-esta bien, ve pero no demores- corro hacia el baño agarrando mi vestido para que no se caiga.

Hago mis necesidades y lavo mis pies.
Ahora mi pregunta es, me quito el vestido y salgo con el juego de lencería que llevo puesto? O dejo el vestido para que él lo quite? Me miro al espejo, peino un poco mi cabello, me quiero quitar el maquillaje que ya se ha corrido. Sin pensarlo mas, lavo mi cara antes de arrepentirme. Me miro al espejo y sigo dudando en si quitarme o no el vestido.

-mi ángel, estas bien?- Allan toca la puerta del baño.

-no entres Allan!- le pido.

-te estas demorando..- dice desde el otro lado de la puerta.

-oye AL!- lo llamo.

-que pasa?- suspiro profundo y hago la pregunta

-me quieres quitar el vestido o lo quito yo?- muerdo mis labios esperando su respuesta.

-yo te lo quitare. Así que apúrate- Muy bien, duda solucionada.

Salgo del baño y lo encuentro parado frente a la ventana, sin camisa, descalzo con el pantalón abierto y el cabello un poco alborotado. Sus brazos cruzados sobre su pecho, haciendo su espalda mas ancha y resaltando sus músculos. Miro el tatuaje de las alas y una sonrisa se apodera de mi y la pregunta de siempre regresa a mi cabeza, donde están "Las alas de Esmeralda"?

Camino con sigilo hasta él, se que me siente pero no me importa. Lo abrazo por la espalda y beso toda la extensión de su tatuaje. Un suspiro se le escapa y sus manos caen a los lados.
Se da la vuelta y me mira.

-así que querías quitarte tu el vestido- muerdo mi labio inferior. Por que mierda su mirada, su altura, su cuerpo todo él me pone nerviosa y me intimida cada vez que estoy dispuesta a estar con él?

Su cuerpo es tan perfecto, y su mirada me derrite, no solo eso.. Su mirada provoca tantas cosas a mi cuerpo.

-es que.. Yo..- mierda estoy divagando.

-estas nerviosa?- pregunta alzando una ceja burlándose, sus dedos recorren mis brazos, cuello y clavículas.

-tu me pones nerviosa AL..- me quejo y miro su pecho frunciendo el ceño.

-pero si yo no estoy haciendo nada..- ruedo los ojos.

-claro que si.. Solo.. Tu solo me miras de esa forma.. Y yo como una gran tonta.. Me pongo.. No se.. Me pones nerviosa..- golpeo mis caderas con mis manos, mientras hablo.

-y como te miro según tu?- habla con tono seductor, con la voz ronca y bajito haciéndome erizar aun mas y provocando que mi corazón quiera salir de su lugar.

-me miras así...- señalo sus ojos.

-como si no hubiera mas nada a nuestro al rededor, mira la luna, mira el mar, el cielo.. Son perfectos, pero tu solo me miras a mi como deberías mirarlos a ellos. Eso es perfección, no yo- sonríe y eso hace que yo me derrita y me frustre mas.

-eres un idiota AL- digo y apoyo mi cabeza en su duro pecho mirando hacia abajo, y con lo que me encuentro me hace abrir la boca de la sopresa.

Allan empieza reír a carcajadas, y yo mas roja no puedo estar.

-AL...- me quejo y él me abraza y me hace mirarlo a la cara.

-te he dicho que tu eres mi ángel, eres mi vida, eres mi todo. Para mi tu eres la perfección y no hay nada mas hermoso que verte a ti. Te miro así porque es lo que siento, siento que eres todo. Eres mi todo. Y te amo, te amo porque si, porque quiero, porque lo siento, y porque nunca dejare de hacerlo- estoy hecha toda gelatina. Le sonrío con mi corazón.

-te amo tanto AL- acaricio su duro pecho.

-te amo infinito mi ángel de ojos esmeralda- nos besamos, con hambre de uno del otro.

