Capítulo 33: Celos erróneos

Comenzar desde el principio
                                    

—¿Rojito, acaso estás celoso?

—No... solo me molesta que pases tanto tiempo con él —me levanté de la camilla y tome mi mochila, dirigiéndome a la salida

—Bueno... —camina a mi lado— ¿Quieres que te acompañe a tu casa?

—No te preocupes, puedo encontrar mi casa yo solo, muchas gracias —dije con ironía— Pregúntale a Tony, que "su majestad" puede romperse una uña en el trayecto a casa y no tendrá a su príncipe azul quien le ayude —dije con sorna, para luego irme, dejando al pelinegro atrás

Llegué a mi casa sin ánimos. Fui directo a mi cuarto, encerrándome, y me tiré a mi cama a ver mi celular. Ignoré todos los mensajes y puse mis audifonos. Elegí mi lista de reproducción más larga y me acomodé, cerrando los ojos para concentrarme enteramente en la música. No quería ver nada, no quería pensar en nada... ni en nadie

—...chan... nii-chan... ¡Onii-chan! ¡Despierta!—comencé a abrir los ojos, para encontrarme a mi hermana pequeña, sacudiendo mi brazo. Todo estaba oscuro... ¿qué hora es?

—¿Qué pasa Lia?—bostecé y me tallé un ojo

—Tienes visitas. Te están esperándote abajo

—¿Cómo lograste entrar? Mi puerta estaba cerrada con seguro

—Soy fujoshi, tengo mis trucos—guiño un ojo y me hizo levantarme con una fuerza que hasta yo desconocía— Vamos, a los chicos lindos no se les hace esperar 7w7

—¿Chicos... lindos?—enarque una ceja, cerrando mis ojos por la luz que había fuera de mi habitación, pero antes de siquiera poder enclarecer mi visión, mi "querida" hermana me empujó por las escaleras, haciendo que casi me caiga. Entonces vi en la sala a mis padres, hablando anímadamente con un chico alto y fornido de cabello castaño. Cuando lo reconocí, abrí mis ojos como platos

—¡¿C-CAPITÁN?!—exclamé, ganando la atención de los presentes

—Hola Ethan—dijo el castaño, levantándose del sillón—   Y no me digas así, solo dime Ben

—C-Claro... Ben...—dije algo avergonzado por como me veían todos... en silencio

—¿Sueles dormir así todos los días? Se nota que te falta desarrollar músculos, Ramírez—dijo en tono divertido, bajé la mirada y me sonrojé violentamente al descubrir que aún tenía el uniforme, pero sin correa con el pantalón por la cadera y mi camisa abierta, dejando todo mi pecho expuesta. Inmediatamente, traté torpemente de abotonar mi camisa, lo que no me resultaba por la prisa

—L-Lo siento... es que no esperaba visitas. A todo esto, ¿a qué has venido?

—Hay una competencia en un par de semanas

—¡¿Y no podías decírmelo mañana en la escuela?!

—Necesitaba la autorización de tus padres para mañana, o de lo contrario, no podrías ir. Eres un jugador de una resistencia increíble, nos harías falta

—Oh... ¿entonces con los otros haces lo mismo?

—No, a los otros ya se les había avisado antes... aquellos que llegan temprano a la práctica y no tienen siempre una excusa

—Jejeje... lo siento

—Bueno, tus padres ya firmaron el permiso y ya te avisé, así que me reti... —no pudo terminar de hablar. ya que algo, o mejor dicho alguien, se le tiró encima

—Ma, ¡¿ME LO PUEDO QUEDAR?! —dijo mi hermana menor, abalanzándose al cap... digo Ben

—Ehm... ¿es tuya? —dijo el castaño dirigiéndose a mí, señalando a la pequeña pelicafé

¿Solo Un Juego? (Boys Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora