Inocencia interrumpida II

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Parte II

So violento, so macabro

Y sabes de lo que soy capaz
Tengo un complejo muy crudo y psicópata
Te quiero para mí, sola para mí
¿Qué no ves que conmigo es puro frenesí?

Y sabes de lo que soy capaz
Tengo un complejo muy crudo y psicópata
No lo hago por mí, sino por los dos
Será macabro, pero salvará nuestro amor
Me tienes que creer, tienes que confiar
El sentimiento es profundo y también real

- PXNDX

Robert observaba a Guillermo como caminaba en el jardín con Javier y Diego desde su ventana, soltó un largo para controlar su enojo. Hasta hace algunos años su imprudencia le hizo cometer un error obligándolo a escapar de España y creyó que no volvería a caer en las redes del amor donde afirmaba de forma segura, la inexistencia de aquel sentimiento que no fue hecho para él — Me siento como Nietzsche enojado con Dios — dijo sin pesar y se alejó del ventanal al sentir la mirada de Javier sobre de él.

Regresó a su escritorio y abrió un cajón que siempre mantenía bajo llave para poder sacar aquella playera que atesoraba, se sentía mal por llegar a ese nivel tan bajo que cerró los ojos para poder sentir el aroma suave de aquel joven rizado. Menta con miel, dulzura y fuerza— susurró inquieto. Solo basto unos segundos para sentirse recargado nuevamente y la volvió a esconder al escuchar el ruido de la puerta mostrando a un Javier Hernandez con una cara de pocos amigos — ¿Qué sucede que tienes esa expresión? — preguntó mientras se levantaba de su lugar y caminar hasta el sofá.

— Nada, solo no quería venir. Lo siempre, Robert — mal respondió Javier hasta que ambos se miraron a los ojos de una forma desafiante, el omega de forma disimulada olfateo el lugar y pudo sentir el sutil aroma de su amigo provocando que entrecerrara sus ojos unos momentos — Siento el olor de Guillermo ¿Estuvo aquí? — preguntó curioso.

Robert se tensó un poco y empezó a reír un poco para disimular — No, creí que estuvo contigo como siempre. No le toca sesión hoy — fue lo único que comentó y desvió el tema de inmediato, aunque Javier no se mostraba muy colaborativo, tenía esa maldita espina desde la noche que notó las miradas que le lanzaba a Guillermo.

La puerta fue abierta abruptamente por Neymar que entró agitado — Lo siento. Se escapó un alfa del pabellón y está molestando a los chicos de aquí — dijo desesperado y Robert salió de inmediato de la oficina dejando a Javier solo donde aprovechó para saciar su curiosidad revisando todos los cajones, sin encontrar nada interesante.

— Uh, galletas... — dijo al encontrar una caja entera que no dudó en robar para entregárselo a su mejor amigo hasta que vio una bonita llave y después el último cajón de lado derecho, sostuvo la llave entre sus dedos y la introdujo en aquella cerradura donde se quedó sorprendió al notar la prenda de su mejor amigo — No era imaginación mía — dijo mientras traga su saliva y la olfateo para comprobar el aroma de su amigo, cerró todo y acomodó al escuchar unos pasos para lanzarse en el sofá fingiendo mirar la ventana.

— Lo siento, Oswaldo se escapó y molestaba a los chicos. Ya lo conoces — Dijo Robert algo agitado, tuvo que sostenerlo con fuerza para que pudiera colocarle un sedante — Continuemos — expresó como si nada y Javier, habló de diferentes cosas sin importancia para disimular el impacto de la sorpresa.

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Javier desde que descubrió ese secreto siempre se mantenía junto con Guillermo y cada vez que Robert buscaba su atención, lo jalaba hacia otra dirección con alguna excusa, aunque siempre Diego era quién terminaba hablando de mil cosas que no entendía. Guillermo por otro lado ni siquiera se percataba de esos sutiles coqueteos que el alfa le daba y solo lo miraba un poco apenado, desde una bonita flor que le obsequiaba por las noches bajo la excusa de te ayudará a dormir, aunque Javier, solo soltaba un largo suspiro.

Deja de hacer llorar a mi corazónWhere stories live. Discover now