No persistas, por favor

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Juré, juré que sería sincera, y cielo, tú también lo hiciste,
así que, ¿por qué ibas de la mano con ella?
¿Estamos en ese punto?
¿Estabas mintiendo todo el tiempo?
¿Fue solo un juego para ti?
The Cranberries, Linger

Parte 1

Messi se levantó a mitad de la madrugada por las inmensas ganas de ir al baño y agradeció que tuviera uno privado su lindo novio. Novio no pudo evitar sonreír feliz ante esa bonita palabra hasta que se encerró en el baño, por otro lado, Guillermo empezó a removerse en la cama en busca de Lionel que al abrir los ojos y notar que la cama estaba vacía no pudo evitar sentarse abruptamente mareándose un poco. Su respiración se agitó poco a poco mientras apretaba las sabanas con fuerza — ¿Leo? — preguntó ansioso, sus ojos se movían en toda la habitación notando solamente la oscuridad infinita y no pudo evitar acelerarse un poco.

Se fue, como esa noche.

Ni siquiera dijo adiós

Su amor es como un fantasma para nosotros

No volverá

Su mente empezaba a traicionarlo de manera cruel que contenía las ganas de soltar varias lágrimas hasta que escuchó como la puerta del baño se abrió mostrando una silueta, su corazón de tranquilizo al percatarse que era su argentino favorito que sonrió con tranquilidad mientras se envolvía como un burrito como mecanismo de defensa ante el pánico que empezaba a sentir — Hola guapo — comentó nervioso.

Messi solo se sentó en la cama un poco inquieto al sentir un leve olor a miedo y apretó con cuidado la mano de su novio para sonreírle — ¿Todo bien? — preguntó preocupado y su mente divagaba, notaba en su mirada aquella ansiedad, la misma en Italia — Tienes esa misma mirada... si te arrepientes de... —

— No, no me arrepiento pulga. Solo... tuve miedo, creí que te habías ido. Perdón, aun tengo que trabajar en ello — confesó apenado el mexicano y no pudo evitar ronronear cuando Messi empezó a llenarlo de besitos suaves, en busca de calmar el corazón temeroso de su mexicano.

Ambos empezaron a reír hasta que nuevamente iniciaron una sesión de besos suaves y aprovecharon el silencio de esa madrugada para explorar nuevamente sus cuerpos que ardían ante la necesidad de ser marcados por los besos de otro. Messi estaba sentado entre las almohadas mientras Guillermo movía sus caderas de forma rápida hacia adelante y atrás al mismo tiempo que sostenía el rostro de su alfa chupando su lengua como si se trata de un caramelo que se derretía en su boca.

El cerebro de Messi ni siquiera podía conectar del todo las sensaciones que su cuerpo sentía, desde ese exquisito aroma envolviéndolo hasta esos besos húmedos; Guillermo jaló con un poco de fuerza los cabellos oscuros de su novio al sentir como lo llenaba nuevamente y el nudo lo envolvía por completo, su cuerpo temblaba ante su vientre lleno que Messi llevo una de sus manos para sentir su propio miembro abultado dentro de su omega — Que hermosa vista, Guille. Siempre te tendré lleno de mí hasta que te vea cargar a mis cachorros... — susurró excitado.

Según ambos personajes se darían una ducha rápida para poder bajar antes que todos para desayunar, pero Lionel Messi terminó nuevamente entre las piernas de Ochoa que se abría con facilidad para él y ambos gemían el nombre ajeno al unísono en aquella tina a media llenar hasta que unos golpeteos en la puerta le hicieron detenerse abruptamente — Guillermo — exclamó Beckham un tono serio pero calmado y ambos jóvenes se cubrieron la boca para evitar hacer ruido aunque era demasiado tarde — Cuando terminen de ducharse, por favor, bajen a desayunar. Te dejaré un frasco en tu mesa de noche, te lo envía tu madre — fue lo único que comentó antes de dejarlos solos nuevamente y por primera vez Lionel Messi sentía sus bolas ir hasta su cuello.

Deja de hacer llorar a mi corazónWhere stories live. Discover now