ESPECIAL: Detrás de la máscara

Ξεκινήστε από την αρχή
                                    

Entró un niño pelinegro para lavarse las manos y cara, mientras yo solo me quedaba viéndole, sorprendido. ¿Me habrá notado? Espero que no. Pero si veo que se acerca y me ofrece su "amistad" ¡le pegaré en los huevos!

—Oye, ¿estás bien? — me sacó de mis pensamientos la voz de ese niño, que cuando alcé la mirada estaba en frente mío. Oh no... había olvidado que estaba llorando. Inmediatamente, oculté mi rostro entre mis piernas. Este día no podría ir peor

—¡Obvio que no! Me viste llorar... ¡se supone que los hombres no lloran! — dije, citando las palabras que mi padre me decía desde pequeño

En eso, sentí una mano sobre mi hombro, que me hizo alzar la mirada, era ese niño pelinegro, que me miraba con esos profundos ojos negros, que por alguna razón, no podía dejar de mirarlos

—¿Quién te ha engañado? — me dijo, haciendo puchero — Puedes llorar, sin importar si eres niño o niña, o sino, todos seríamos como robots — comenzó a hacer sonidos graciosos y a moverse como un robot, por lo que primero me saco una sonrisa, y luego comencé a reír un poco, olvidando la razón por la cual lloraba — ¡Aja! ¡Reíste! ¿Te sientes mejor? — dijo con una gran sonrisa en mi rostro

—Sí... supongo — dije, mostrando una pequeña sonrisa

—¿Cómo que supones? ¡Haré que estés seguro! — se me abalanzó y comenzó a hacerme cosquillas, a lo que no pide evitar estallar a carcajadas y retorcerme, era muy cosquilludo.

—Jajajajaja ¡Para! Jajaja ¡Detente! Jajajaja — trataba de decir mientras literalmente lloraba de risa, hasta que rato después se detuvo

—Y bien... ¿me dirás por qué llorabas? — sentí una punzada en el pecho, ese niño me había hecho olvidar todo hasta ahora y... lo recuerdo otra vez.

Me senté y, la gran sonrisa que había en mi rostro, fue reemplazada por una mueca triste. Quería volver a llorar, esto no es bueno

—No... quisiera hablar de eso — dije, con el tono de voz apagado y volviendo a abrazar mis piernas

—¡Vamos! ¿Somos amigos después de todo, no? — dijo con un tono animado, lo que fue la última gota que colmó el vaso. No iba a aceptar "amigos" por conveniencia

—¡No lo somos! — lo alejé de mí — Y si eres otro de esos niños que sólo me busca por el dinero de mi familia, te sugiero que salgas de aquí, ¡YA! — exploté, señalando la puerta, viendo como el niño me miraba sorprendido

—¿De qué hablas? ¡Yo ni te conozco! Recién me mudé aquí hace un par de meses — hizo puchero

Me sorprendí con sus palabras, al mismo tiempo que sentí como la culpa me comía por dentro. Lo prejuzgue... sin siquiera conocerlo. Eso solo me puso más triste, haciendo que abrace más mis piernas.

—Lo siento... — dije

—Bueno, te perdono si me cuentas lo que te pasó — dijo con una sonrisa. Yo solo suspiré

—Está bien... aunque dudo mucho que lo entiendas...

Comencé a explicarle todo lo sucedido desde la mañana, pero con cada recuerdo mi voz se volvía más aguda y mi vista se nublaba... no otra vez. Sentí un cálido contacto en mi piel, ¿qué es esto? Me asusté y lo empuje, al mismo tiempo que retrocedía con mis brazos

—¿Q-Qu-Qué e-es lo que hi-hiciste? — dije, realmente asustado, a lo que él me miró confundido

—¿Qué? Solamente te di un abrazo — ladeó la cabeza. Había oído de eso... pero nunca lo había sentido antes... o al menos que recuerde

¿Solo Un Juego? (Boys Love)Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα