❝ I wanna make you mine ❞

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Ship: Kellic 
Advertencia: Segunda parte de ❝ I wish I never spoke ❞

// —Melanie Martinez - training wheels //

Narrador omnisciente

Las cosas definitivamente no habían salido como Kellin quería; él esperaba que con el tiempo Víctor lo llegara a amar, pero no había sido así. De hecho, todo había empeorado.
Cada día era un nuevo moretón a su cuerpo, pero él no quería hacer nada para detenerlo. Kellin creía que ese era el tipo de amor que merecía, cuando era todo lo contrario. Pero no quería ver el daño que se estaba haciendo al seguir junto al mayor. Lo malo era que el daño no sólo era físico, porque cada vez se convencía más a sí mismo de que Víctor era la única persona que podría llegar a quererlo.

Todos los días eran iguales; Víctor lo ignoraba durante toda la escuela y cuando ésta acababa, él iba a su casa para seguir llenando su piel de marcas. Y cada vez que el menor quería hablar de qué pasaría con su relación, el moreno simplemente fingía que no había dicho nada.

Kellin se estaba cansando de siempre tener que dejar que su novio hiciera lo que quisiera con su cuerpo, y él tenía que reconocer que no le gustaba como se veía su pálida piel llena de moretones a causa de lo rudo que era Víctor con él cuando lo tocaba. Pero aun así no hacía anda para detenerlo, porque a pesar de todo el daño que le hacía, él seguía siendo lo único que lo hacía seguir adelante.

En ese momento ambos se encontraban en la cama del menor, y mientras Kellin admiraba el cuerpo desnudo de su novio, éste simplemente lo ignoraba.
—Te amo —murmuró el menor, tratando de abrazar a su novio, sólo para que este asintiera antes de alejarse de él.
Al menor le gustaría decir que eso no le había afectado en lo más mínimo, pero estaría mintiendo, porque el que no dijera nada cada vez que le decía que lo amaba, hacía que su sonrisa desapareciera por el resto del día.
Y Kellin no quería que las cosas siguieran igual; fingir que no le importaba que Víctor sólo lo usara le estaba empezando a cansar. Porque claro que le importaba, e incluso se quedaba toda la noche pensando qué estaba haciendo mal. Y aunque la respuesta era que en realidad él no tenía la culpa, no quería aceptarla, porque eso significaría aceptar que Víctor nunca lo amaría.

Él quería seguir creyendo que Víctor llegaría amarlo algún día, y aunque esa idea parecía cada vez más lejana para el menor, él no dejaría de intentar que el moreno sintiera lo mismo por él.
—¿Y si salimos juntos a...? —empezó, pero antes de que pudiera seguir, su novio lo interrumpió.
—No —dijo el mayor, haciendo que todas las esperanzas de Kellin desaparecieran de inmediato.
—¿Por qué no? Vic, nunca salimos juntos. Esto ni siquiera parece una relación —gruñó, deseando que su novio hiciera lo que él quería por una vez desde que lo había conocido.
—Kellin, sabes que no quiero una relación seria, no contigo —murmuró, deseando internamente que el menor dejara de insistir, pero no sería así.
—¿Por qué no? Te doy todo lo que quieres, pero nada es suficiente —dijo, sintiendo un nudo en la garganta en cuanto habló, porque sabía que tenía razón.
—Porque no y ya. Sólo déjalo, Kellin —gruñó su novio, sin siquiera prestarle atención.
—Pero Vic... —comenzó, a pesar de que él sabía que lo mejor era dar la conversación por terminada, pero no podía, no cuando le había tomado tanto tiempo para encontrar el valor de decirle a Víctor lo que en verdad quería.
Él no quería que las cosas se salieran de control, pero aun así no paró de insistirle a su novio cuando él le dijo una y otra vez que simplemente se olvidara de eso.
—¿Por qué no lo puedes entender? ¡Nunca te voy a amar! —dijo el mayor, harto de la actitud de su novio.

Apenas esas palabras salieron de sus labios, Kellin se quedó en silencio, sintiendo como las lágrimas comenzaban a caer por sus mejillas. Él tenía dos opciones; actuar como si eso no lo había lastimado y seguir como si esa conversación nunca había existido, o dejar de desperdiciar su tiempo esperando un amor que nunca llegaría.
Él estaba a punto de hacer la primera, pero no pudo. Cada parte de él quería que Víctor lo amara, pero no podía seguir esperando a que lo hiciera, ya no.
—Vete —murmuró, sorprendiendo a su novio ante lo que había dicho.
—¿Estás seguro que quieres que me vaya? Porque si bien recuerdo, la última vez me rogaste para que volviera —dijo el mayor, pensando que Kellin no hablaba en serio, pero el problema era que él nunca había estado más decidido sobre algo.
—Vete —repitió, evadiendo la mirada del moreno, porque sabía que, si lo veía directamente a los ojos, se arrepentiría de su decisión, y ya había ido demasiado lejos para hacerlo.

Víctor lo obedeció, y después de vestirse, salió sin siquiera mirar al menor por última vez. Y es que él creía que Kellin le rogaría para que volviera a su lado como la última vez, pero no lo haría.  Porque, aunque fuera difícil, el menor tenía que empezar a ser feliz por su cuenta. Él tenía que empezar a respetarse y aceptar el amor que en verdad merecía.

Kellin al fin había entendido que Víctor nunca lo amaría.

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No planeaba hacer esta segunda parte, pero veo que les gusta que las haga sufrir, so why not? 


One Shots (boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora