Dos Semanas (#1 Saga Bebé)

#33 Manzana del Edén.

  Jill Pov:

No se en que momento termine en sus brazos , desnuda y  disfrutando de cada una de las sensaciones que causaban sus manos al tocar mi piel , sus caderas aferrándose a las mías y sus besos por cada parte de mi cuerpo ,había  sido una experiencia tentadora y maravillosa , por mucho que fuera incorrecto siempre termino disfrutado el sexo con Ethan.

El es como mi tentación prohibida , es la molesta manzana del Edén mientras yo soy la chica ingenua que cae al morder el fruto del árbol prohibido.

Sinceramente no se como sentirme con ese razonamiento.

Una vez que terminamos nadie dijo nada ,nos quedamos en silencio durante largo tiempo recuperando la respiración y sin saber que decir ,por lo menos para mi ,no tenia idea de lo que pasaría después de volver a nuestra realidad , me había dejado llevar por lo que pedía mi cuerpo y mi corazón ignorando a lo que la razón me pedía a gritos , otra vez he caído ante sus brazos y nuevamente no me arrepiento, además ya no existe una forma de justificarme o seguir negandole lo que siento cuando hago todo lo contrario a lo que digo. 

Me quedo recostada sobre la cama buscando una manera de romper el hielo después de nuestro apasionado encuentro y en cierto modo es extraño ,más  cuando hace unos minutos nuestros cuerpos se decían mucho el uno al otro , supongo que soy mejor para las acciones que para las palabras ,ignoro ese detalle regresando al pensamiento principal y cuando me decido hablar siento sus manos acariciar mi espalda desnuda , sus tibios labios recorrerme la piel y el nuevo contacto despierta un estimulo en mi cerebro estremeciéndome mientras sus besos recorren la zona y mis manos se aferran con fuerza a las sabanas.

El conoce cada uno de mis puntos débiles.

El sabe mis puntos débiles y cada una de mis debilidades , sabe donde y como tocarme para hacerme sentir vulnerable sin que yo pueda hacer nada.

Y sabe muy bien el millón de sensaciones que me causan sus besos en la curva de mi espalda desnuda.

El hace su camino y continua depositando besos por todo el contorno hasta subir lentamente ,no dice nada y mi cuerpo se relaja mientras disfruto el camino de sus labios hacia mi cuello.

—Tengo que hacer la cena.— Susurro creyendo que así se va a detener.

Y lo hace , pero no dura mucho , me atrae hacia el y sus ojos se encuentran con los míos.

— Eso puede esperar.— Dice mirándome fijamente.— Esto no. 

Me pierdo en sus ojos tan hermosos como el de nuestra hija y una débil sonrisa se forma en mi rostro ,mis manos suben a su cabello y hundo los dedos en el , pero cuando doy ese paso importante un grito nos sobresalta.

— ¡Oh por dios!.

Aparto a Ethan de un empujón y me cubro con las sabanas mientras mi mirada cae en la puerta,Astrid esta parada frente a nosotros con los ojos apunto de salirse de sus órbitas y los labios separados formando una O en ella , a decir verdad luce terriblemente sorprendida.

— Esto no es lo que parece.—Me apresuro a decir sacando mi cabeza de las sabanas.

Ethan apoya ambos  codos en el colchón y comienza a reír con fuerza ,me giro hacia el y lo fulmino con la mirada , pero mi molestia no le incomoda en lo más mínimo y en vez de eso comienza a reír sin tener la intensión de detenerse.

Ella frunce el ceño colocando ambas manos en sus caderas.— ¡¿Han vuelto?!

— Si.

— No.— Respondo a la vez.— No  , pero ¿Que haces aquí tan temprano?.— pregunte aferrando las sabanas a mi pecho.— No te esperaba.