❝ Fourth of July ❞

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 ➡Ship: Kellic 
Advertencia: Ninguna

// —Fourth of July - Fall Out Boy //

Narra Vic

La primera vez que lo vi fue un cuatro de julio, cuando mi familia y yo viajamos a la cabaña junto al lago que mi padre había comprado. Los dos sólo éramos unos niños, emocionándonos por cada fuego artificial que explotaba en el cielo oscuro.

Recuero que cuando lo vi, encendiendo una luz de bengala que iluminó sus hermosos ojos azules, y a pesar de que sólo tenía doce años, supe desde ese momento no lo dejaría ir. Pero tuve que hacerlo, porque tenía que regresar a casa a la semana, y lo peor era que ni siquiera había podido hablarle.

Recuerdo que el próximo cuatro de julio tuve el valor para preguntarle cuál era su nombre. Su respuesta fue Kellin. Y después de que le dijera lo hermoso que era su nombre, le dije el mío, porque quería que pensara en mí todo el año que no nos veríamos, tal y como yo lo había hecho con él.

El próximo año lo volví a ver, y él seguía luciendo igual e incluso más hermoso que la última vez que lo había visto. Aunque se veía mucho más triste. Quise preguntarle qué le pasaba, pero no tuve el valor, no cuando sólo habíamos hablado un par de veces. Pero a pesar de eso, se sentía como si lo conociera desde hace años. Esperaba no ser el único que se sentía así.

El siguiente año no pude evitar llorar en cuanto me di cuenta de la realidad; Kellin me importaba de una manera distinta a la que lo hacían mis amigos. La forma en la que me interesaba él era la misma en que mi hermano menor quería a su novia.
Al principio no sabía si estaba bien que, siendo un chico, me gustara otro. La única persona en la que confiaba en lo suficiente como para decirle lo confundido que estaba, era mi madre. Y no pude evitar sentirme extremadamente feliz en cuando me dijo que no había nada de malo en que me gustara alguien de mi mismo sexo. Después de hablar con ella, fui directo con Kellin. Ese día di mi primer beso. Con él.

Cuando volví a verlo, ambos habíamos crecido y madurado un poco. Pero él lo había hecho de una forma distinta a la mía. Físicamente, sus piernas se habían vuelto mucho más largas y tersas, su cabello ahora era negro y mucho más largo, y su trasero se había vuelto mucho más firme y notorio. No podía dejar de mirarlo, pero en una de las veces en las que lo estaba admirando, me di cuenta que era mucho más delgado que yo. Demasiado. No quise decirle la verdad cuando me preguntó por qué lo veía tanto, porque no quería que supiera mis sospechas. En verdad no quería que él estuviera dejando de comer.

Debí de haber hecho caso a mis instintos, pero no lo había hecho, y me arrepentía. Porque el siguiente año, Kellin ya ni siquiera sonreía. Al menos no tanto como lo hacía antes. Claramente algo estaba mal con él, pero cada vez que le preguntaba decía que no quería molestarme con sus problemas. Me hubiera gustado haber insistido más.

El año que más recuerdo fue cuando cumplí dieciocho, porque ese cuatro de julio, pude hacerlo mío durante toda la noche. Su cuerpo, a pesar de ser tan delgado y pálido, era lo más perfecto que había visto en toda mi vida, y haber tenido el privilegio de tocarlo y besarlo me había hecho sentir el chico más feliz de todo el mundo. Esa había sido la primera vez de ambos.
Pero todo acabó cuando tuve que volver a casa antes que él. Aunque, aun así, antes de que me fuera, Kellin me había dicho que necesitaba hablar conmigo de algo, y a pesar de que había visto como varias lágrimas caían por sus mejillas mientras lo decía, había pensado que no era de importancia y le había dicho que fuera lo que fuera, podía esperar hasta el próximo año. Sabía que debía hacerle caso, pero tenía tanta prisa que simplemente lo dejé, sin siquiera despedirme de él.

Pero si hubiera sabido que esa sería la última vez que lo vería, tal vez lo hubiera escuchado. Pero no lo había hecho. Y nunca tendría la oportunidad, porque los siguientes cuatro de julio, él no estuvo allí.

Y cuando le pregunté a su familia dónde estaba, supe que en verdad debí de haberlo escuchado aquella noche, porque ellos me dijeron que nunca más lo vería. Porque Kellin tenía depresión. Y él había muerto sin saber lo mucho que lo amaba.

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Acabo de leer un fic donde Patrick podía convertirse en conejo, Pete en perro, Andy en búho y Joe en tigre, y NO, imagínense cómo fue escribir esto mientras me imaginaba a una banda de animales cantarme... Aunque pensándolo bien, fue algo tierno y aun así sta mierda es tan emo como pete en 2004 :(
PD: Sé que debí haber subido primero la tercera parte de I wish I never spoke, pero no pUDE SACARME ESTA IDEA DE LA CABEZA, así que ahorita la publico y luego los acomodo en orden


One Shots (boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora