3 «Sobreviviente»

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Fin del flashback.

Wanda levantó la vista, recordando las palabras de su hermana.

— Si algo no está de nuestro lado, debemos hacer que lo esté — repitió la Maximoff en un susurro bajo — sólo así sobreviviremos.

Wanda vio siluetas pasar por la ventana de su habitación, guardias pasaban a cada rato por ahí, y ella sacaría provecho de ello. Si no era buena dando pelea física, lo sería en la pelea mental.

La castaña se puso de pie, limpió las lágrimas de sus mejillas y vio hacia la ventana. Guardias iban y venían por el pasillo, Wanda suspiró y enfocó la vista en el siguiente que pasó. Éste se detuvo y giró a verla, notando el color rojo escarlata en los ojos de la Maximoff. Acto seguido el guardia estaba abriendo la puerta.

— Hola señorita Wanda ¿puedo ayudarle en algo? — comentó el guardia y Wanda sonrió triunfante.


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La puerta de metal de la habitación de Kira se abrió, dejando pasar a un oficial joven, pelinegro, de ojos cafés, tez clara, ligeramente bronceada, con una barba de unos cuantos días y vestido de negro completamente. Éste sostenía una charola metálica con comida y agua para Kira. Le vio dormir a la chica, así mismo, notó las marcas de las cadenas en sus muñecas y tobillos. El hombre tuvo que desviar la mirada un momento. 

Dejó la charola en el suelo y se dio la vuelta para irse de la habitación, pero justo antes de salir, se detuvo, como si algo le impulsara a regresar con la chica. El hombre chasqueó la lengua y tras pensarle un poco, volvió con Kira. Se puso de rodillas y movió el brazo de la rubia, para despertarla.

La rubia hizo un mohín.

— Hey, despierta — volvió a moverla y la rubia volvió a hacer un mohín.

El guardia gruñó pero no se dio por vencido, siguió moviéndola para que despertara. Lentamente la chica fue abriendo los ojos, cuando su vista dio con la del guardia, Kira se sobresaltó y se puso alerta como pudo.

— Tranquila, solo te traje la comida — el guardia le sonrió y Kira por primera vez vio la charola — debes comer — la chica no hizo ningún movimiento —. Escucha, si no comes, morirás y luego me matarán a mí. Así que come.

El hombre le extendió la charola, pero Kira no hizo ningún movimiento, solo le miraba con sus brillantes ojos verdes. El hombre suspiró. Se puso de pie y puso sus manos en sus caderas. Kira le seguía con la mirada.

— ¿Quién eres tú? — habló por primera vez la chica.

— Un guardia de HYDRA que te ha traído la comida — la chica le miró con curiosidad.

— Por más de medio año, los guardias que vienen aquí, me dejan la charola de comida y se van — dijo Kira — ninguno se queda para despertarme y decirme a que vienen. Mucho menos me sonríen.

El joven guardia hizo una mueca.

— Solo dejan la charola y se van — continuó Kira —, pero tú no, así que no lo diré otra vez... ¿Quién eres tú?

El sujeto rio.

— Técnicamente, lo estás diciendo otra vez.

La mirada fija de la chica le hizo dejar de reír, y él le miró con sus ojos cafés directamente. Kira se sintió intimidada por un momento, pero se mantuvo firme en la mirada también. Analizó al sujeto y notó que el hombre fácilmente es más alto que ella y bien podría ser más fuerte también, ya que la camisa negra que lleva puesta, le queda ceñida al cuerpo debido a la musculatura. Pero él no cuenta con que ella comienza a tener más fuerza que cualquier chica promedio, así que quizá ese factor sorpresa podría estar a su favor.

FALLEN ANGEL » CLINT BARTON.Where stories live. Discover now