17| Luke

158 13 1
                                    


«Escapando de sus besos»

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

«Escapando de sus besos»

 Releo mientras me siento en el retrete y me refriego los ojos porque todavía estoy dormido. 

Me desperté muriendo de calor, con los rayos de luz golpeando la ventana debido a que nadie se percató de cerrar las cortinas. Cuando observé por los cristales, me percaté de que estábamos estacionados en una gasolinera con autoservice. Y que todos estaban abajo, me habían dejado dormir, de seguro apiadándose por el montón de horas que me quedaban por manejar.  

Sin embargo, el calor me obliga a salir de la ensoñación y cuando voy al baño, no espero encontrarme con el par de hojas de lo que parece ser un manuscrito, escondidas detrás del cubículo.

Leo por encima algunos párrafos; resultan tan cursi y cliché que en algunas partes que no puedo evitar rodar los ojos y hacer muecas. No sé por qué me sorprende, con ese título tampoco es esperaba que se tratase de un policía investigando un crimen. Observo que su redacción no es tan mala y que prácticamente no posee errores gramaticales u ortográficos. 

Paso de página, me cuesta admitirlo, pero resulta bastante atrapante después, con un montón de drama que no se dé dónde sale y con personajes que lejos de resultar planos, son carismáticos y divertidos. Distingo la trama, la química entre los protagonistas y el desagrado por la que parece ser la villana de la historia que deja encerrada a la protagonista antes de que esta pueda subir al escenario. Llego a la última hoja, busco como termina y no lo encuentro. No hay más hojas escondidas detrás del retrete y engrapada a un clip. Pero algo me dice que la historia no termina ahí. Entonces, salgo del baño y busco mi teléfono. Escribo el título de la historia en Google...Y me caigo de culo cuando la encuentro. 

El primer link me manda a una plataforma virtual de lectura. Ahí encuentro el mismo título bajo el seudónimo de una escritora llamada Z. W-Potter. Los ojos se me salen de las orbitas cuando observo que tiene más de 500K de lectura y casi 70 mil suscriptores. No hay otra historia salvo Escapando de tus besos y allí, esta tiene veinte capítulos. Estoy a punto de cliquear por curiosidad cuando una voz detrás de mí lo impide. 

—¿Qué haces? —me espeta. 

Cuando me giro hacia ella, sus ojos se desvían en las hojas que todavía sostengo en la mano y vuelven a mí cargando un sentimiento parecido al miedo aunque la aplaca enseguida. Sus labios forman una línea casi recta. 

—¿Son tuyas? —pregunto. 

—Devuélvemelas.

Alarga la mano para quitármelas, pero las pongo sobre mi cabeza para evitar que las alcance. 

—¿Por qué las ocultabas? 

Logra llegar a ellas y me las arrebata con brusquedad. 

—Es privado. 

Dos veces hasta prontoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora