❝ It's all over ❞

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Ship: Kellic 
Advertencia: Segunda parte de I'll always remember you

// —It's all over - Skins //

Narrador omnisciente

Las cosas definitivamente no habían salido como Kellin quería. Matty no había sido la persona que él esperaba que fuera, y ahora se había dado cuenta de que él era un error en su vida. Uno que le había costado todo lo que tenía; su esposo, su hogar, su trabajo. No tenía a donde ir ni con quien ir; Víctor había sido toda su familia y el hogar que compartían juntos era el único que conocía.

Se sentía como un completo idiota; había dejado a la única persona que daría todo por él, por otra que al primer problema se había alejado de él. Y ahora se arrepentía de haberlo hecho, pero no podría revertir el tiempo. Kellin había tomado la decisión de dejar a Víctor, nadie lo había obligado, y ahora tenía que aceptar sus errores. Tenía que aceptar que aún lo amaba y se arrepentía de haber roto su corazón.

Sin siquiera darse cuenta, comenzó a caminar hacia su viejo hogar, con la esperanza de que Víctor lo perdonara, y si no lo hacía, podía darse por perdido, porque él era su última esperanza. Él era lo último que le quedaba.
Cuando estuvo frente al que una vez fue su hogar, no pudo evitar que su mano temblara mientras tocaba la puerta, la cual fue abierta en cuestión de segundos por su esposo. Y al ver que no había cambiado nada desde la última vez que lo había visto, sintió como todo su cuerpo temblaba por los nervios.

Y mientras el menor no podía ni siquiera ver a Víctor directamente a los ojos, él no podía evitar recorrer su cuerpo con su mirada una y otra vez.
—¿Kellin? —preguntó, sin poder creer que su esposo estaba frente a él después de haberlo dejado hace más de dos años.
Él había estado esperando tanto ese momento durante meses, creando todos los escenarios posibles donde pudiera volver a Kellin, pero nunca se imaginó que fuera el menor quien lo buscara.
—¿Qué haces aquí? —continuó, al ver que su esposo no contestaría.
Una vez más Kellin no respondió, pero, ¿cómo iba a hacerlo, cuando ni siquiera él sabía la razón de por qué estaba allí?

Sin poderse controlar, el menor dejó que varias lágrimas de arrepentimiento se deslizaran por sus mejillas. Él pensaba que había sido un error haber ido allí, porque no había ninguna forma de que Víctor lo perdonara después de que le había gritado en su cara que no lo amaba.
Pero antes de que pudiera salir de allí, se llevó la sorpresa de su vida al sentir los brazos de su esposo alrededor de su cintura, sosteniéndolo con fuerza.
—¿Po-Podemos empezar de nuevo? —preguntó, disfrutando la sensación de estar de nuevo junto a Víctor.
—Podemos intentarlo —murmuró el mayor, sin poder contener las lágrimas; él había estado esperando tanto ese momento, que su mente se negaba a creer que su esposo en verdad estaba junto a él. Porque después de no verlo por tanto tiempo, había perdido la esperanza de que algún día volviera a verlo, pero ahora estaba en sus brazos, aunque seguía sintiendo como si algo le faltara, tal y como sentía cuando Kellin no estaba con él. El problema era que ahora lo estaba, y aun así se sentía vacío, incluso más que en los últimos dos años.

[...]

Los días pasaban, y Víctor en verdad quería volver a la normalidad. Él quería darle una segunda oportunidad a su esposo, pero no podía. Las últimas palabras que le había dicho Kellin antes de dejarlo seguían en su mente, y cada vez que lo abrazaba o besaba éstas se repetían en sus pensamientos. Porque, a pesar de que se había convencido de que lo había perdonado y había estado esperando que su esposo volviera a él durante tanto tiempo, los esfuerzos de Kellin por recuperarlo no funcionaban. Él simplemente no podía obligarse a confiar en él, porque, si ya lo había dejado una vez sin que le importara si lo dañaba o no, ¿qué le aseguraba que no lo haría de nuevo?

Él había estado esperando durante tanto tiempo que Kellin regresara, que simplemente se había cansado. Al tenerlo de vuelta se había dado cuenta que su vida era mucho mejor sin él en ella, porque antes no tenía que preocuparse en la posibilidad de que lo dejara de nuevo. Y aunque tratara de decirse a sí mismo que eso no pasaría, algo dentro de él se negaba a creerlo; no quería volver a sufrir por culpa de Kellin.

