Somos Un Secreto - Austin Mahone y tú - HOT.

Capítulo 15 - Me haces sentir en las nubes.

Lunes por la mañana, por alguna razón, no se escuchan estruendos de mi fabulosa compañera, algo que es milagroso.

Apago la alarma que suena a mi lado con la canción <<Runaway>> de Galantis, una de mis favoritas. Me levanto de la cama y me percato de que Bren aún está dormida plácidamente. No me preocupo por eso y me dirijo a la ducha.

Al salir, me visto con una falda plegada negra, un crop top del mismo color pero forrado en lentejuelas y unas Supras negras y blanco. Está haciendo un poco de frío afuera pero decido ignorar ese hecho.

Tomo mi mochila y me dirijo a clase, dejando a Bren aún dormida.

Al salir del dormitorio de chicas y dirigirme a los pasillos del instituto, me voy directo a mi casillero, sacando los libros que necesitaré para la primera clase, pero...mientras me mantengo en mi casillero, algo me parece muy extraño: una oleada de alumnos tapando el paso de la entrada principal.

Sin pensarlo dos veces, me levanto sobre las puntas de mis pies, tratando de mirar por encima de ellos para lograr ver qué está pasando. Lo que logro divisar, no me sorprende.

Es nada más y nada menos que el señor Austin Mahone, pasando por los pasillos recibiendo miles de comentarios como <<gran fiesta la de el sábado>>, <<tú sí sabes cómo poner la diversión>>, <<esa fiesta fue espeluznante>>, <<la mejor de todas>>, <<follé como nunca>>, y un sin fin de cosas más.

Ruedo los ojos para mis adentros. Sabía que las cosas después de esa fiesta se pondrían peor.

Suena la campana, hora de mi primera clase con el Sr. Schmidt y ahora que lo recuerdo, Mahone está en esa clase también.

Me dirijo al salón pensando con quién compartiré asiento, ya que ninguno de mis amigos está apuntado en la clase.

Al llegar a esta, decido sentarme en una mesa que se encuentra sola justo en frente del escritorio del profesor. Lo sé, un desafío.

--Wow, Evans, luces muy candente hoy, esa falda se te ve tan...uff--dice Damen, el chico que se encuentra en la mesa de al lado, otro engreído más de Western, nada interesante.

--Oh, gracias, Damen--agradezco de la manera más hipócrita--Me alegra saber que formo parte de tu club de chicas de cortejo--miento y ruedo mis ojos.

--Pues sí, y déjame decirte que eres muy afortunada porque no cortejo a cualquier puta del instituto--me guiña un ojo.

Joder, ¿acaso este descarado me acaba de llamar puta? Esto no se quedará así.

--Disculpa...--sin darme cuenta mi boca se torna en una <<0>>--¿Me acabas de llamar puta?

--Vamos ______, no te asustes, todos sabemos que es verdad--responde haciendo que la mitad del salón explote en risas.

Desgraciado.

Estoy a punto de decir algo cuando su voz a mi lado me detiene.

--A la mierda, Damen, déjala en paz--dice con un tono de voz algo alto, mientras deja su mochila en la silla que se encuentra a mi lado.

Mahone y yo compartiendo mesa de nuevo, vaya, qué sorpresa.

--¿Y tú quién te crees ahora, Mahone? ¿su príncipe azul que ha llegado al rescate de la damisela?--comienza a reír con bastante diversión en su tono.

Sus lindos ojos verde avellana ya no parecen ser los mismos, hay ira dentro de ellos, puedo notarlo.

Mahone se acerca demasiado decidido a Damen y lo toma del cuello de su camisa, con bastante fuerza, diría yo.