Cinco || Como James y Lily.

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Capítulo 5
Como James y Lily.

El rumor de que Malia Malfoy había estado en el mismo compartimiento que los Merodeadores se extendió rápidamente por todo el castillo, y hasta los de primer año habían supuesto que eso no debía pasar todos los días, ya que la sorpresa de todos al decir la noticia era demasiado notoria.

Empezaron a decir que de una buena vez habían arreglado las diferencias y hasta llegaron a inventar que había un romance por ahí, cosa que no fue del agrado de Malia. La rubia estaba tan enojada que las personas pudieran inventar tales cosas que fue hasta la sala común de Gryffindor a hablar con los estupidos descerebrados, como los llamaba ella.

La rubia se encontraba en frente del retrato de la Señora Gorda, observando cómo roncaba cuando un chico de primer año llegó y se le quedó viendo con curiosidad.

– ¿Se te perdió algo? Entra.

El niño intimidado murmuró la contraseña y el retrato se abrió a regañadientes, despertando de su suelo. Malia empujó al niño de primero e ignoró cuando la Señora Gorda le gritó diciendo que ella no podía entrar puesto que no pertenecía a esa casa.

Entró a la sala común con fuertes pisadas, llamando la atención de todos los Gryffindors presentes, el ambiente no tardó en convertirse en un silencio incomodo.

– ¿Malia? – escuchó decir a su hermana menor Alina. A la cual ignoró y se acercó a la mesa donde estaban los merodeadores mirándola asombrados.

– A ustedes tres los quería ver.

– ¿Cómo pasaste? – preguntó Lysander, sin poder creer del todo que Malia Malfoy estuviera ahí.

– No me es difícil conseguir lo que quiero.

– Malia – repitió Alina la cual se había acercado a ella –. Estoy segura que no puedes estar aquí, si te encuentran te meterás en una buena.

– Me vale tres hipogrifos, Alina – alzó la voz. Todos tenían la vista en ellos y unas que otras personas habían bajado de los cuartos al escuchar gritos, todos atentos y listos para ver la escena.

– ¿Necesitas algo, Malfoy? – preguntó James con una ceja alzada.

– Claro que necesito algo, ¡Contigo más que nada es con quien quería hablar, Potter!

– Pues dime – se paró de su asiento y se cruzó de brazos, con una sonrisa socarrona en sus labios; esa típica sonrisa de merodeador.

– Quiero que desmientas los malditos rumores.

– ¿Cuáles? ¿Los de que somos amigos o en los que dicen que tú y yo salimos?

Malia sacó la varita de la túnica cuando notó el tono de burla en la voz de James, le colocó la varita en el cuello alarmando a los presentes y haciendo que unas chicas salieran desesperadas a buscar ayuda para que al fabuloso James Potter no le pasara nada. Todos sabían de lo que era capaz Malia Malfoy.

– Malia – habló Alina por tercera vez, al ver cómo las chicas desaparecían por el agujero del cuadro de la Señora Gorda –. Necesitas irte de aquí, ahora.

– Me vas a atacar, ¿Malfoy? – preguntó James, ignorando a Alina, la cual bufo claramente molesta.

– ¿Que nadie me hace caso? Hagan lo que quieran, total, ustedes son los que saldrán perjudicados, no yo.

Juntos por el destino » James Potter. Where stories live. Discover now