Capítulo 13

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Texa, Ali y yo estamos en un bar tomándonos unas cervezas. -¿Al final te vas el viernes? –me mira Texa. Se lo tuve que contar el lunes porque yo estaba demasiado emocionada y no se me da muy bien disimular cuando estoy muy contenta y ella a veces puede llegar a ser muy cansina. -¿Cómo? ¿Te marchas? –interviene Ali con otra pregunta. –Mucho mejor, Henry la ha invitado a ir con él una semana a Inglaterra y la muy tonta no sabe que decirle –contesta Texa por mí. -¡Chica! Yo si estuviera en tu piel no me lo pensaría dos veces y haría ya las maletas –se ríen, pero yo solo soy capaz de sonreír a medias. –Le llamaré cuando llegue a casa –es mi única respuesta, no quiero contarles aquí que ayer me llamo Armie amenazándome y obligándome a no acercarme más a Henry. Desvío el tema porque no quiero ponerme peor de lo que ya estoy.

-¿Seguro que está bien todo? –Texa me lleva de vuelta a casa pero parece que no quiere darse por vencida. –Sí, ¿Por qué? –me hago la tonta. –No sé, se supone que tienes que estar dando saltos de alegría porque el hombre del que estas enamorada te ha invitado a que vayas con él a su tierra –agacho la mirada, no sé que más decirla para que deje el tema a un lado. –Jess, puedes confiar en mí, soy tu amiga –me acaricia el brazo. –Armie me llamo anoche –suelto. -¿Que quería? –parece que está en shock. –No quiere que vaya con Henry de viaje, es más me dejo más claro que el agua que no quiere vernos juntos –siento una lágrima bajar por mi mejilla. –Jess tienes que denunciarlo ahora que puedes, sabes que no te dejará tranquila –coge mis manos entre las suyas. –No tengo pruebas suficientes Texa –me desespero. –Puede que no las tengas en papel, pero yo soy testigo de todo lo que ese tío junto a su hermano te hicieron pasar durante un año entero –nos abrazamos. Siento como el pasado vuelve a aparecer en mi vida. –No quiero pasar por eso otra vez Texa, ayúdame no se qué hacer y no quiero que Henry se entere –lloro en su hombro. –Tranquila encontraremos la forma de que a esos dos dementes les encierren de por mi vida. No estás sola Jess, me tienes a mí, a Ali, a Henry –tiene razón, sola no estoy pero no quiero que nadie importante en mi vida se vea afectado de ninguna manera por todo esto. -¿Chicas? –hablan detrás nuestra. Levanto la cabeza y ojalá no hubiera aparecido en ese momento. Le veo y entonces me doy cuenta de que no quiero estar lejos de él, me ha devuelto las ganas de seguir viviendo y cuando estoy con él el pasado no tiene importancia, solo el presente, él y yo. Veo como mira a Texa preocupado. –Vamos arriba y preparo algo de té –entro yo la primera y ellos dos me siguen, les oigo susurrar y por una parte me alegro de que Texa este conmigo en este momento porque así no tengo que ser yo la que le cuente a Henry lo que está pasando.

