Parte 19 - No hay dos sin tres y cuatro

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Antes de dejaros con el capítulo, dejad que os explique el dibujo. En un principio, sólo iba a ser un boceto para representar el momento en que el equipo llega a la competición, pero hace poco descubrí gracias a una amable seguidora que existe un concurso llamado Wattys2016 en Wattpad. Se trata de un concurso anual donde se pueden inscribir fanfics y, por lo visto, se basa bastante en la popularidad de los mismos. En otras palabras, si "Un asunto conejudo" se extiende en las redes sociales y gana más votos y seguidores, puede que hasta tenga la oportunidad de ganar un puesto en el podio. ;) hehe! Y ahí es donde entráis vosotros. No voy a obligar a nadie; cada uno es libre de decidir, pero si votáis o compartís la historia será de gran ayuda. Y es que os agradezco mucho que continuéis leyendo y apoyando esta historia. ^_^

Ah, para los que escribís, la palabra de hoy es "Regüeldo". Al parecer, es un eructo que expulsa los gases del estómago. Aunque suene asqueroso, no os acostaréis sin haber aprendido nada nuevo. Puede que este capítulo sea un tanto... asquerosillo en algún momento determinado, asi que os pido perdón por futuras sensaciones desagradables. No haré muchos como este, os lo aseguro.

Por cierto, en mi Deviantart (Raygir13) hay nuevos bocetos de Glenn y compañía, para aquellos que no los hayáis visto aún. Y hablando del demonio, ya era hora que volviera a aparecer! Con él os dejo de momento. ¡Feliz lectura y mil gracias por vuestro apoyo! :D!

Banda sonora:

Competición de tragones:

Burger Binge (Beethoven 2nd) - Randy Edelman

Martial arts (Shangai noon) - Randy Edelman


Tenemos un ganador:

Isabel's Horse and Buggy (Stepmom) - John Williams


Capítulo 19: No hay dos sin tres y cuatro

Glenn levantó sus gafas de sol con una sonrisa. Había decidido venir de incógnito por una vez, al igual que dos de sus guardaespaldas, que aguardaban a cierta distancia, y se había vestido como el populacho, con camiseta y tejanos. Una bonita gorra de marca coronaba su blanca cabeza, pues le permitía guardar cierta clase y, al mismo tiempo, lo ayudaba a pasar desapercibido.

Si bien todavía tenía ciertos preparativos que atender para que su plan alcanzara el objetivo, había preferido disfrutar de una pequeña pausa al saber que Judy participaría en la competición de Bunny Burrows de este año.

Curiosamente, Glenn se estaba entreteniendo de lo lindo a pesar de la presencia de los volpinos en el campo de batalla. Judy se había empeñado en demostrar a todos que los zorros podían aportar algo bueno al mundo... pobrecilla, no sabía que había perdido la guerra antes de comenzar. Pero bueno, ya tendría tiempo para darse cuenta. Él mismo se lo haría ver...o si no, lo harían los demás.

Su sonrisa se acentuó. Lo del laberinto del zorro había sido un puntazo por parte de los organizadores. Y no había tenido ni que intervenir. Lamió un poco la piruleta sin gluten que le había ido a comprar expresamente su chico de los recados y pensó un instante en la joven coneja.

Los recuerdos que tenía del colegio eran vagos y difusos, pero esos ojos siempre habían formado parte de los mejores. Aunque actualmente sólo se tratara de un capricho, pues estaba más interesado en las tierras de Hopps que en su hija, su estricto padre le había insistido tanto con el futuro del linaje RIchfield que comenzaba a vislumbrar la posibilidad de convertirla en la madre de sus hijos. No es que le faltaran pretendientes. De hecho, todas las hembras de Burrows se interesaban por su soltería y puede que esa fuera la razón por la que las aborrecía. Judy, sin embargo, era independiente y trabajadora; guapa, inteligente, enérgica... Estaba seguro de que encajaría bien en las altas esferas donde él se movía.

¡Un asunto conejudo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora