Reencuentro parte 1

182 24 5
                                    

Si algo odiaba Guillermo, era despertar temprano y sobre todo preparar una maleta de viaje, pero se lo merecía, anoche prefirió ver vídeos de terror que hacerle caso a Hirving así que se encontraba empacando algo de ropa para este fin de semana, Milán los esperaba y para qué negarlo estaba muy emocionado. Ya había ocupado una gran decisión y es que evitaría pensar más en Lionel Messi, así como recordarlo, ya tenía suficiente de sufrir. ¡Es un nuevo comienzo después de todo! Así que, con la pequeña maleta lista, no tardó en bajar al lobby para encontrarse con sus dos amigos, donde lo estaban esperando emocionados y aquella actitud positiva que traían se lo contagiaron por completo y era algo que él amaba de ellos.

Siempre lo ponían de buen humor.

El viaje en aquel autobús con dirección a Milán fue bastante entretenido, aunque empezó incomodo, le asignaron su lugar junto con el rector. Ni siquiera sabía de que hablar para no ser descortés hasta que prefirió mejor escuchar música –¿Vos que escucháis? – preguntó Scaloni un poco curioso, al notar que el rizado buscaba sus audífonos.

Oh, bueno... tengo ánimos de escuchar algo más mexicano... – expresó Guillermo un poco tímido. – ¿Quiere escuchar? Es cumbia, mis poderosos ángeles azules con mi Rayito Colombiano – Se estaba controlando para no reírse ante la expresión que hacía el director, y a pesar de eso aceptó un audífono y sin duda alguna, Memo reía cuando le pedía explicación de cada canción.

Desde suelta el listón de tu pelo hasta muchachita consentida. Scaloni no daba crédito a ese melodioso ritmo, algo tan mexicano que le causaba algo de gracia y claramente igual Guillermo – Vos tenés canciones algo... divertidas... no se como expresarlo para ser sincero –

– Solo tiene que gozarle profe y nada más, pa' eso son. Nunca faltan en las fiestas de México. – Dijo con algo de nostalgia y no paso desapercibido por el alfa argentino, que notó la mirada de su joven estudiante.

– ¿Extrañas mucho tu país? –

– Algo... Estuve un tiempo en Argentina y luego me vine pa'ca. Así que es inevitable, lo que daría por comer unos tacos y ver a mis amigos – Scaloni se sorprendió por esa información que alzó ambas cejas, curioso de seguir preguntándole se quedó en silencio unos segundos hasta que nuevamente Memo captó su atención – ¿Usted es de ahí? ¿Verdad? Mi pregunta es tonta, pero quiero confirmación del chisme jajaja –

Scaloni solo sonrió y trató de no reír un poco ante ese último comentario, mexicanos, sin duda alguna sus favoritos – Sí, de Santa Fe-argentina. ¿Vos que hacéis perdido en Argentina? ¿eh? –

– Nada de otro mundo, solo por motivos laborales de mis padres y ya... ahí terminé la preparatoria y decidí aventarme de este lado del charco. No me quejó, es bonito además me ha servido mucho. – Scaloni notó aquella mirada, tenía el mismo motivo que él, podía reconocerlo en donde fuera y es que puede apostar que dejo alguien ahí y simplemente aceptó este reto para aliviar su corazón.

El desamor podía destruir y en otras ocasiones, motivar. Una extraña combinación. Un viaje de ocho horas y donde Guillermo podía jurar que no sentía sus nalgas por estar tanto tiempo sentado, aunque la plática con el rector había sido interesante, le enseño algo de México y platicaron para conocerse un poco más, sorprendiéndose que apenas tenía unos treinta años, un alfa soltero y que desde la distancia apoyaba a su sobrino que tenía la misma edad que Memo.

– Oh ¿A qué se dedica su sobrino? –

– Él esta en Argentina, quiere ser futbolista y su sueño es estar en algún equipo de Europa, específicamente en el Aston Villa. –

Deja de hacer llorar a mi corazónWhere stories live. Discover now