Lindas Apariencias |Muke Clemmings|

✿Capítulo 32.

✿Michael.

Estos últimos días, he estado trabajando en mis pinturas y dibujos. Papá me dio dinero y con eso compré lienzos, pinturas y pinceles. Tengo que tener cuadros preparados para cuando comiencen las clases hablar con mi profesor de artes y ver si algunas son buenas para venderlas.

Quedamos de juntarnos con la mamá de Luke aquí hoy. Él no quiere salir y aquí se siente más comodo, si él está comodo con eso también lo estoy yo.

—Mike —escuché como susurraba Luke desde el marco de la puerta.

—¿Pasa algo?

—Tengo una sorpresa para ti —sonrie—. Pero cierra los ojos y deja las pinturas.

—Está bien.

Dejé los pinceles sobre el escritorio y el lienzo a un lado.

—Ya puedes entrar, Lukey.

—¿No vas a reír?

—Luke —regañé.

—Ya voy.

Realmente lo que vi causó un problema enseguida en mis pantalones. Luke entró vistiendo una falda blanca, pantis rosadas hasta la rodilla y un sueter de gatito.

—¿Te gusta? —preguntó mordiendo su labio inferior.

—Me encanta, bebé —sonreí acercandome a él.

—¿No me veo tonto?

—Claro que no.

Lo tomé de la cintura y lo acerqué más a mi. Sonreí antes de besarlo, lo abracé por la cintura y él comenzó a jugar con mi cabello, mordí su labio inferior y lo estiré entre mis dientes para luego besarlo nuevamente.

Comenzamos a caminar y caí a la cama con él sobre mi.

—¿Estás seguro de qu–

—Lo estoy —me interrumpió.

Me arrastré hasta el respaldo de la cama y quedé sentado con él en mis piernas, comencé a tocar sus piernas y metí mis manos debajo de su falda, subí un poco más y sentí una fina tela cubriendolo.

—¿Como quieres que sea, bebé? —pregunté separandome de sus labios.

—Juega conmigo —gimió.

—Tengo algunas cosas para eso —sonreí—. Las usaremos si estás comodo.

—Sí...

Luke comenzó a quitar mi camiseta, yo no quería quitarle su lindo sueter, pero estaba haciendo calor y la temperatura de la habitación aumentaba cada vez más. Saqué el sueter y lo dejé a un lado en la cama, comencé a besar y dejar marcas en su pecho y cuello, él soltaba pequeños gemidos adorables y calientes.

Mis pantalones estaban demasiado apretados y quería sentirlo ya, pero haría esto divertido y caliente para ambos. Luke quiere que juguemos y yo quiero complacerlo.

Acaricié sus muslos y apreté su trasero con ambas manos, él soltó un grito sobre mis labios cuando acaricié su entrada.

Nos separamos y saqué algunas cosas de la mesita de noche.

—Elige, amor —mumuré atacando su cuello nuevamente.

—Ojos y manos.

Tomé las vendas y pasé una por sus ojos, luego junté sus manos detrás de su espalda y las amarré. Se puso de rodillas en la cama y yo me quedé de pie frente a él, me acerqué a sus labios y lo besé de una forma demasiado húmeda, sus labios estaba rojos e hinchados, sus mejillas completamente rojas. Me estaba matando.