor calor.

James estaba sentado en uno de los sofás que se encontraban cerca de la chimenea mientras su hermana menor estaba recargada en él y le contaba algo acerca de sus clases.

- Y por eso es que soy hermosa.

- ¿Qué? - preguntó James despertando de su trance - ¿No hablabas de tu clase de Adivinación?

- Sí, pero de igual manera soy hermosa.

Se escuchó un bufido y los hermanos llevaron la vista al sillón de al lado, Alina Malfoy hacía bolita un pedazo de pergamino para después aventarlo a la chimenea. Se recostó en el sofá y los volteó a ver.

- ¿Qué? - preguntó bruscamente. James fruncio el ceño a diferencia de Lily, que empezó a reírse con ganas.

- ¿Qué pasa, Aly? ¿No tienes ideas para decirle a papi que estas saliendo con alguien?

- Cierra la boca, Lilianne.

- Esperen un segundo - las interrumpió James y llevó la vista a Alina -. ¿Qué estas qué?

- Saliendo con alguien James, creo que sabes lo que eso es, ¿o no?

- Callate, Lily.

Lily vio divertida como James miraba a su mejor amiga con el ceño fruncido, pensando bien en qué decir.

- Tú no puedes salir con nadie - dijo al fin, Alina alzó una ceja.

- ¿Qué?

- No puedes salir con ningún niño, eres muy chica.

- Estas de coña, ¿No?

- No, ¿Quién es el estúpido?

- ¡James!

- ¡Alina, dime quién es!

Habían alzado la voz y ya muchos los habían volteado a ver curiosos.

- ¡No!

- ¡Fred! ¡Lysander! - le gritó a sus amigos que venían entrando a la sala común.

- ¿Qué pasó, James? - preguntó Lysander.

- ¡Alina está saliendo con alguien!

- ¿QUÉ? - gritaron los dos chicos mientras volteaban a ver a la menor de los Malfoy, muchos empezaron a reír al ver la razón por la que había tanto alborto.

- ¡Pero no puedes tener novio! - exclamó Fred.

- ¡Ni siquiera es mi novio! Y, si a mi se me pega la gana tenerlo lo tendré, ¡Tengo todo el derecho!

- No - se apresuró a decirle James -. Ninguna de nuestras chicas puede salir con alguien.

- ¡No soy su chica! Ni siquiera soy parte de su familia.

- Bueno - habló Lysander -. Yo tampoco, pero creeme, es como si lo fueras.

Alina olvido su enojo y sintió de repente una gran ternura hacia esos tres chicos. La querían tanto. La querían tanto que la cuidaban, la protegían de todo aquello que vieran que podría hacerle daño, buscaban lo mejor para ella porque siempre querían verla feliz, pero había algo mayor que eso, la consideraban parte de su familia. Dejaron de lado todos aquellos problemas que sus familias tuvieron años atrás y la integraron a ellos con los brazos abiertos.