Somos Un Secreto - Austin Mahone y tú - HOT.

Capítulo 2 - El patán tiene sentimientos.

La pregunta de Scott, retumba en mi cabeza, haciendo que sienta una terrible punzada, ¿Quieres ser la nueva capitana?
Todos me observan curiosamente, esperando a que emita una respuesta.

--Amm, supongo que sí, pero...Eddie--me rasco la nuca un poco nerviosa, indicándo que no estoy muy segura de serlo si él no quiere.

--Eddie no es el problema aquí, _____, si la mayoría estamos de acuerdo, entonces no importa la insólita opinión de él--aclara Allie.

--Allie, tiene razón--dicen todos al unísono.

--Entonces, no se diga más, _____ es la nueva capitana de "The Homies"--exclama Dyanna.

--¡Genial! ¡Tenemos nueva capitana!--celebra Michael en un tono alegre.

--¡Me largo!--exclama Eddie y sale del sótano inmediatamente, con impotencia.

--Sólo ignoralo, _____--me consola Hessa--Se acostumbrara y todo va cambiar, ya verás--sonríe y me rodea con su brazo.

--Suspiro--Eso espero--sonrío de lado.

[***]

Al siguiente día, logro despertarme justamente a las 6:35, por el irritante sonido de la secadora, que como era de esperarse, estaba utilizando Bren.

--Bren, maldita sea, apaga eso--digo irritada, pasándome las sábanas por encima para cubrirme entera.

--Deja de estarte quejando y mejor levantate ya, que tienes clase a las siete.

--Y tú, ¿Cómo sabes eso?--pregunto destapándome y sentándome en la cama.

--Tu horario está enmarcado en la puerta--dice con ese irritante tono fresa que tiene.

Sin más, me levanto de la cama y comienzo a buscar qué ponerme en mi armario, ya estoy un poco más tranquila que ayer, pero de igual forma, aún la agonía no aplaza. Tomo una ducha rápida y cuando salgo me visto con unos jeans negros de cuero ajustado, una blusa gris, un poco corta con el logo de MTV en el centro y unas supras negras, dejo mi cabello suelto, maquillo un poco mi rostro, y estoy lista.

Al observar la habitación, me percato de que Bren ya se ha ido, miro la hora y son: ¡Las 7:05! Fuck, se me hizo tarde, y el Sr. Stelle, el profesor de literatura, me va a matar, literalmente.

Tomo mi mochila, y salgo de la habitación, prácticamente voy corriendo por los pasillos, tratando de llegar lo más pronto posible, miro a mis alrededores y ya no hay ningún alumno divagando por allí. Esto está mal.

Por fin, logro llegar al salón de literatura, y todos ya están sentados en las bancas, mientras el Sr.Stelle escribe algo en la pizarra.

--Buenos días, Sr.Stelle, ¿Puedo pasar?--digo desde la puerta, captando la atención de todos, odio que me miren.

--Señorita Evans, ha estado llegando muchísimas veces tarde todo el semestre, si sabe que puedo ser un mal profesor y no dejarla pasar ¿verdad?

--Sí, bueno, lo lamento, prometo que no volverá a pasar.

--Está bien, entre.

Entro al aula y como siempre me dispongo a ir con mi respectiva compañera de asiento, Mia, cuando la autoritaria voz del profesor detrás mío, me detiene.

--Srta.Evans--me giro en mis talones para quedar frente a él--Hice un ligero cambio, ahora ya no se sentará con Mia, ahora compartirá asiento con el nuevo integrante, Mahone--apunto a donde este último.

¡¿Qué?! ¡Que me trague la tierra! Yo no puedo compartir asiento con él, por nada del mundo, para empezar, ¿él que hace aquí? Claro, _____, es obvio, se apuntó a la clase.

--Pero...profesor...

--Sin protestar, señorita, ya tome asiento para poder comenzar con mi clase.

Sin más, me dirijo a sentarme con mi nuevo compañero de asiento, Mahone.
Se preguntarán por qué me reuso a estar a menos de un metro de distancia junto a él, es porque prácticamente somos enemigos profundos desde que entramos a la academia, no sólo por la rivalidad de las pandillas, sino también porque no lo soporto, es un mujeriego engreído, que cree que en el mundo solo existe él y su vanidad. Patético.

Al sentarme, él se gira a verme divertido por mi comportamiento indiferente.

--Ahora compartiremos pupitre, divertido ¿no?--me susurra, obviamente, para molestarme.

--No jodas--le digo con tono odioso y ruedo los ojos con repugnancia.

Él solo ríe, tan divertidamente como cuando un niño abre su regalo de navidad.
La clase comienza y el tiempo se me torna eterno al lado de Mahone, sí, Mahone, lo llamo por su apellido porque supongo que Austin es para los amigos.

--Muy bien, chicos, para el proyecto final de este semestre, van a estructurar tres poemas, del tema que prefieran, pero de un largo aceptable, tienen dos semanas para crearlos, y pueden comenzar desde ahora--ordena el profesor Stelle, e inmediatamente me llega a la mente el tema: Amor.

--¿Qué tema crees que sea bueno, preciosa? ¿El amor?--pregunta Mahone a mi lado como si me hubiera estando leyendo la mente.

¿Amor? ¿Para él? La verdad que dudo mucho que pueda crear por lo menos una estrofa decente. Y mucho menos linda.

--¿Para ti?--lo miro con indiferencia--Supongo que el tema que mejor puedes llevar a cabo, es el erotismo--abro mi laptop y preparo todo para comenzar a escribir.

--Muy graciosa, Evans--dice con sarcasmo y hace lo mismo que yo, simplemente lo ignoro.

Comienzo a escribir en mi laptop, lo que más me inspire en este momento, que teniendo a un patán como Mahone a mi lado, se me torna imposible tener un poco de inspiración.

Trato de escribir algunas de las palabras más hermosas que me vienen a la mente, pero no sé qué pasa, de alguna forma, no tengo gota alguna de inspiración, no es algo usual, normalmente suelo ser increíble al escribir este tipo de cosas. Que raro.

Como no puedo concentrarme, se me ocurre voltear a todos a lados a ver si algo más lindo, viene a mi mente, pero nada.
Así que inconscientemente, volteo a ver la pantalla de Mahone justo a mi lado.
Es increíble con lo que me encuentro...

"Quiero ser más que el hielo
quiero ser el agua que has de beber
la estrella que mirarás
el camino que andarás
la luz de un nuevo amor
y la luna de tus noches."

¿Es enserio? ¿Él ha escrito eso? Es demasiado lindo como para provenir de una persona como él, nunca imaginé que un tan sólo hombre de esta academia pudiera relatar algo como eso...Y mucho menos Mahone.
Él logra notar mi mirada fija en su laptop e inmediatamente se gira a verme.

--¿Te gusta lo que escribo, nena?--dice con voz un tanto provocativa.

Sin duda, tengo que ser sincera.

--Es...lindo--digo y me giro de nuevo a mi pantalla.

--¿Sólo lindo?--insiste.

--Sólo lindo--aclaro.