Capítulo nueve.

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-Debería importarte.- dijo mi madre mientras abría la puerta del auto.

-No es nada mamá, en serio, puedo cuidarme solo.- dije.

-Una semana es mucho tiempo, Aini.- replicó ella.

-Tiempo que pasaré ocupado haciendo el proyecto de arte, pronto entrare a la universidad otra vez.

Mi madre arrancó el auto y suspiró. Sabía que tenía razón.

-Cariño aún no estoy segura, no quiero dejarte solo tanto tiempo.

-Mamá no me pasará nada, puedo decirle a Matthew que venga y así no estaré solo.

-Vale, pero promete que vas a portarte bien.

-Lo prometo.- dije.

En ocasiones mi madre se preocupaba demasiado. Esta ves era por un viaje de negocios. Tendría que salir de la ciudad una semana y no quería dejarme solo tanto tiempo.

A mi me daba igual, pero mi madre no lo tomaba a la ligera.

Llegamos a el aeropuerto una hora antes de su vuelo.

-De verdad no quiero dejarte solo, será nuestro primer año nuevo separados.

Mi madre dejó caer una lágrima.

-Mamá no llores, estaré bien, tú estarás bien y será un gran año. Aparte este viaje es por el bien de ambos, debes concentrar todas tus energías en el trabajo.

-Tienes razón cariño debo concentrarme en el trabajo.

Cuando mi madre se fue me sentí extraño. Nunca había estado separado de ella tanto tiempo así que estaba un poco asustado.

Sería una larga semana.

Llegué a casa con un retraso impresionante. No me gustaba manejar en la ciudad así que tomé el camino menos transitado de todos, pero a la vez el más largo.

Era de tarde lo que significaba una sola cosa... Tendría que cocinar.

Yo era un asco en la cocina, lo único que podía hacer bien era pasta, pero casualmente no había pasta en casa. No quería ir al super, ni pedir comida rápida.

El hambre me volvía loco cada segundo que mi estómago pasaba sin alimento.

Iba a darme por vencido cuando sonó el teléfono de la sala.

-¿Bueno?- dije con el aire contenido ya que corrí para contestar a tiempo.

-¿Aini? Soy Melissa, trabajo con tu madre, ¿Me recuerdas?- dijo la voz del otro lado del teléfono.

Vagamente recordé a Melissa por las reuniones que hacía mi madre en la casa. Me sorprendió que me llamara Aini y no, bueno, Anne.

-Sí, te recuerdo, ¿pasa algo?

-Verás el vuelo que a tomado tu madre se ha desviado a Londres, y me llamó para decirme que te avisara ya que tu celular la manda a buzón. 

Le di una mirada a mi celular para confirmar mis sospechas.

Estaba más apagado que mis ganas de cocinar.

-Gracias por llamar Melissa, me pondré en contacto con mi madre ahora mismo.

-No hay nada que agradecer hijo, cuídate mucho ¿vale?- dijo Melissa, sonaba como el doble de mi madre. Quizás se debía a que eran mejores amigas.

BOYS (PENDIENTE EDITAR)Where stories live. Discover now