Capítulo 24.

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He recorrido casi el país entero y ni rastro de Lena. Parece como si hubiera desaparecido de la faz de la tierra, y eso me pone aún más nervioso. Ya han pasado casi cuatro semanas, por no decir un mes entero. Maldita sea.

Tengo una sensación de agonía instalada en el pecho a cada segundo que paso sin ella. Es algo que no había sentido desde hacía siglos. Digamos que apenas había sentido nada por alguien en lo que se refiere a cariño o amor. Ni siquiera a mis padres o hermana, los cuáles nunca me han dado afecto ni nada por el estilo, aunque esta última hizo el intento y es por ello por lo que no vivió mucho tiempo. Larga historia. Sólo una vez sentí esto que me corroe por dentro por una persona, y no fue nada comparado con el dolor que invade mi cuerpo. Parecerá una tontería, pero sólo he querido una vez a alguien, y ese era mi mejor amigo. Al cuál me arrebataron un grupo de humanos cuando todavía nuestro poder no había salido a relucir en este oscuro mundo. Es por eso que odio a la mayoría de los humanos.

En estos momentos me encuentro en el que llaman el Valle del Olvido. El origen de su nombre fue una guerra que estalló en este verde lugar en el siglo XIX, y en el cuál todos aquellos que fallecieron aquí, fueron olvidados por la sociedad. No muy creativo el nombre, la verdad, pero por ese entonces los asquerosos humanos tenían que ponerle nombres ridículos a todos.

Me siento en la sombra de un árbol. Está anocheciendo, y aunque sea leve, todavía puedo sentir cómo el frío se va instalando en el ambiente. Esa es otra de las cosas por las que echo de menos ser joven: el sentir.

Un ruido a mis espaldas me pone alerta. Mi sexto sentido me dice que es un humano por el olor de su sangre. Me incorporo de un salto y encaro al despreciable ser que acaba de aparecer por detrás de un árbol. Viene solo, al parecer, pues no siento ninguna otra presencia.

―¿Quién eres? ―pregunto amenazante.

El humano no tiembla. No como lo harían otras. Es más, me mira como si fuera superior a mí. Já, ni en sus más gloriosos sueños.

―Kyron Borrmann, cuánto has tardado.

No me molesto en hacerme el sorprendido. Bien parece que al fin he encontrado el paradero de Eversionem. Algo irónico que estén asentados justo en el Valle del Olvido.

―¿Dónde está ella? ―al hablar siento como mi voz envenenada surge efecto en el cuerpo del humano, el cuál intenta disimular un temblor que empieza a aparecer en sus manos. Vaya que el sentimiento de superioridad se le ha esfumado rápido.

―¿Tanta ansia tiene un vampiro tan importante como tú de ver a una humana? ―dice esbozando una fingida sonrisa.

Cierro mis manos en puños a la vez que me acerco a él, hasta quedar a centímetros de su rostro. Es más bajo que yo, por lo que fácilmente mi figura ante él puede verse tan imponente que seguro que está aterrorizado.

―No te lo repetiré dos veces. ¿Dónde está? ―mi voz envenenada sale en un susurro.

Como única respuesta, el humano me da la espalda y comienza a caminar en dirección a la espesura del bosque.

―Si quieres saber dónde está, tendrás que venir conmigo ―habla sin pararse.

Por poco y me río de su ingenuidad.

―¿De verdad crees, asqueroso e insignificante humano, que voy a caer en tu trampa?

Esta vez sí para de andar, y aún sin volverse, puedo notar en su voz un deje de burla que no hace otra cosa que irritarme.

―Allá tú, vampiro. Pero esta es tu última oportunidad de saber dónde está tu querida mascotita ―pone énfasis en las dos últimas palabras, lo que me hace pensar que no solo la tienen encerrada en algún maldito lugar, sino algo más.

―¿Qué le habéis hecho? ―pregunto con la ira recorriendo mis venas.

El humano gira su rostro para que pueda ver como esboza una sonrisa malvada, lo que hace que mi enfado aumente más.

―¿Vienes o no? El tiempo corre. Tic-tac.

Y tras decir eso sigue andando. Sabiendo que voy directo a la boca del lobo, inspiro aire profundamente y con el único pensamiento de que esto lo hago por ella y nada más que por ella, comienzo a andar tras él, adentrándome en la espesura del bosque, que se vuelve más frío conforme la noche avanza.



Marionette ©Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang