Destinos Entrelazados

No lo merezco

~Milagros de la noche~
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Marinette, abrió sus ojos de par en par, eso debía ser un sueño, pero se dejó llevar por ese sueño, demostrándole todos los sentimientos que ocultaba en su corazón desde hace tanto tiempo y sintió que no lo merecía, la azabache rompió el beso empujando con algo de fuerza al rubio, este se sorprendió por el repentino rechazo, pero se sorprendió más, al ver lágrimas bajando por el rostro de Marinette.

-Marinette...-

-No, por favor no... digas nada...- Marinette dio un paso atrás.

-Pero...- Dijo el chico dando un paso hacia adelante.

-Yo... yo...¡no merezco esta felicidad que siento!- La chica salió corriendo sin decir nada más, Adrien intentó perseguirla pero ella era rápida y en una esquina simplemente la perdió, se había esfumado, Marinette se había convertido en Ladybug, sus lágrimas aun salían, y distorsionaba un poco su visión se cayó algunas veces, pero llegó a su casa y entró por su balcón, deshaciendo su transformación y cayendo sobre sus rodillas.

-Tikki, lo siento, lo siento tanto, todo es mi culpa... alguien va a morir por mi culpa- Marinette lo repetía desesperadamente, su kwami, también con lágrimas en los ojos, se acercó a su portadora.

-Marinette, por favor no llores, no es culpa de nadie.- La criaturita roja se posó en su cabeza, intentando con sus pequeñas manos darle a su portadora un abrazo, Marinette sintió temblar a Tikki, la tomó en sus manos y la acercó a su pecho, sollozaron un momento más, y suspiraron largamente, tenían que tranquilizarse y pensar las cosas con cabeza fría, tenían que pensar en cómo vencer a la Akuma.

-Tikki, tu me habías dicho que ya había pasado esto antes... se que es muy difícil para ti, pero necesito que me cuentes que pasó...- Marinette aun tenia sus ojos rojos por llorar, pero tenía una mirada determinada, Tikki vio la determinación de su portadora, en definitiva era la Ladybug más fuerte con la que se había encontrado en toda su muy larga vida.

-Esta bien Marinette, pero no te lo contaré, te lo mostraré, será como un sueño, así que es mejor que te prepares para dormir, ya que es una larga historia.-

-Está bien.- En eso, la señora Dupain, grito desde el piso de abajo.

-Marinette! ¿estas en tu cuarto?- Marinette dio un respingo, se olvidó por completo que había entrado por la ventana.

-S-si mamá, llegue hace un rato.- se lamentaba mentirle a su mamá.

-Baja a cenar cariño.-

-Ok, ya bajo- Marinette se levantó del suelo y se dispuso a bajar.

-Marinette, ¿puedes traerme muchas galletas? Las voy a necesitar toda la energía que pueda tener.

-Vale, no demoró.- Marinette se fue de la habitación dejando a Tikki sola, la criatura salió hacia el balcón, observando hacia el cielo, la suave brisa le estaba sentando bien, la sentía refrescante.

-Hola Galleta- Tikki saltó del susto, además de un grito ahogado, inmediatamente identifico de quién era la voz.

-¿¡Plagg!? ¿q-qué haces aquí?- La criaturita roja se puso totalmente nerviosa, y tartamudeo, Tikki ya tenía estas reacciones desde hace mucho tiempo atrás, haciendo que su compatibilidad con cierta Azabache creciera, realmente el guardián de los Miraculous había hecho una excelente elección con Marinette.

-Un hola como estas hubiera sido suficiente, hace mucho tiempo que no nos vemos de frente y ya me siento rechazado.- El gato negro hizo un ademán de estar ofendido, mientras que Tikki solamente rodaba los ojos.