T & T

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Hola mis lok@s. Bueno, finalmente, después de más de una semana de andar escribiendo y escribiendo, mi querída amiga @SolGuariato y yo hemos terminado el capítulo especial en donde juntamos al pequeño demente de Thomas xD y al intimidante de Tavella (de Relato de una Obsesión). En fin, espero que lo disfruten y les guste, nos leemos cuando terminen el cap.

- ¿Por qué no? -Gritó a punto de llorar del enojo. Tenía las manos apretadas tratando de contener frases de las cuales sabía que se arrepentiría, por muy enojada que estuviera, era su madre.

- ¡Ya te dije que no! ¡Soy tu madre, Aline! -Le gritó en respuesta Carolina, desde el otro lado de la mesa.

- ¡Pero ya tengo 18 años, mamá! -Reprochó Aline.

- ¡Mientras vivas en mi casa harás lo que yo te diga! -Dijo.

Aline había perdido la cuenta de cuántas veces había escuchado decir aquello por parte de su madre.

- ¡Sólo es una fiesta a la que quiero ir con mis jodidos amigos! -Vociferó Aline, llenándose de más rabia cada vez, ya había pasado una hora en la cual solo había peleado con su mamá por lo mismo.

-Cállate o te castigaré otro mes -Amenazó la madre, bajando un poco la voz para sonar seria.

- ¡Te odio! -Gruñó la joven, caminando hacia la puerta.

- ¡VUELVE AQUÍ ALINE WELLS, O TE JURO QUE NO VOLVERÁS A PONER UN PIE EN ESTA CASA! -Dio una última amenaza alzando la voz para sonar dominante.

- ¡BIEN POR MÍ! ¡NO QUIERO SEGUIR EN ESTA ESTÚPIDA CASA, CON TUS ESTÚPIDOS PROBLEMAS CON EL ESTÚPIDO DE PAPÁ! -Salió cerrando la puerta de un golpe, corrió lejos de la casa antes de que su madre pudiera decir algo más.

Siguió corriendo hasta que los pies le dolieron, el corazón le latía con tanta fuerza que tenía la respiración igual de agitada. Ya estaba lista para ir a la fiesta, en la que estaría el chico que le gustaba. Tenía un vestido apretado que le llegaba a mitad de los muslos. Usaba los tacones más altos y sexys que tenía, solo para impresionar a Oscar. Y, por si acaso, tenía puesta una lencería violeta con encaje. Había planeado ir a esa fiesta desde hacía 2 meses. Era el cumpleaños de su amiga y no podía defraudarla. Ella quería ir principalmente por el chico de cabello rubio más deseado de toda la escuela, y con razón. Oscar era alto, con músculos, piel bronceada, simplemente perfecto.

¿Y solo porque su madre había recibido una llamada de su ex esposo, iba a prohibirle ir a Aline ir a esa grandiosa fiesta? No, ya nada le iba a quitar la única noche en la que, quizás, Oscar se fijaría en ella de una vez por todas.

La joven se quitó los tacones y suspiró mientras sentía como se aliviaba un poco el dolor que le estaba matando los pies. Pegada a una pared de la calle, se masajeó los pies y echó la cabeza para atrás para tomar aire fresco. La casa todavía estaba lejos. El plan era que su madre la llevara en auto, pero el imbécil de Marcus, su padre, le marcó esa misma noche para pedirle dinero porque había chocado el auto estando borracho. Otra vez.

Desde que su padre y su madre se habían divorciado, él no podía conseguir un trabajo por su obvio problema de alcoholismo. Era un adolescente en el cuerpo de un adulto, todos los años le había pasado por encima. Como decía el dicho, "La vida pasó por encima de ti, tu no por ella". Casi literalmente Carolina era la encargada de mantenerlo.

Pero ¿Qué culpa tenía Aline de que su madre siguiera dándole dinero a Marcus una y otra vez? Si ella aprendiera a decirle que 'No' alguna vez tal vez su padre dejaría de llamarla, o tal vez no, pero al menos ella ya no gastaría su dinero a lo loco. Su madre tenía muy poca fuerza de voluntad, y siempre se la pasaba diciendo que esa sería la última vez en la que le daría dinero a Marcus. Solo pasaban unas semanas hasta que él volviese con la cola entre las piernas y ella cediera a lo que él pedía.

Secuestrada #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora