✿Capítulo 34.

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✿Luke.

Mis manos estaban temblando cuando tomé mi celular. Mike estaba en la sala esperandome, prefiero enfrentar esto solo, tengo que hacer cosas por mi cuenta, no es como que Mike me molesta pero quiero ver si soy tan fuerte para esto estando solo.

El timbre del telefono sonó cuatro veces y atendieron:

—¿Hola?

Mi respiración se cortó y suspiré pesado.

—¿Esto es una broma? ¿sabes que hora es acá para que estés molestando? Voy a colgar.

—No —respondí—. S–soy Luke Hemmings ¿Liz te habló de mi?

—Luke —susurró—. Ya sabes toda la verdad, supongo. Lo siento, de verdad, por dejarte solo todos estos años. Tenemos tantas cosas que hablar, hijo. Esperé mucho este momento.

—¿Puedes ayudarme? —sollocé.

—¿Estás en problemas? ¿Estás herido?

—N–no quiero más mentiras. Sólo quiero que me digan la verdad de una vez, es por eso que me estoy comunicando contigo, de un momento a otro me entero de que tu eres mi padre y no Andrew, me abandonaste por culpa de Liz y–

—Escuchame —interrumpió—. Prometo decirte la verdad, no soy como Liz o Andrew. Estuve siempre pendiente de ti, pagué tu escuela y le di dinero a Liz, ella lo depositaba en tu cuenta ¿te dio dinero? ¿Estás con ella en Francia como prometió?

—¿Qué?

—Hablaremos, Luke. Esta noche viajaré hasta donde estás, hablaremos sobre todas y cada una de las mentiras que te dijo Liz.

—Pero yo no estoy en Francia.

Me dejé a caer en la cama con un suspiro pesado y abracé mis piernas con un brazo.

—¡¿Y donde estás?! Liz lo prometió.

—Sigo en Sydney, nunca he ido con ella a Francia. A los 5 años me dejó aquí.

—Mandame tu dirección por mensaje. Tenemos mucho de que hablar, hijo.

Terminé la llamada y dejé el celular a un lado, tomé mi cabeza entre mis manos y tiré un poco de mi cabello, escuchar todo eso me hizo sentir aun peor. Estaba hecho mierda ahora, estaba aún peor.

Toqué la parte interior de mi brazo y enterré mis uñas, comencé a subirlas y bajarlas por toda mi piel, vi como poco a poco aparecian lineas rojas y la sangre se dejaba ver. Mi vista se nubló por las lágrimas, sollozar ya no era suficiente, no me estaba ayudando en nada llorar. No me sentía bien con eso.

Estaba vacío.

—¡Luke!

Sentí los brazos de Michael rodearme y comencé a "pelear" contra él para quedar libre, el ardor en mis brazos me estaba ayudando mucho, no podía parar.

—¡Ya basta, Luke! —gritó tomando mis muñecas—. ¡No te hagas daño! Llora, grita si quieres, rompe cosas, pero no te hagas daño. No frente a mi.

—¡Vete entonces! —le grité—. ¡Así puedo matarme y no tienes que verme! Así dejaré de sufrir y de ser una carga más para ti.

—¿En verdad piensas eso? —rió sin ganas—. Ya estoy cansado de estar repitiendote lo mismo siempre, a veces pienso que estamos perdiendo el tiempo, no aceptas mi ayuda y tampoco quieres que te ayuden ¡¿Que más puedo hacer?!

—¡Dejame morir de una maldita vez! —grité soltandome de su agarre y corriendo hasta la puerta de la habitación—. ¡No te pedí esto! Ya estoy cansado de mentiras, de dar lastima y de ser el puto maricón que todos señalan, realmente ya no puedo.

Lindas Apariencias |Muke Clemmings|Where stories live. Discover now