Nueva vida

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Guillermo al fin había llegado a Salerno-Italia, un país y una ciudad nueva para poder iniciar desde cero. El viaje para llegar a la universidad fue algo pesado, pero cuando deslumbró al fin el campus pudo sentir su corazón latir de alegría, aunque los nervios eran más que evidentes, pero se sorprendió por completo del ambiente que había en dicho recinto y aquella noche a pesar de querer evitar los malos recuerdos, tuvo un momento debilidad ¡Aquellos recuerdos con Lionel provocaban que las heridas de su corazón se tiñeran más de rojo! Pero Guillermo sabía perfectamente que salir de esa fosa de depresión le tomaría tiempo.

En Salerno Italia, el clima estaba agradable y fresco con el cielo poco a poco nublándose que, sin dar aviso, la lluvia empezó caer de manera fina y ya había oscurecido, aunque se sorprendía de como los estudiantes salían del campus para cenar en los pequeños locales que estaban alrededor así que dio una pequeña vuelta un poco tímido al ser saludado por todos lo que lo miraban y simplemente sonreía por educación. No cenó gran cosa por esa noche, solo una pizza con un refresco de lata, aunque no se percató que sus rizos habían captado la atención de un estudiante también extranjero.

Al día siguiente se alistó y caminó hasta la dirección del campus para poder presentarse con el decano y rector de dicha universidad – Bienvenido a Italia, joven Guillermo – Expresó el rector con un español perfecto, aunque por el tono en que hablaba pudo detectar que tal vez provenía de Argentina, bendita su suerte de Guillermo Ochoa – Mi nombre es Lionel Scaloni, vos podés decirme Scaloni - dijo en un tono bastante amigable mientras palmeaba el hombro del menor –Si estoy bien, vuestra habitación es la número 13 ¿Verdad? –

– Gracias Sr. Scaloni – expreso algo nervioso, pero sin borrar su sonrisa aunque maldecía internamente por el simple hecho del primer nombre ¿en verdad tenía tanta mala suerte?– Y sí, es mi habitación ¿Ha ocurrido algo? –

– No realmente, tendrás un compañero de habitación... es todo, solo quería que estuvieras informado de ello. –

Guillermo solo soltó un chiflido por la sorpresa, pero no dijo nada más y se retiró a sus clases donde poco a poco fue integrándose, ahí conoció a un polaco algo serio, pero a la vez un poco sociable que habían encontrado un tema en común, el fútbol – Me llamo Krzysztof Piątek – No pudo evitar reírse un poco al notar la cara de confusión de aquel omega – Mejor solo dime Piatek y nos evitaremos muchas confusiones –

– Acepto el trato Tek... a mí dime Memo, así me llaman los amigos –

Piatek no podía evitar mirar de reojo al mexicano, admiraba mucho su cabello rizado y la formaba en que a veces jugaba con ellos cuando llegaba aburrirse entre clases, no pudo evitar sonreír un poco emocionado al tener un nuevo amigo. En Polonia solo tenía un amigo muy cercano y le dolió mucho dejarlo, sumando el hecho que se habían distanciado por tener metas diferentes. Una discusión que tenía un par de semanas y al recordarlo soltó un largo suspiro que no pasó desapercibido por Guillermo – ¿Todo bien? – preguntó y solo recibió una sonrisa como respuesta que lo tranquilizó un poco.

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Fue un día realmente tranquilo, aunque se perdió en el campus y tardó un poco en encontrar su habitación ya que la universidad era bastante grande pero el ambiente era diferente, podía sentir la actitud de los jóvenes, eran alegres, unos serios pero lo que más le llamó la atención fue ver diferentes nacionalidades tocando diversos instrumentos hasta cierto punto desconocido para él. Al llegar a su habitación empezó a desempacar tranquilamente, al parecer, aunque no llegaba su nuevo compañero de habitación; se sentó cuando finalizó de acomodar sus cosas y abrió su laptop para enviarle un correo a Andrés contándole lo agradable que había sido su día.

¡Hola mi principito!

He llegado a Italia sano y salvo, me recibieron de manera muy amable. Sin duda alguna esta universidad es realmente interesante y el ambiente es muy alegre. Deberías ver qué tipo de estudiantes hay aquí, de cualquier parte del mundo. Ya hice un nuevo amigo, se llama Piatek, un nombre raro pero el chico es buen pedo.

Espero que estén bien por ahí, realmente sería grato verlos nuevamente.

Salúdame a Rafita y que te de como cajón que no cierra, pero por amor de Dios ¡usen condón por favor! ¡Aun no quiero ser tío tan joven!

Atte.: Guillermo Ochoa.

Después de escribir aquel correo electrónico y enviarlo, cerró su laptop y se recostó en la cama tratando de dormir, pero era en vano. Como cada noche aquellos recuerdos le empezaban a consumir hasta que su corazón se quebrará, se levantó y se acercó a su ventana para poder ver la lluvia que había empezado a caer desde hace rato acompañado de relámpagos que alumbraban aquel cielo nocturno.

– Espero que este bien– susurró para sí mismo mientras se tocaba el pecho y apretaba su propia camisa, había empezado a llorar en la oscuridad de la noche – De seguro está mejor sin... mí– expresó en un tono melancólico mientras iba apoyando su cabeza en la ventana, poco a poco el aire fresco golpeaba su rostro hasta que escuchó como abrían la puerta de golpe provocando que diera un leve brinco por el susto.

– ¡Tú debes ser mi compañero de habitación! Bonitos Rizos, luego pasas tips de como los cuidas – Dijo el extraño en un tono divertido y aventaba su maleta en la cama vacía de la habitación para luego caminar hacia Memo que lo miraba algo sorprendido – Por cierto, me llamo Hirving Lozano, pero todos me dicen Chucky. Un placer compa... –

Y Guillermo no pudo evitar emocionarse al encontrase con otro mexicano que empezó a reír divertido al ver aquella actitud alegre del contrario – ¡Guillermo Ochoa! Pero todo me dicen Memo wey ¡Que alegría conocer a otro mexicano! – y aquella noche ambos empezaron a platicar y Guillermo lo iba ayudando a acomodar sus cosas, para aliviar más el ambiente y fue bien recibido por el más bajito.

Y Guillermo pudo sentir como todo iba cambiando poco a poco.

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En las frías noches de El Rosario, Argentina Lionel Messi caminaba junto con Ronaldo, pero no dando un paseo nocturno, más bien lo estaba evitando e ignorando a pesar de sus gritos, lo último que deseaba en estos momentos era verlo, habían discutido y realmente no deseaba verlo. Desde que se enteró mediante la nota de Guillermo sobre su partida, se había puesto bastante mal y Ronaldo vio su dolor y notaba como el brillo de sus ojos se había esfumado. Messi estaba enojado con él, pero sobre todo consigo mismo e inclusive acudió con Andrés para conseguir información de su paradero, pero negó en ayudarlo.

–No te diré nada Lionel... así que deja de insistirme por favor o te caigo a punta de madrazos – Dijo enojado Andrés y prefirió darle la espalda al notar como caía sus lágrimas – Deja de hacerte el mártir pinche hipócrita –

Messi llegó a un bar y se encontraba totalmente perdido, ebrio y la música no le ayudaba en nada, esa noche quedó marcada al escuchar una canción de P!nk, aquella canción lo desnudaba por completo y la culpa no tardo en caer. Bebió hasta tratar de olvidarlo, pero fue imposible.

Desde un principio, eras un estafador.
Robaste mi corazón, y soy tu víctima voluntaria.
Te permití ver cada parte de mí, las que no son del todo bonitas.
Y cada vez que me tocabas, lo arreglabas todo. (Pink - Just give me a reason)

– Maldición... Guille... Perdóname, perdón por romper tu corazón, perdón por ser una mierda y cobarde – Susurró mientras escuchaba aquella canción provocando que lentamente su corazón se partiera más – Si tan solo... yo– no pudo resistir más y sus lágrimas empezaron a caer por sus mejillas. Para Lionel Messi fue una noche larga, trató de sacar todas sus penas en el alcohol pero fue en vano y sin desearlo, ni querer verlo Ronaldo llegó para llevarlo hasta su departamento y apenas toco su cama, cayó dormido. Messi sabía que no sería lo mismo si no tenía a Guillermo entre sus brazos, sentir su aroma, escuchar sus leves ronquidos y como este lo buscaba para quedarse un poco sobre de él ronroneando como si fuera un pequeño gato.

Solo Guillermo sabía cómo adormecerlo y comprendió que sus noches se volverían largas y solitarias por un largo tiempo.

Deja de hacer llorar a mi corazónWhere stories live. Discover now