Capítulo 22

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Caminábamos en silencio por el bosque. El único sonido, a parte del de nuestros pasos, era el de animales nocturnos emitiendo extraños sonidos y de vez en cuando moviéndose por nuestro al rededor. Amaba a los animales, pero aquello era un poco escalofriante.

Aproveché el inusual silencio de Niko para reflexionar sobre todo lo que me estaba ocurriendo. En poco tiempo, ya ni siquiera recordaba cuánto, mi vida había sido puesta patas arriba sin siquiera poder evitarlo. Inicialmente había sentido una rabia poderosa cocinándose en mi corazón y un deseo de venganza insaciable cuando todo aquello empezó. Pero ahora, eso de pelear, salvarme de la muerte cada dos por tres, y sentir miedo, era algo a lo que me estaba acostumbrando. Mi número uno en mi lista de deseos hasta ahora, había sido vengarme de Hugo y Niko, pero Hugo había desaparecido del mapa, y Niko...Niko no era mi preferencia en este momento, y más teniendo en cuenta que la única pizca de felicidad que podía quedarme, era su hermana. Mi cabeza aún no podía asumir con claridad que mi cuerpo hubiera muerto, pero lo había hecho, era un vampiro y eso tenía sus partes aterradoras, por no hablar de los cambios repentinos de humor, parecía una embarazada bien cargada de hormonas. Lo único bueno era que me sentía más fuerte, todos mis sentidos se habían agudizado de una manera increíble y eso se agradecía, ya que últimamente la suerte no estaba a mi favor. ¿Pero qué haría? No podía seguir ignorándolo, no quería alimentarme de la sangre de otros, eso era inhumano, además de asqueroso. Y mi grupo, mis clases, mi carrera, nunca podría llegar a ser médico, todo se había ido a la mierda, todo por haber salido la noche del 20 de Enero. Una oleada de tristeza y añoranza me perturbó los pensamientos. Comencé a acordarme de todo lo que tenía, todo lo que ya no iba a poder tener.

-¿En qué piensas?-Dijo Niko girándose y clavando sus oscuros ojos en mis pupilas. Cuando hacía eso de incrustar su mirada en la tuya daba mal rollo, pero ya había asumido que era su manera de mirar a la gente.

-En nada.-Dije seria volviendo a la realidad. Entonces me echó una mirada de esas que dicen "los dos sabemos que eso no es verdad" y no lo era.

-Está bien, no me lo cuentes, llegaremos en seguida.-Dijo adelantándome mientras reposaba sus manos sobre su cabeza.

-En todo. No sé qué voy a hacer ahora.-Confesé. Nunca me había gustado mostrarme débil ni vulnerable, pero la verdad, Niko ya me había visto en situaciones peores así que me daba igual.

-No pienses en el futuro, simplemente vive el presente.-Dijo parándose en seco pero sin mirarme.

-Qué filosófico.-Contesté con una sonrisa burlándome.

Cuando pude darme cuenta, estábamos parados ante una casa tan normal que parecía perfecta. Era la típica casita con el jardín repleto de diminutas flores y los setos cortados a la perfección. Su hermosura era su esencia, no su fachada. Me quedé admirándola y dándome cuenta de lo mucho que me recordaba a mi antigua casa.

-¿Vamos?-Dijo tratando de que me moviera. Me había quedado embobada pensando en mi pasado perfecto.

-Esto...claro.-Dije con la voz entrecortada.

¿Estaría Beth allí? Esperaba que sí. No quería, pero notaba como los nervios se acumulaban en mi garganta a medida que el momento llegaba.

Entramos en la estancia y un olor a hogar me inundó las fosas nasales. Por dentro, era como me la había esperado; pequeña, humilde, casera, todo lo que una familia necesitaba. Los recuerdos no paraban de entrecruzarse en mi mente como si fueran trenes a alta velocidad yendo y viniendo.

-Ve arriba.-"Me instruyó.-Luego subo.

Yo hice un gesto dudoso y me acerqué a las escaleras de madera. Las subí haciendo que los escalones sonaran lo más poco posible. En el pasillo de arriba, una línea minúscula de luz sobresalía de una puerta que estaba entrecerrada. Beth.

Full Moon®  #PGP2023Where stories live. Discover now