Capitulo 22.

28.3K 1.5K 96
                                    


•Narra Allan•

-que pasa hermano? La paciencia se te esta agotando muy fácilmente- apunto a la cabeza de un idiota que ha intentado burlarse de mi y no entregar la mercancía que le entregue. Jace susurra para que el tipo no le escuche.

-me importa una mierda, QUE TE CREES? PIENSAS QUE NO ME IBA A DAR CUENTA? CREES QUE PUEDES BURLARTE DE MI, IMBECIL?- le grito al hombre que yace casi muerto en el suelo.

Llevo una hora golpeándolo.
Él solo gime del dolor, ya no da para hablar, un ultimo puñetazo y lo mando al infierno.
Cuando alzo el brazo para tomar impulso Jace me detiene y jalándome me saca de la bodega.

-que te pasa hombre? TU NO ERAS ASI, DONDE MIERDA ESTA EL ALLAN QUE SE TOMABA LAS COSAS CON CALMA?- me grita.

El Allan que se tomaba las cosas con calma desapareció hace un año. Ya no soy el mismo desde que la hija de Parker y yo nos separamos. Este nuevo Allan esta destruido, no tiene corazón ni alma porque están con un ángel de ojos verdes; si antes de ella tenia un miligramo de eso ahora después de ella no hay nada, solo frío y oscuridad.

-mira Allan, no se que paso entre tu y Esmeralda, pero desde que no la tienes a tu lado te has vuelto mas insensible, mas malvado, no eras así. Los problemas los tomabas con calma, pensabas mejor las cosas. Necesito que regreses al Allan que eras antes. Si sigues actuando así vas a joder todo lo que has conseguido. La gente te teme porque te tomas las cosas con calma y actúas dando fuerte en el punto débil del problema. No así- dice señalando adentro de la bodega. Suspira con frustración y me señala con su dedo indice.

Jace tiene razón, ya hace un año que no tengo a Esmeralda conmigo, sus alitas siguen en su puesto, colgando de mi cuello, nunca me las quitaré; ahora las acompaña un ojito verde.

Me he tatuado esas alas en la parte que esta entre mis omoplatos, justo al principio de mi espalda, por donde baja mi columna. Quiero llevarlas marcadas de por vida como un recuerdo de lo único bueno que he tenido alguna vez.

-tienes razón Jace, me voy. Estaré en la casa de la playa. Solo dame unos días para despejarme y juro que regresaré como el viejo Allan- le digo después de un rato completamente cansado de mi mismo.

-ve, no te preocupes, yo me ocupo de todo. Desahoga a ese corazón podrido que tienes- dice mostrando una pequeña sonrisa para hacerme reír.

Nos despedimos conectando los puños. Saco una camisa del baúl del carro, siempre tengo repuesto de ropa para casos como estos en los que se manchan de sangre por estar golpeando a algún idiota; y subo a mi carro.

Vuelo por las calles de Harleem a las dos de la madrugada hasta llegar a la casa de la playa.

Esa playa, donde la conocí, donde vi por primera vez al ángel de mi vida. Ese hermoso ángel que llego a mi vida para enseñarme que es ser feliz, que es amar y proteger a alguien con tu vida.

Parado en la terraza de la casa, mirando hacia el inmenso mar, recordando como la encontré; sentada abrazando sus piernas recogidas, apoyando su mentón en las rodillas; mirando la luna llena que hacia esa noche; tomo un trago del vaso de whisky mas fuerte que tengo.

Esmeralda, mi hermoso ángel de ojitos esmeralda. Cómo no besarla cuando sonríe? Es tan hermosa y angelical; se ve frágil a simple vista, pero me ha demostrado ser fuerte, y sobre todo independiente.
No se da cuenta que me tiene entre sus manos y que con cualquier cosa que haga podría acabar conmigo y todo lo que he llegado a hacer y tener durante mi vida.

La rabia que me invadió al saber que ella es hija de mis enemigos mas fuertes, me cegó, no sabia que hacer. No podía ser posible que mi punto débil sea el mismo que el de ellos.
Cómo puedo estar enamorado de un miembro de la familia de mis enemigos?
Cómo voy a actuar en contra de ellos si llegan a meterse en mis asuntos? Causarles daño a ellos seria causarlo tambien a Esmeralda y eso no me lo puedo permitir.

Ojos Esmeralda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora