❝ How could this happen to me ❞

709 52 15
                                    

Ship: Kellic
Advertencia: Muerte, mpreg

// —Simple Plan - Untitled //

Narra Vic

Se suponía que yo debería estar junto a mi esposo esta noche, pero como yo dije, se suponía. En cambio, me encontraba conduciendo bajo la lluvia y sólo porque Kellin había tenido otro de sus antojos. A veces era tan difícil cumplir todo lo que quería, pero prácticamente era mi culpa que los tuviera; había sido yo quien lo dejó embarazado.
—¿En serio es necesario? —le pregunté por enésima vez por teléfono. Tenía la esperanza de que se arrepintiera y pudiera volver a casa en lugar de seguir el camino al supermercado.
—¡Vic! Tu hijo lo quiere, no yo —murmuró, y como lo conocía tan bien, estaba seguro que estaba haciendo pucheros.
—Está bien cariño, pronto estaré allí —sonreí—. Todo está bien, ¿cierto?
—Sí, por dios, sólo has estado fuera cinco minutos, no nos pasará nada.
—Lo sé, lo sé. Sólo me preocupo por los dos —admití.
Desde que Kellin me había dicho que esperaba un hijo mío, todo mi mundo cambió, pero para bien. Había dejado de sentirme inservible para pasar a tener un motivo para vivir; ser un buen padre y esposo.
—No tienes que hacerlo —dijo, aunque ambos sabíamos que él amaba que hiciera eso—. ¿Te he dicho que te amo? Porque lo hago.
—Yo también te a...
Antes de que pudiera continuar, una luz me cegó, seguida de un fuerte golpe en mi cabeza que hizo que todo se tornara negro por varios minutos.

No entendía que había pasado. Intenté abrir mis ojos, pero no podía; era como si mis párpados se hubiesen sellado.
Sentí como algo caliente goteaba de mi cabeza, pero no podía distinguir qué era ni por qué pasaba, o eso fue hasta que escuché las sirenas de la ambulancia.
No lo podía creerlo, no quería hacerlo. En un segundo me había encontrado hablando con mi esposo, pero al otro, un auto se había estrellado contra el mío.

Lo primero que pasó por mi mente fue Kellin y nuestro hijo; tenía que estar allí para protegerlos, pero no podría hacer eso si continuaba atrapado en el gran desastre que se había convertido mi auto.
Poco a poco abrí los ojos, pero lo único que logré ver fue humo y vidrios rotos por todos lados antes de que se volvieran a cerrar.
Traté de gritar, pero no pude. Era como si mi cuerpo no me obedeciera y lo único que me quedaba por hacer era tratar de soportar todo el dolor que recorría mi cuerpo.

Antes de que pudiera reaccionar, varias manos arrastraron mi cuerpo lejos de mi auto, dejándome caer en una camilla. Quería pedirles que le avisaran a mi Kellin que estaba bien, pero ni siquiera podía abrir mis labios.
Me sentía impotente y un enorme dolor atravesó mi estómago. Y ahora que me daba cuenta, había algo atravesado en mi vientre; lo sabía porque podía sentir el ardor y la sangre brotar de la herida.

Escuchaba varias voces a mí alrededor, pero varios gritos hicieron que me concentrara en ellos; la voz era tan familiar, y cuando me di cuenta de quién era, sentí como la ambulancia comenzó a moverse en cuanto él entró.
—¿¡Qué pasó!? —chilló Kellin. Quería sonreír al escucharlo hablar, pero no podía.
—Un automovilista ebrio chocó contra el auto de su esposo —explicó alguien.
—¿Q-Qué? N-No... ¿Va-Va a e-estar bi-bien, c-cierto? —preguntó, pero después de eso no logré escuchar nada más.
Sentí algo húmedo caer en mi mejilla, y cuando logré abrir los ojos de nuevo, logré ver a mi Kellin llorando y sosteniendo mi mano en la suya.
—To-Todo e-estará bi... bien cariño, lo-lo pro-prometo —dijo con voz rota, y supe que estaba mintiendo.
Intenté decirle que lo amaba, intenté con todas mis fuerzas despedirme, pero no podía hablar; no podía hacer nada más que ver como se derrumbaba por mi culpa.
—T... Te-Te a... amo —logré decir después de mucho, aunque después de que las palabras salieron de mis labios, el oxígeno comenzó a faltarme y mi vista se volvió aún más borrosa.
—Yo-Yo también Vic, pe-pero necesito que seas fuerte por nosotros —pidió, y traté de asentir, a pesar de que sabía que no lograría serlo.

Antes de que pudiera decir algo más, los paramédicos me bajaron y sentí como me llevaban corriendo a través de un pasillo. Tenía miedo, pero al saber que Kellin seguía a mi lado, este disminuía.
En ningún momento soltó mi mano, ni siquiera cuando llegamos a una habitación diferente. Trataron de alejarlo de mí, pero él se reusó.
Después de eso todo se volvió confuso. De un momento a otro, el dolor desapareció. La preocupación desapareció. Incluso los gritos de mi esposo y de las demás personas lo hicieron, aunque eso volvió.
—¡No entienden! ¡Lo necesito! ¡Nuestro bebé lo necesita! —sollozó mi esposo, pero no entendía por qué lloraba.
Tenía sus mejillas encharcadas, sus ojos estaban rojos y temblaba mientras gritaba una y otra vez.
Sentí como su piel cálida y tibia tocaba mi mano fría, transmitiéndome una sensación de tranquilidad.
—No lo hagas Vic, te necesitamos... Te amo, te amo tanto —suplicó, antes de que varias personas lo alejaran de mí.
Mis párpados se fueron cerrando poco a poco. Pude sentir un ardor en mi pecho al tiempo que varias personas gritando unos números que no entendía, hasta que finalmente se rindieron.

Lo último que recuerdo antes de que todo se volviera oscuro, fue a Kellin diciendo que me amaba, una y otra vez, mientras besaba mis labios.

One Shots (boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora