Adelanto.

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Nervioso, esa era la palabra. Así estaba Michael cuando tocó la puerta de la casa de Luke ¿por qué? Hace una semana que había besado a Luke drogado y borracho, al otro día no vio a Luke en la casa cuando fue a pintar y tampoco los siguientes días, hizo el trabajo solo.

El rubio lo evitaba, hacia cualquier cosa menos ayudarlo o hablarle. Está vez iba a hablar con él sobre lo que pasó esa noche.

¿por qué estaba nervioso? No encontaba la respuesta a esa pregunta y estaba buscando una razón.

—No tenías que venir hoy —dice Luke apenas abre la puerta, mordiendo su labio inferior.

—Lo sé —responde—. Pero necesitamos hablar.

—No tenemos que hablar —intenta no sonar nervioso—. No tenemos nada pendiente, mañana vienes a pintar la sala.

—No es sobre eso y sabes perfectamente que es por lo que pasó la otra noche.

Las mejillas de Luke tomaron color a recordar esa noche. Negó y dio un paso hacia atrás.

—Ahora no —respondió mirando hacia adentro—. En serio no puedo.

—¿Qué pasa?

—Hay más gente aquí —mordisqueo sus labios—. No es el momento.

—Paso por ti a las sieis.

Antes de que Luke pudiera decir algo Michael se dio la vuelta y comenzó a caminar en dirección a su casa. 

Con un suspiro ¿nervioso? ¿asustado? ¿de alivio? Entró nuevamente a la casa y fue al piso de arriba. Estaba solo en la casa pero a punto de hacer algo importante y necesitaba estar solo para eso, no queria dar pena.

Había comido mucho y se sentia mal ¿puedes adivinar lo que está a punto de hacer?

Metió dos dedos en su garganta y vacío el contenido de su estómago. Lágrimas caían por sus mejillas mientras escuchaba las voces claras en su mente...

«Gordo»

«Das asco ¿alguien te va a querer?»

«No mereces a nadie, tu cuerpo es horrible. Estás gordo»

Cuando ya no quedaba nada en su estómago se levantó con las piernas débiles, ojos hinchados y mejillas rojas. Cada una de las palabras de su tía llegaba a su mente y lo atormentaban en momentos así, jamás se miraba al espejo y es porque se veía horrible.

Perfumó el baño y lavo sus dientes para salir del baño y comenzar con sus deberes.

Tenía que ordenar las habitaciones, limpiar la cocina, dejar la sala lista y la comida servida para cuando si tía llegue con sus amigas, en unas dos horas. Si la casa no estaba reluciente iba a recibir un castigo.

Su vida era tan mierda, que lo único que queria era escapar...solo tiene que esperar el momento y la persona adecuada.

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Bueeeno, esto es un simple adelanto del proximo capitulo. No me dio tiempo de seguir y lo siento, prometo subir más la proxima semana.

Lindas Apariencias |Muke Clemmings|Where stories live. Discover now