La nueva generación [Parte 4]

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Regina pasaba el cepillo despreocupadamente a través de su cabello mientras miraba el espejo absorta todavía en aquellas palabras que había dicho Jamie antes de que sus padres llegaran. No podía dejar de pensar en eso, porque literalmente lo había esperado la mitad de su vida, había esperado que Jamie dijera que no la veía como una hermanita y que nunca lo había hecho. Se había sentido tan feliz y emocionada al respecto... ella había perdido las esperanzas de gustarle a Jamie desde que él se había ido, pero en ese momento todo parecía posible.

—No creo que pueda estar más peinado, Regina —le dijo su madre al entrar en la habitación de repente.

Ella dio un salto al escucharla y se volteó hacia ella, su madre dejaba ropa limpia sobre su cama. Cuando terminó echó un suspiro al aire y se colocó las manos en las caderas para mirarla.

—Luces feliz ¿Emocionada por el concierto? —Blair se acercó a ella entrecerrando los ojos, Regina se volteó inmediatamente hacia el espejo, sabía que su madre tenía un sexto sentido para averiguar sus secretos—. O bueno, más que feliz, luces en shock ¿algo pasó? —ella se inclinó hacia Regina poniendo sus manos sobre sus rodillas.

Es todo, la había atrapado. Así era Blair Rain, sabía cosas que nadie más sabía. Al menos sobre ella, era como si leyese su mente o algo. Tal vez ella solo era tan transparente como su padre y por eso su madre la conocía tan bien pero en realidad daba un poco de miedo lo intuitiva que era.

—Estoy conmocionada, eso es todo —ella se encogió de hombros intentando salvar su vida allí.

—Soy tu madre, no le mientas a tu madre —Blair se cruzó de brazos volviendo a erguirse—, desde que Jamie llegó has estado desconcentrada, ni siquiera he escuchado una llamada histérica de Lena por lo del concierto ¿será porque por fin te has animado a decirle a Jamie que te gusta? —ella se movió detrás de Regina con total normalidad, como si lo que hubiese dicho no fuera algo para morirse.

—¿Q-q-qué? —el cepillo se cayó de las manos de Regina.

—Oh... —Blair soltó una risa—. ¿Te creías que no lo sabía?

—¡Por supuesto que sí! ¿por qué tendrías que saberlo? —Regina se cubrió los ojos con las manos—. Se supone que nadie lo sabía.

—Eso dices tú, hasta tu padre lo notó —Blair se sentó sobre la cama mientras Regina soltaba un quejido algo gracioso—. Ya, deja de quejarte, ven aquí —palmeó el lugar a su lado.

Regina suspiró y se levantó, caminó hasta su cama y luego cayó a su lado; Blair la rodeó con su brazo, ella recostó la cabeza de su hombro aun con sus manos cubriendo sus ojos.

—¿Les molesta que me guste Jamie? —preguntó ella y mordió su labio luego.

Ese era uno de sus más grandes miedos; que su familia no aceptase que Jamie y ella estuviesen juntos. Por supuesto, solo en caso de que ellos lo estuviesen alguna vez. Ella no veía capaz a su padre de oponerse a algo que a ella la hacía feliz veía totalmente capaz a su madre de ellos. No es que Blair fuese la mala del cuento pero la conocía, cuando se trataba de hacer lo que creía correcto para sus hijos Blair era implacable.

—No, es decir... es comprensible, es un muchacho muy guapo, listo y decente, tiene sentido que te guste —Blair acarició su pelo con una mano y ella sintió un alivio en su pecho.

—Pero... es el hermano de la tía Padme —susurró ella con preocupación, aun queriendo cavar un hoyo para morir en él.

—Es algo rara su relación familiar, pero no hay lazo sanguíneo, lo que nos deja a todos tranquilos —dijo Blair—. Por lo menos a mí, no estoy segura de que la madre de Jamie y Padme pueda soportar más lazos con la familia Rain —ambas rieron, Regina asintió—, pero sinceramente prefiero a Jamie antes que al chico de Lucy y Greg.

Regina rodó los ojos.

—Supéralo, madre —le dijo.

—¡No hablaré más sobre ello, pero no fue bonito!

Regina rió y sacudió la cabeza.

—Debo terminar de alistarme —le dijo.

Blair asintió y se levantó, le echó un vistazo a la ropa que tenía sobre su cama y frunció el ceño.

—¿No quieres que te eche una mano? —preguntó con cautela.

—No —Regina se cruzó de brazos—. Adiós, mamá.

—Nunca combines marrón con negro —le advirtió.

—Nunca lo haría —Regina levantó su mano.

—Esa es mi niña —Blair le besó la mejilla—. Nos vemos.

Los Rain [Extras de LVDDLP 1 & 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora