Lindas Apariencias |Muke Clemmings|

✿Capítulo 38.

✿Luke.

El despertador sonó para ir a la escuela, estaba tan cansado que lo apagué. No recuerdo nada de lo que pasó anoche, solo sé que tengo un familiar dolor en el trasero y mis piernas también.

Mike estaba profundamente dormido a mi lado, así que no lo iba a despertar.

No fuimos muy inteligentes anoche, tomar la droga y el vodka no sería bueno para hoy, pero quería salir una vez de la forma fácil. No quería enfrentar todo lo que hablamos con Dave esa tarde, no quería pensar y la mejor forma de no hacerlo era con droga y alcohol. Sé que está mal, pero simplemente quería olvidar un poco.

Desperté a las 11:30 más tarde, Mike estaba en el baño y yo me qudé recostado un rato más. No estaba en condiciones de levantarme todavía, de hacerlo saldría corriendo al baño a vomitar todo el alcohol de anoche. Realmente no me sentía bien, estaba asustado y nervioso.

—Luke está irresponsable —mumuró Mike mientras cocinabamos—. No fue a clases hoy.

—Y Mike se arriesga con los papeles de la universidad —le respondí burlon.

—Luke ya perdió su asistencia perfecta —sonrió.

—Si Michael no cierra la boca Luke se va a enojar.

Ambos comenzamos a reír. Realmente mi asistencia es lo que menos me importa este año, solo quiero llegar a la universidad y arreglar mi vida, salir adelante con Michael y recuperar tiempo con mi papá, dijo que tenía unos asuntos que arreglar en Indonesia, así que en un mes se va y puedo viajar yo con él, pero no puedo. Se vendrá a Sydney solo por mi y eso es algo muy lindo de su parte, ya que tiene toda una vida allá, hay algo que no me contó, pero dijo que no era el momento adecuado en el almuerzo el otro día, supongo que lo hará en nuestra proxima salida.

—No quiero que nadie te mande, Lukey —mumuró Michael abrazandome—. No quiero que te pasen a llevar y te traten mal.

—Nadie lo hará, bebé —sonreí—. No todas las personas son unos monstruos. Y tu va a estar ahí para cuidarme.

—Eso es seguro —besó mi frente—. Si alguien se atreve a gritarte, les romperé el rostro. Nadie te pasa a llevar.

—Sé como tratar con gente estúpida, Mikey —reí—. Nos irá bien y pronto estaremos estables.

—Lo sé —suspiró—. Pero tengo miedo.

Hudí mi rostro en su pecho y suspiré, su olor es algo que me encanta, me vuelve loco y no pienso bien cuando estoy así de cerca.

—¿Miedo de qué? —le pregunté subiendo mis manos a su cabello.

—De...de que te alejes de mí —mumuró—. Esto puede separarnos ¿no crees? Estaremos separados allá y luego apenas tendremos tiempo para nosotros.

—Mikey —me separé de él para verlo a los ojos—. Vivimos juntos, dormimos juntos, nos levantamos juntos y vamos a la escuela juntos. Estamos la mayoría del día juntos y no porque estaremos dos horas separados nos vamos a distanciar, amor.

—Lo sé, pero aún así tengo ese miedo.

—No, no es eso, Mike —fruncí el ceño—. Dime lo que realmente te pasa.

Él murmuró algo que no entendí y se removió en el sillón, quedó sentado derecho y yo a su lado.

—Conoceremos nuevas personas, algunas te van a agradar y querrás pasar tiempo con ellas y yo...yo tengo miedo de que encuentres a alguien mejor que yo...

Bajó la mirada a sus manos descanzando en su regazo y negó con la cabeza. Antes de que dijera algo más, me senté en sus piernas y lo atrapé en un abrazo. Besé su mejilla y luego me separé para mirarlo a los ojos.