Juntos por el destino » James Potter.

Once || Rosita.

Capítulo 11
Rosita.

– Malia Malfoy Greengrass, levántate ya de esa cama.

– No. Déjenme en paz.

– No puedo ceer que TÚ, tengas miedo de ir a desayunar por lo que puedan decir los demás.

Se sentó con pereza en su cama y miró mal a Stella.

– No tengo miedo de lo que puedan decir las personas estupidas, tengo miedo de incendiar a alguien.

– ¿Se imaginan eso? ¡Te pago 10 galeones si lo haces!

– No lo haré, Brooke.

– Ay, pero que aguafiestas. No sabes lo que es divertirse y...

– Si no te callas a quien voy a incendiar es a ti.

Brooke se calló y Stella rió con ganas. – Que nenita, Brooklyn.

– Bien sabes que Malia sí es capaz de hacerlo.

– Claro que sé.

– Mira, Lia, bien escuchaste a James cuando...

– Potter – la corrigió Malia con un gruñido y Brooke puso los ojos en blanco.

– A Potter – dijo de mala gana, Stella rió –, cuando dijo que el efecto te va a durar una semana, no te puedes ocultar una semana.

– Sí que puedo.

– ¡Ay vamos! Solamente tienes el cabello de rosa.

Miró mal a Stella y en menos tiempo de lo que se pronuncia la palabra Quidditch su túnica empezó a arder, soltó un grito mientras Brooke abría los ojos sorprendida.

– ¡Hostia! Pinche vieja loca, ¡Apágala, Lia!

– ¿Cuál es la palabra mágica?

– ¡Oh, vete a la mierda Malfoy!

Las llamas empezaban a subir por su túnica mientras Malia la miraba sonriente, Brooke en cambio había corrido como loca a buscar su varita entre la ropa sucia del suelo, Stella no tenía la suya en la mano y si se movía se iba a quemar.

– ¡No encuentro mi varita! - gritó Brooke frustrada, mientras aventaba la ropa al lado de Ella.

– ¿Es broma? – Stella veía como las llamas estaban apunto de llegarle a la falda del uniforme, una vez llegara esta igual iba a empezar a arder e iba a quemarse sin duda alguna.

– ¡No! ¡Oh, mierda! ¿Dónde carajos la dejé?

– ¡Malia, me va a quemar!

– La palabra magicaaaa – canturreó aún sin quitar esa sonrisa de su rostro.

– ¡Por favor! Joder, apaga las llamas por favor.

– De hecho, la palabra mágica era "Potter es un cerdo arrogante", pero te lo acepto.

Las túnica dejo de arder un centímetro antes de que alcanzara la falda, Brooke suspiro aliviada mientras Stella veía como la mitad de su túnica había desaparecido.