Me hace caminar de espaldas y luego me detiene.

-vamos a quitar este lindo vestido- avisa.

Toma ambas mangas del vestido y las va deslizando con lentitud por mis brazos, rozando con sus nudillos mi piel. Cuando mira el sostén que llevo puesto sus ojos brillan y sonríe.

-me gusta..- dice con emoción.

-Vamos a ver que hay mas abajo- sigue quitando mi vestido hasta que ya no siento su peso y se queda enredado entre mis pies. Nuevamente estoy expuesta a él y siempre se siente como si fuera la primera vez.

Allan toma mi mano y me ayuda a salir del vestido, su mirada escánea todo mi cuerpo, y su sonrisa delata su felicidad.

-simplemente perfecta. No pudiste haberme dado mejor regalo- él no suelta mis manos y yo no se que hacer.
Me mira por varios segundos, luego me hace dar una vuelta.

-AL.. Me estas intimidando- digo avergonzada.

-shhh no digas eso. Solo quiero admirar la hermosa y perfecta vista- muerdo mis labios mientras dejo que termine de mirarme.

-asi que zafiros?- dice después de un rato de estar viendo mi cuerpo.

-el color de tus ojos- murmuro con la voz ronca. Ambos estamos calientes, nos necesitamos tanto el uno del otro.

El encaje delicado de mi lencería tiene bordados algunas piedrecitas de zafiros. Lo hice yo misma, sinceramente las prendas quedaron muy hermosas, pues el encaje blanco tiene mas huequitos que tela, y en algunas partes lo borde con unos diminutos zafiros que le dan un brillo hermoso. 

-me encanta- dice con una sonrisa lobuna.

Se acerca a mi y empieza a darme besos húmedos, primero mis labios, luego va haciendo camino por mi cuello, hombros, clavículas, baja por el valle de mis senos, como éstos están tapados por el sostén, sigue su camino hasta mi ombligo, y sigue bajando, mi zona intima esta cubierta por una pequeña prenda, así que continua su recorrido hasta mis muslos.

Escalofrios, piel erizada, respiración agitada, y piernas de gelatina, en eso me he convertido. Miles de sensaciones se apoderan de mi cuerpo. Jadeo con cada caricia.

Con sus dientes baja la fina liga de encaje bordeada de pequeños zafiros por toda mi pierna derecha. La pasa por mi pie y la deja a un lado de la cama que esta detrás mio. Mierda! Allan me va a volver loca, ya no puedo esperar mas.

-la guardare como mi mas preciado tesoro- susurra con la voz ronca.

Sus labios se apoderan de los mios, me besa con pasión, saboreando nos y con cuidado me recuesta en la cama, y se posiciona encima de mi sin aplastarme. Mis manos recorren sus brazos, espalda y pecho. Nos deshacemos del resto de su ropa.

Con suma delicadeza desprende el sostén sin tiras desde mi espalda y este cae a un lado por el peso de las piedras. Se maravilla observando mas piel de mi cuerpo expuesta. "Mi ángel" susurra y empieza a darle atención a la parte superior de mi cuerpo desnudo.

Gimo su nombre, mis uñas se entierran en su piel caliente.
Poco a poco su boca desciende hasta mi única prenda y con ayuda de sus manos y dientes la va bajando tortuosamente lento hasta quitármela por completo y dejarme expuesta ante su hambrienta mirada. Un frío recorre mi cuerpo haciéndome estremecer. Sus manos, labios, nariz están por todos lados de mi cuerpo, y me encanta porque solo quiero sentirlo a él.

Allan y yo nos amamos sin preocupaciones y sin medir tiempo.
No se trata solo de la acción, sino del verdadero sentimiento que es correspondido por ambos.

El amor.

El verdadero amor.

El amor que siente éste ángel por su hombre.

El amor que mi hombre siente por su ángel de ojos esmeralda.

Ojos Esmeralda.Where stories live. Discover now