✿Capítulo 2.

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Michael se sentia mal, pero de una forma buena ¿eso tiene sentido? Para el si lo tiene. Piensa usar a Luke un poco, no herir sus sentimientos. Ambos pueden jugar.

Estaba recostado en su cama, pensando en como entrar en los pantalones del rubio, él pequeño y torpe Luke había despertado algo en él que ninguna chica había hecho alguna vez, solo se acostó con un chico una vez y fue bueno ¿por qué no repetirlo con Luke?

Ahora el problema estaba en que Luke quiera divertirse por un rato.

En unas horas tenia que ir a la casa del rubio, donde comenzarian con el trabajo de pintar la casa ¿esa vieja está loca? Alguien normal contrata pintores para que lo hagan mejor, pero no, ella confia en un chico de 19 años que quiere tirar con su sobrino para pintar. Genial, pero pagaba bien y eso era bueno. 

Se puso unos pantalones hasta la rodilla, sus converse viejas que su madre insistia en tirar a la basura y una musculosa negra con el logo de una banda que no se alcanza a notar por lo desgastado que está.

—¿Donde vas? —le pregunta su madre desde el comedor.

—A pintar la casa de la vieja loca —le responde—. Tal vez salgo esta noche.

Sin esperar una respuesta salió de la casa.

Luke no sabia que hacer, estaba asutado de hacer algo mal y que Michael se burle de él, ya tenia suficiente con sus insultos en la escuela de su parte y ahora tiene que trabajar con él. Simplemente maravilloso.

Miró una vez más sus uñas y sonrio, le gusta el color y piensa que queda bien con su tono de piel, eran de un rosado pálido, casi blanco y tenia brillos. Estaba usando una camisa suelta que caia un lado de sus hombros y unos shorts blancos que apenas se veian por el largo de la camisa. 

Le gustaba vestir así porque se sentia cómodo y bonito. Llevaba una corona con hojas y flores blancas.

El timbre sonó y el fue descalzo hasta la puerta, donde Michael estaba esperando. Manos sudorosas y corazón latiendo fuerte, así estaba Luke al momento de encontrarse solo con Michael en la casa.

—¿Por donde comenzamos? —pregunta Luke jugando con la punta de sus pies en el suelo, manos en su espalda.

«puedes comenzar por quitarte la ropa, no es una mala idea» pensó Michael mirando las piernas de Luke.

Sacudió su cabeza.

—Preparar la pintura.

Luke lo llevó hasta el cuarto de lavado, donde tenian todos los materiales. Mientras Luke guiaba, Michael aprovecho el momento y su vista viajó directo al trasero de Luke escondido en esa camisa suelta, muslos firmes y apretables se podian ver. 

Piel expuesta de sus hombros y cuello, se veria lindo con sus marcas en él.

Mierda, estaba pasando otra vez.

Con todos los materiales listos fueron a la segunda planta, la verdad era que la casa si necesitaba estar pintada, las paredes blancas manchadas por el polvo ya casi estaban gris y con manchas de humedad. 

Luke tenia una brocha en sus manos y un bote de pintura color crema al lado de sus pies descalzos, hizo una mueca y hundió la brocha en la pegajosa pintura, hilos de ella quedaron colgando y mancho el plástico del suelo, se encogió de hombros y comenzó a pasar la brocha de arriba a abajo. Creía estar haciéndolo bien.

—La pintura esta acumulada en un solo lugar —habló Michael detrás de Luke. El pequeño dio un salto del susto.

—¿Q­-qué?

Lindas Apariencias |Muke Clemmings|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora