Deja de hacer llorar a mi corazón

Lionel Messi

Aclaración: Cuando vean en los títulos el nombre de cualquier protagonista, la narración será desde su perspectiva.

Desde aquel baile sentí una fuerte atracción hacia Guillermo, no mal piensen, siempre he estado seguro de mi cariño a Ronaldo desde que lo conocí pero con la llegada de ese bonito omega de cabellos rizados, mi mundo cambió por completo.

¿Desde aquella noche mi corazón empezó llorar por él?

Si.

Me robó mi sonrisa más sincera.

Me encantan sus rizos

Adoré ver ese lado simpático, gracioso y tierno de Guillermo.

¿Podría ser mi destinado?

Nuestro segundo encuentro fue bastante especial. Estaba cantando nuestro destino sin saberlo ni desearlo, si tan solo me hubiera percatado del amor que empecé tener por él; cuando lo miraba caminar por los fríos pasillos del colegio, mi corazón se regocijaba sin que me dé cuenta. Ronaldo nos unió y siempre me contaba lo especial que era.

Memo siempre ha estado para mí, sin pedir nada a cambio.

Es leal

Confieso que besa bien, sus labios son adictivos

Es el mejor guardando secretos

Canta muy hermoso.

Fue un gran error escuchar todas esas palabras bonitas, debí detenerlo pero me encantaba escuchar cualquier cosa sobre él y ni hablar de la vida sexual que ambos tuvieron. Ya no podía verlo con buenos ojos que inclusive llegué soñar que lo hacía mío completamente y en más de una ocasión llegué a imaginar que le hacía el amor estando con Cristiano.

Pero al momento de buscar sus rizos preciosos, la realidad me caía de golpe... No era mi Guille.

En ese entonces me entró el gran temor de seguir enamorándome de él. Así que poco a poco lo fui evitando de cualquier manera hasta que un día lo vi besándose con un chico, quede como idiota viéndolo y lo peor fue pensar que tenía alguna posibilidad con él.

¿Cómo podría tener la suerte ese extraño de besar a mi Guille?

Fue inevitable estar de malhumor, sentía una presión en mi pecho y joder, mi aroma se tornaba agrio. De chocolate dulce a chocolate agrio, que llegaba a lastimar las fosas nasales de quién se acercara y Ronaldo por mas que buscaba calmarme, todo era en vano.

Estaba celoso y quería caerle a golpes al idiota que besaba a Guillermo.

DEMONIOS... y Ronaldo no ayudaba mucho realmente, eran mejores amigos ¡siempre estaba hablando de él!

Acompañe anoche a Memo a unas tocadas ¡debiste verlo! Se ha lucido con la guitarra

Guillermo me ha llevado por un helado y estaban deliciosos.

Memo es especial amor, se qué será un gran amigo también para ti

Hasta que me  percaté de mi verdadera molestia, realmente me enojaba que Ronaldo pudiera pasar tanto tiempo con él y pasarla de maravilla, ambos se querían con gran fuerza pero a mi, simplemente me evitaba o ignoraba.

Con desesperación empecé a querer verlo y hablarle hasta que en una ocasión un exnovio de Ronaldo llegó al colegio justamente el último año, se llamaba Manuel Neuer un alfa extranjero, un poco serio pero odié ver cómo sus ojos brillaron al conocer a Guillermo y al saber que conocía a Ronaldo, hizo que los presentara y salieron con la promesa de una cita.

Me causa algo de risa recordar esta escena, Guille estaba buscando a Ronaldo y lo halló en mi habitación interrumpiéndonos mientras nos besábamos, se sentó en medio de los dos mientras reía y contaba lo que había hecho con aquel chico nuevo. Realmente no me molesto que nos interrumpiera y hasta se lo agradecí mentalmente e inclusive me gustó tenerlo cerca de mí. Pude presenciar su marca de nacimiento, un camino de tres lunares que iban de su cuello hasta al hombro y me robó más de un suspiro cuando se giró a verme para decirme algo trivial y es cuando pude presenciar aquellos ojos color miel que algunas veces brillaban a la par con su hermosa sonrisa, Guillermo era único y muy bello.

Desde que se fue de mi vida, me he sentido incompleto y realmente triste. Aún recuerdo como se despidió de mí... llorando y con las mejillas rojas, aquella noche me había pedido que se conformaba con ser mi amante, que sería su secreto.

No era la primera vez que lo mencionaba.

Pero...

Él no se merecía eso, es un gran chico y yo...yo no podría hacerle eso.

¿Nací para destruirlo más?

Él estaba realmente roto y tomé la responsabilidad de repararlo, de sanar su alma pero fue el peor error que pude hacer hecho. Hice todo lo contrario, lo lastime más, lo hundí más en aquel abismo en que se encuentra. Él no lo sabe pero mi mejor recuerdo, fue cuando nos embriagamos una noche y sin que se dé cuenta le robe un beso suave y al ver sus mejillas sonrojadas junto con sus ojos cafés tuve la tentación de hacerlo solo mío pero realmente no tuve el valor ni siquiera me atrevía a ceder a sus intentos de coqueteos, me pareció tierno y preferí recostarlo junta mi, admirando en silencio cada detalle de su rostro.

Aquella noche fue mi fin, me percaté que estaba totalmente enamorado de ese omega.

Yo, Lionel Messi estaba enamorado de Guillermo Ochoa pero soy un gran cobarde.

Lo destrocé con cada beso que le daba, con cada sonrisa que le dedicaba, mis palabras perforaron su alma pero sobre todo lo mataba lentamente cada noche en que se entregaba a mí... realmente no merecía hacerlo mío ni dejar leves marcas en su cuerpo hermoso pero en ese momento estaba cegado.

Admito que al principio solo era algo carnal, era solo sexo pero mientras más tiempo pasaba con él, mientras más lo conocía este sentimiento se volvía fuerte hasta que le dije aquella palabras que salieron de mi, de la forma más sincera, un sentimiento real y puro que lo hicieron llorar de felicidad.

— Hey Guille... debo decirte algo, no puedo seguir ocultándolo —

— Oh ¿Y qué es pulguita? —

— Te amo mucho mi Guille, te amo con tanta locura —

Debieron ver como lloraba ¡Estaba feliz! Que me llenaba de besitos dulces todas el rostro, soltando su exquisito aroma que se mezclaba perfectamente con el mío y yo, quería cuidar de él, fue una de las mejores noches de mi vida.

Fui un idiota al no luchar por nuestro amor.

Me arrepiento de no tenerte

Espero que este mejor... deseo verlo nuevamente y decirle que jamás quise lastimarlo, pero se fue hacia Europa y desde ahí no he vuelto saber nada de él.