—¡Vic! ¿Me estás escuchando? —llamó su esposo, regresándolo al mundo real.
Él llevaba sólo una camisa suya que le llegaba a un poco más de su trasero, y aunque antes de que todo pasara, Víctor pensaría que se veía increíblemente tierno, ahora simplemente no le importaba si estaba usando su ropa.
—Lo siento, ¿qué decías? —preguntó, sin que siquiera le importara lo que Kellin tenía que decirle.
—Deberíamos de salir en una cita, como en los viejos tiempos —repitió el menor, rogando en su interior que su esposo aceptara, pero no fue así.
—No puedo. Tengo que ir con Mike —dijo, para después comenzar a caminar hacia la puerta, sin siquiera despedirse de Kellin.
—Cuídate —murmuró, aunque su esposo ya había salido de la casa.

[...]

A pesar de todos los esfuerzos de Kellin por recuperar su relación, no podía reparar algo que ya no existía. Sin la confianza de Víctor hacia él, no tenía sentido que estuvieran juntos.
Kellin no se podía quejar realmente; su esposo tenía razón de desconfiar de él. Lo había herido hasta el punto en que Víctor había pasado meses de su vida sin poder dejar de llorar cada noche, diciéndose que no era suficiente para su esposo y por eso lo había dejado por otra persona.
Y aunque Kellin hiciera todo lo que pudiera para reparar el daño, nunca podría.

Víctor se había cansado de tratar de hacer que su matrimonio con Kellin funcionara, porque éste se había perdido el día en que le dijo que no lo amaba. Y si tan sólo no hubiese pasado tanto tiempo para que el menor volviera a él, tal vez si hubieran funcionado las cosas. Pero no había sido así. Kellin sólo había vuelto porque Matty lo había dejado, no porque él quisiera. Y no podía seguir siendo infeliz junto al menor; no podía dejar que Kellin arruinara más tiempo de su vida.

—Kellin, tenemos que hablar —llamó. Y cuando vio que el menor entrar en su habitación, no pudo evitar sentirse un poco culpable en cuanto se sentó a su lado en la cama para y tomó su mano.
—Uh, ¿qué pasa? ¿Hice algo mal? —preguntó el menor, sintiendo como el miedo recorría su cuerpo; él había notado que su esposo tenía dudas sobre si en verdad valía la pena volver a intentarlo. Y no quería que se diera cuenta de que no lo hacía.
—No, no hiciste nada, sólo... no puedo seguir contigo —admitió, y se sorprendió a sí mismo al sentirse mejor al haberlo dicho. Pero para Kellin fue todo lo contrario.
—¿Q-Qué? Pero... creí que me darías una segunda oportunidad —dijo, y para ese punto había lágrimas corriendo por sus mejillas.
Él en verdad tenía la esperanza de que su relación volviera a ser la misma, pero ahora todo su mundo se derrumbaba.
—Lo sé, pero no puedo, Kellin. Me dejaste cuando yo moriría por ti, pero ya no. Me lastimaste, y no te importó, así que, ¿por qué ahora sí lo hace? No puedo confiar en ti después de lo que hiciste, por más que quiera, no puedo. Y no es justo para ninguno de los dos seguir con esto cuando nunca funcionará.
Víctor llevaba tanto tiempo con esas palabras en su mente, que no podía creer que en verdad las había dicho. Después de tanto tiempo, al fin tenía un cierre adecuado con Kellin, y eso era todo lo que necesitaba para poder seguir adelante sin él.
—Puedes quedarte hasta que encuentres otro lugar. No tienes que irte ahora —continuó, pero sólo lo había hecho porque sentía lástima; Kellin lo había dejado todo por alguien que no lo merecía, y ahora no tenía nada ni nadie.

El menor no pudo responder a causa del nudo en su garganta, y aunque lo hubiera hecho, Víctor no lo hubiese escuchado, porque después de eso dejó caer unos papeles en la cama antes de salir de la habitación sin mirar atrás. Y cuando Kellin se atrevió a ver qué eran, su corazón terminó de romperse.

Eran los tramites de su divorcio.

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Al principio iba a hacer que se quedaran juntos, pero no hay que perder la bella costumbre de hacer One Shots tristes, ejhé. Además fue un mejor final, o al menos para mí. Y lo iba a subir ayer, pero mi jefecita lo quería leer y pues nel prro, preferí esperarme

One Shots (boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora