Capitulo 48

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“¿Que demonios haces aquí?”

¿Sabes esas veces en las que sientes que algo va mal dentro de ti y no puedes dejar de llorar? Cada vez que lo recuerdas, tu interior se rompe un poco más y tu corazón esta a punto de hacerse un pedazo más. Te duermes llorando y ¿luego? Luego... para que hablar.

No había dormido especialmente bien. Me había despertado montones de veces para comprobar que Justin seguía a mi lado y que el estaba bien. Tenía una obsesión en mi cabeza. No quería que nada malo le pasase. Me aferraba a él cada vez más sintiendo su calor contra mi piel.

Abrí mis ojos y le miré a su serena expresión. Estaba dormido. Ni siquiera se daba cuenta de que le estaba mirando. Me moví un poco a su lado y el pasó su mano, involuntariamente, por mi cuerpo acercándome a él. Me acurruqué en su costado y apoyé mi cabeza al lado de su cuerpo para respirar su aroma.

Seguramente era de madrugada. Tragué saliva y decidí que lo mejor sería que saliera de la cama. No quería molestarle mientras el dormía y yo no paraba de moverme. Salté de la cama con cuidado y caminé por la habitación. La ciudad estaba en completo silencio y todavía faltaba algo de tiempo para que saliera el sol y amaneciera.

Mi cabeza iba a explotar de tanto llorar. Me dolía demasiado. Abrí un poco la ventana de la habitación y asomé mi cabeza para que mis mejillas se enfriaran por el aire que corría a esas horas en la ciudad. Suspiré profundamente despejando mis fosas nasales y cerré mis ojos apoyándome en el borde de la ventana.

Ni siquiera me di cuenta de cuanto tiempo estuvo allí. Pero poco después me estremecí al sentir una presencia detrás de mi y unos brazos rodearme la cintura. “Shhh, no te asustes.” Alguien me dio un beso en mi hombro descubierto y suspiró el aroma de mi pelo. Suspiré calmándome.

“Justin.” Dije en un jadeo. Cerré de nuevo mis ojos y sentí su cuerpo chocar contra mi espalda. Estaba bien entre sus brazos en la ventana mientras el viento chocaba contra mi rostro.

“¿Estas bien?” Susurró en mi oído plantando un beso detrás de mi oreja. Disfruté del contacto de sus labios contra mi piel. Tragué saliva y luego lamí mis labios. Me sentía en una nube flotando. Estaba tan agotada y cansada.

Suspiré y negué con mi cabeza. “Pero estaré mejor.” Susurré en voz baja, pero el lo escuchó los suficientemente bien como para contestar después.

“¿Que haces aquí a estas horas?” Preguntó de nuevo, mientras yo ponía mis manos sobre las suyas en mi estómago. Me encogí de hombros moviendo mi cabeza.

“No podía dormir y aquí estoy bien.” Tragué saliva, esta vez con dificultad. Estaba cansada hasta de llorar.

“Deberías de dormir _____.” Acarició sus manos con las mías y yo suspiré profundamente con cansancio en mi cuerpo.

“Simplemente... no puedo.” Lamí mis labios.

“¿Porque?” Notaba la preocupación en su tono.

“No lo se.” Mordí mi labio, enganchándolo entre mis dientes con fuerza. Como si él tuviera la culpa de todo lo que estaba pasando y me descargara contra él.

Impossible ღ [נusтιи вιeвeя&тu]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora