Capítulo 17. Deseaba estar contigo.

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Nada me sacaba de la cabeza que era en realidad un gran estúpido por lo que hacía siempre que algo me molestaba. La prueba más latente de ese eran los golpes que tenía en mi rostro y en mi abdomen. Golpes que sé fueron bien merecidos.

Sí, dije golpes. Pues Elsa me convenció de acompañarlos a casa de los Guzmán y que fue lo que vi al bajar del auto, a Kendra y al idiota de Caleb besándose apasionadamente mientras Mélin jugaba con un pequeño cachorro, regalo del imbécil ese.

No lo soporte y me abalance sobre ese tonto, le golpee en la cara llamándolo de todas las maneras insultantes posible, él no se defendió y eso me molesto aún más. Escuche las suplicas de Kendra de que parara y lo deja pero la ignore por completo.

Ella me tomo del brazo y sin querer le di una bofetada, creyendo que sería Marcos el que intentaba separarme de Caleb.

Cuando la vi en el suelo tocándose la mejilla con una de sus manos y con los ojos llenos de lágrimas me quede en shock. Le había levanto la mano y pegado a la mujer que amo.

No sé qué provoco que Caleb reaccionará y se abalanzara sobre mi como un psicópata, si el golpe que le di a Kendra o ver que ya le había sacado mucha sangre de la nariz. El chicte fue que se molestó y me propino una buena golpiza.

Creo que lo único que evito que ese chico me matara a golpes fue que Kendra se lo pidió. Cuando él me dejo de golpear, abrazo a mi amiga y le pidió disculpas por el arranque de violencia que sufrió.

Mirarlos de esa manera, viendo como ella se tranquilizó al estar rodeaba de los brazos de Caleb y de escuchar sus miles de disculpas, me hizo darme cuenta que no importa cuánto me esfuerce por ser una mejor persona, jamás lo lograre.

Ese chico es el mejor pretendiente que Kendra puede tener, pues en sus ojos se ve cuando la ama y cada vez que ella lo necesita hace a un lado sus cosas y se concentra solamente en ella.

Caleb de verdad la ama y haría cualquier cosa por ella, cambio completamente para no perderla cuando estuvieron juntos y ahora que ella no lo recuerda tan bien, esta con ella tratando se hacer feliz.

Me duele reconocerlo, pero él...es mejor pareja para mi amaba Kendra y podrá ser un mejor padre para Mélin. Yo he cometido muchas tonterías y en lugar de dejar de hacerlas, siempre consigo traer una nueva desgracia para ella y para mí.

Me falta mucho por madurar, por ser un hombre digno de una familia.

Soy tan inmaduro que insulte a Kendra y Sara por ser buenas personas y conquistar el corazón de los chicos. Nada justifica lo que hice, lo que dije y como actué contra ellas.

Estaba muy dolido con la muerte de uno de mis mejores amigos, que aunque nunca se lo dije, lo considere mi único mejor amigo cuando descubrí que los que suponían eran mis camaradas siempre me mintieron.

Las palabras que les grites a las chicas aún están presentes en mi cabeza. No dejan de repetirse una y otra y otra vez, así como las expresiones de sus rostros cuando les dije que eran un dúo de asesinas.

¿Por qué siempre tengo que actuar como un idiota al sentirme triste? Tengo que encontrar una manera mejor de expresarme y no herir al que tenga más cerca. Gracias a las terapias aprendí a no emborracharme al sentirme así pero creo que no me ayudo en mi problema de atacar verbalmente a todo el mundo.

Todavía tengo que trabajar en muchas cosas respecto a mí. Creí que ya era maduro y que ponía manejar muchas cosas. Que equivocado estaba.

―Sabía que estarías aquí, hijo―dice mi padre sentándose a mi lado―. Te conozco desde el día en que saliste del vientre de tu madre y sé que te sientes mal por lo que hiciste en la funeraria. ¿Me equivoco?

𝐒𝐨𝐥𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐭𝐮𝐲𝐚 (#1)Where stories live. Discover now