Capítulo 15. Aunque me duela.

Start from the beginning
                                    

―Te lo suplico, cariño...

―No me vuelvas a llamar así, quiero que me dejes sola―ella abre la puerta del baño y sus ojos están tan rojos e hinchados, que me dan ganas de golpearme contra la pared. Me jure no volverla a lastimar y con esto, hice todo lo contrario ―. Lárgate ahora.

Niego con la cabeza y doy unos pasos hacia delante, los cuales Kendra retrocede y queda de nuevo dentro del cubículo.

Ella me fulmina con la mirada y me estremezco. Extraño ese brillo tan hermoso en sus ojos, ese brillo que me decía te amo. Falta mucho para que la chica dulce de antes regrese y siempre en lugar de ayudarla a seguir adelante, la empujo a ese rincón del olvido.

¿Cómo maldita sea siempre hago lo contrario a lo que me propongo?

―Sé que hice mal al ocultarte las cosas―le digo con sinceridad―. Pero no tenía opción, el médico dijo que era recomendable que esperáramos un mes para contarte las cosas de tu pasado.

»Lo hice porque tenía miedo de volverte a perder, de ver cómo te volvían a encerrar en una habitación acolchada con una camisa de fuerza. De escucharte gritar con fuerte que nos lastimabas los tímpanos y nos rompías el corazón.

»¡Dios, tenía miedo de muchas cosas! Reconozco que no soy tan perfecto como Caleb, que soy un ex playboy tratando de ser el hombre que mereces...

Ella se ríe de mí y frunzo el cejo. Al verme hacer eso, ella se ataca de la risa.

―¿Qué es tan gracioso? Me estoy abriendo contigo y te burlas de mí.

―No me burlo de ti―responde con una sonrisa de lado y tratando de recuperar el aliento―. Me rió, porque crees que Caleb es perfecto―frunzo tanto el cejo que siento que mis cejas se pueden tocar―. Antes de que nosotros nos conociéramos, él era peor que tú.

»También es un...playboy regenerado.

La miro con asombro por unos segundos y después la abrazo con fuerza.

―De verdad que eres un ángel―le susurro en el oído―y no mereces que los playboy sean los únicos chicos a los que atraigas.

Ella vuelve a reír y me siento feliz al escuchar ese hermosa risita, después del trago amargo que vivió.

•:*'¨'*:•☆.•:*'¨'*:•☆.•:*'¨'*:•☆.•:*'¨'*:••:*'¨'*:•☆.•:*'¨'*:•☆.•:*'¨'*:•☆.•:*'¨'*:•

PVO CALEB.

Una parte de mí está ansiosa de saber lo que quiere hablar Mateo conmigo y la otra algo preocupada. No es que le tenga miedo o algo.

Es por la simple razón de que haga algo en contra de Kendra, si no hago algo que él quiera. Sé que estoy diciendo puras incuerencias.

Mi mayor miedo es que ella salga lastimada en todo esto. La amo demasiado para permitir que le hagan algo.

Estaciono el auto frente a la casa de la familia Robles, apago el motor y antes de salir tomo tres bocanadas de aire. Quiero estar listo para cualquier ataque verbal que él tenga planeado para mí. Porque ese chico sí que sabe defenderse con las palabras.

Me pregunto si...sacudo mi cabeza para alejar esa tonta pregunta.

Me prometí no volver a dejar salir al chico que fui hace tiempo. Jure ante muchos santos, ser pacífico y un buen chico por Kendra. Jure por ella que no dejaría que nada malo le pasara, como ya dije, por mí.

Un poco calmado, decidido a platicar con ese chico y dejarle claras mis intenciones con Kendra, abro la puerta del auto y bajo de este.

Atravieso con paso firme el patio de los Robles, subo los pequeños escalones y toco el timbre. Espero un par de segundos hasta que abren la puerta.

𝐒𝐨𝐥𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐭𝐮𝐲𝐚 (#1)Where stories live. Discover now