Capítulo 2

13.9K 680 15
                                    

Cuando llego a mi casa por fin me encuentro a salvo. Me siento en el sillón y de repente me doy cuenta de que no tengo trabajo y necesito dinero para pagar todos mis gastos. Quizás el curso que hice hace un año de modelo pueda servirme ahora para algo. Me pongo a buscar el número de la agencia para saber que tengo que hacer.

Llamada telefónica.

Operadora: agencia de modelos Los Ángeles ¿Qué desea?

Yo: hola, yo quería saber si hay vacantes para ser modelo o hacer publicidad de algunas tiendas.

Operadora: ahora mismo no te puedo decir eso porque mi compañera que es la que lleva ese tema no se encuentra disponible.

Yo: ¿podría pasarme mañana?

Operadora: si claro, cuando usted quiera.

Yo: muchas gracias.

Operadora: a ti, hasta luego.

Fin de la llamada telefónica.

La verdad es que no sé si me cogerán porque esa agencia ha trabajado con varios cantantes y actores para promocionar ropa, perfumes, zapatillas...etc., y yo siendo una chica sin ningún tipo de experiencia en el campo de modelaje tengo cero posibilidades. Pero bueno lo que me importa en estos momentos es conseguir trabajo, aunque sea los fines de semana.

Guiándome con el GPS del móvil consigo llegar a la agencia de modelos. Al entrar solo veo chicas altas, guapas y hombres muy atractivos y con cuerpos atléticos. Me dan ganas de irme por donde he venido pero veo que una chica morena se acerca. –Tú debes ser la chica que llamó ayer ¿no? –me sonríe. –Sí, soy Jess Adams –le doy la mano y ella le da un leve apretón. –Bueno vamos a darte una serie de ropa y accesorios para que te los pongas, luego cuando estés lista un hombre te avisará para que pases a la sala donde se hacen las sesiones de fotos –me mira para ver si la he entendido y asiento. Me lleva a lo que parece un camerino pero está lleno de ropa y zapatos. –Tu ropa es esta de aquí –me señala una montaña de ropa. –Ahora solo tienes que esperar aquí y enseguida te dirán que te tienes que poner –y dicho eso se marcha, dejándome sola con toda esa ropa.

No pasa mucho tiempo cuando un hombre con barba y gafas de diseñador entra al camerino. –Tú debes ser Jess –me sonríe alegremente. –Si –sonrío un poco cohibida por todo lo que me espera. –Bueno supongo que ya sabrás cuál es tu ropa. Así que te voy a decir todos los conjuntos y en el orden en el que quiero que salgas con ellos ¿de acuerdo? –asiento aturdida, espero que no se me olvide ninguno porque entonces sí que no me cogen. Escucho atentamente los conjuntos que me va diciendo y cuando me deja sola me dispongo a desvestirme. No tardo más que cinco minutos en ponerme el primer conjunto, un top blanco de Nike con un short deportivo negro de la misma marca y unas calzas blancas también de Nike y sin zapatillas. –Jess tu turno –me avisa la chica que iba delante de mí. Respiro hondo y salgo. – Muy bien Jess como eres una deportista quiero que poses como tal y que des un toque sexy –pienso en todas las fotos que vi la noche anterior en Internet e intento posar de la forma más natural posible pero sexy. –Si si esa es la pose que quiero –sigo moviéndome y parándome en distintas posturas, todas diferentes. –Suficiente, sales de lo más sexy. –me halaga y me voy a ponerme otro conjunto. El segundo conjunto es un vestido pegado con la espalda descubierta y esta vez unos tacones negros bastante altos. –Quiero que te sientes aquí –me señala lo que parece un banco –y me mires fijamente, seria –hago lo que me dice pero añado algún movimiento y me pongo la mano bajo la barbilla. –Sensacional, me encanta Jess –aplaude.

Después de una hora por fin he acabado de ponerme todos los conjuntos y eso que solo eran cinco. –Bueno Jess si eres la seleccionada para salir en nuestra revista te llamaremos en cuanto antes –Ali, la chica morena me acompaña a la puerta. –Vale –la sonrío y me encamino a la puerta y de repente veo algo que me descoloca. El actor que estaba en el bar de Sam está entrando a la agencia. Nuestras miradas hacen contacto e inclina la cabeza en forma de saludo y yo solo soy capaz de sonreír torpemente. –Henry amigo mío ¿Cómo estás? –Dalí, el hombre con el que he estado toda una hora haciéndome fotos le da un abrazo. –Bien, encantado de poder participar otra vez en un proyecto tuyo –sonríe. Vuelvo otra vez a caminar hacia la puerta porque me he quedado mirando la escena tan fijamente que tengo miedo de que se den cuenta. –Jess –me llama Dalí. Respiro hondo. –Te presento a Henry Cavill, Henry esta señorita es Jess Adams –no tengo más remedio que acercarme y darle dos besos. Su colonia de hombre me envuelve y me deja aturdida y su mano en mi cintura me quita la respiración. –Has hecho un trabajo excelente, me han gustado mucho tus fotos. Pero sabes que la elección de modelo no depende de mí –se lamenta. –Gracias y lo sé pero bueno si no me escogen iré a probar a más sitios, no pasa nada –sonrío nerviosa. Miro un momento a su derecha y él sigue ahí, lo cual me pone más nerviosa. -¿Sabes? Me encantaría que nos viéramos otra vez. Creo que tienes mucha personalidad y eso es lo que busco en una modelo, que transmita todo lo que es con tan solo mirar una fotografía ¿Qué dices? –me sorprendo al oír eso y solo atino a asentir rápidamente. –Claro –carraspeo. A continuación me tiende un papel con un número de teléfono, su número. –Este es mi móvil, te llamaré en cuanto haya terminado con todo esto –me lo guardo y me despido de ellos dos.

Por la noche en mi casa no puedo evitar buscar el nombre de Henry Cavill en Internet y no me equivoqué al pensar que es un actor y bastante reconocido por las películas que ha hecho, sobre todo las dos últimas en las que encarna al súper héroe Superman. Me pongo a ver multitud de entrevistas que le han hecho, fotos, programas de televisión a los que ha ido. –Estoy completamente loca –digo para mí.




Aquí dejo el segundo capítulo, mañana actualizare con otros dos ¡gracias por leerla!

Poco a PocoWhere stories live. Discover now