Oigo como Texa le está contando todo lo que la conté hace un rato. No puedo evitar escucharles y aunque yo esté en la habitación acostada y ellos en la cocina les oigo ya que hablan demasiado fuerte o es que a lo mejor piensan que estoy ya dormida. Oigo la puerta cerrarse y no sé quién de los dos se ha ido, así que me levanto. Veo a Henry recogiendo las tazas que han usado para tomarse el té. -¿Ya se ha ido? –hablo y parece que le he asustado ya que se sobresalta un poco. –Sí, la he dicho que me quedaba yo esta noche contigo –se gira. –Pero mañana tienes que irte –recuerdo su viaje. –Mi avión sale a las 16:00PM –tomo asiento en la silla que alguno de los dos ha dejado vacía. -¿Por qué no querías que me enterase de que Armie te llamó? –sabía que tendríamos esta conversación en cuanto Texa se fuera. –No quiero involucrarte –digo sin más. -¿Involucrarme? Se supone que eres la chica con la que estoy saliendo y ahora me dices que no quieres involucrarme –está molesto. –No quería decirlo así pero no sabes cómo puede llegar a ser Armie –se acerca hasta donde estoy. –Y él no sabe cómo puedo llegar a ser yo cuando amenaza a alguien a quien quiero –nos quedamos mirando unos segundos, quizás minutos. -¿Harás las maletas? –rompe el silencio que se había instalado entre nosotros. –Henry estoy intentado que nada de esto te salpique –me ofusco. No entiende que no quiero que le pase nada por mi culpa. –Y yo estoy intentando que veas que me da absolutamente igual, quiero que vengas y sé que quieres venir –en eso tiene razón. –No voy a ir contigo, lo siento mucho Henry –agacho la cabeza. Oigo que suspira profundamente. Tengo la vista clavada en sus zapatos y veo que se aparta de mi lado, levanto la mirada de nuevo y observo que se dirige a mi habitación. -¿Henry? ¿Qué haces? –no me contesta y oigo como abre el armario y varios cajones. Voy casi corriendo y veo que saca la maleta del armario, la abre y me mira. –Empieza a poner ahí la ropa que quieres llevarte, no metas cosas primaverales o de verano –y me deja sola en la habitación, boquiabierta. Salgo y no doy crédito a lo que acabo de ver. –No puedes obligarme a hacer algo que no quiero –me cruzo de brazos. –No te estoy obligando –se le ve bastante tranquilo y confiado sentado en el sofá. -¿Tan seguro estas de que al final iré? –levanto una ceja. –Se que vendrás –asegura. Es imposible discutir con este hombre, parece que cuando algo se le mete entre ceja y ceja es imposible hacerle cambiar de opinión. –Si ocurre algo de lo que luego te arrepientas recuerda que te avise –y dicho eso me voy a la habitación y hago la maleta. Meto la ropa más nueva que tengo, dos pares de zapatillas y unas botas por si llueve algún día. Voy al baño y empiezo a meter en el neceser de viaje, maquillaje, champú, gel de ducha, cuchilla, peine y el cepillo de dientes. -¿También tienes mi billete de avión? –le pregunto al volver al salón. –Si –le miro asombrada. –Pues si que estabas seguro de que iría vaya –le oigo reírse. –Ya me voy a dormir –hablo fuerte mientras me meto en la cama. -¿Quieres que me quede? –me asusto un poco, no pensé que estaba en el marco de la puerta. –Si, así mañana vamos a tu apartamento los dos juntos y no hay que volver otra vez aquí –asiente, le parece buena idea. –Tengo unos pantalones de chándal bastantes anchos, seguramente te valgan porque son de hombre –busco en la cómoda. -¿Qué haces con ropa de hombre? –pregunta divertido. –Tuve una época oscura que no quieras saber –se los tiro riéndome. –Me encantaría saber qué tipo de época oscura fue esa –le veo desvestirse. Primero los pantalones. –Te quedan bien ¿no? –la verdad es que le quedan como anillo al dedo. –Si no están mal –y acto seguido se quitada la camisa. – ¿No tienes una camisa que me valga? –niego con la cabeza. –Me gusta que duermas sin camisa –levanto las cejas. –Ya lo sé –le lanzo un cojín a lo que él ríe. –Pero que egocéntrico –se acuesta a mi lado y nos tapa a los dos con las sábanas. -¿Hace mucho frío a donde vamos? –le pregunto. –No puedo decirte con exactitud que tiempo hará porque puede que llueva tres días seguidos y luego salga el sol. En Inglaterra llueve muchísimo pero esta época es la mejor porque todos los prados están verdes y aunque haya días lluviosos, cuando sale el sol se está muy bien –asiento en silencio. Solo rezo porque Armie no coja un billete de avión.



Dejo una foto de Henry junto a Armie <3<3 Votad y espero que os vaya entreteniendo y gustando :)


Poco a PocoWhere stories live. Discover now