Dos Semanas (#1 Saga Bebé)

#31 Rosas Blancas

Ethan Pov:

— Sigo creyendo que debes decírselo.— Menciona Lenna para luego darle otro sorbo a su jugo. 

— Ya hablamos de eso.— Le recuerdo.— No hay forma de que se lo diga.

— Se lo puedo decir yo si quieres.

Frunzo el ceño enojado.— No te atrevas.

— Oye , no me mires así.— Señala.—Odio ese tipo de miradas.

— No vuelvas a mencionarlo entonces.— Menciono.— ¿Vas a ayudarme o no?

— No lo se.— Se encoge de hombros.— ¿Qué me darás a cambio? 

Elevo una ceja y ella se echa a reír.

— Es broma , es broma.— Repite.— Me has ayudado bastante , es lo mínimo que puedo hacer. 

Ella mordisquea el popote de su bebida y su mirada se pierde mientras parece analizar un plan , no se cuantos minutos pasan hasta que por fin se decide a dirigirse hacia mi. 

— ¿Hace cuanto tiempo dices que no se han visto?.— Pregunta 

— 3 años.— Respondo.—¿Porque?

— Ohh.— Una sonrisa curva sus labios.— Lo tengo.

— ¿Tienes una idea?.— Pregunto 

— Si .— Responde sonriendo.— Pero necesito tu billetera.

Lenna termina dejándome sin dinero. 

Pero si se trata de Jill ...

Me da igual cuanto dinero pueda gastar con tal de tenerla de nuevo a mi lado.

Jill Pov:

—¡No lo cortes así , Astrid!.— regaño al verla cortar en cuadrados la manzana.—¡Mackenzie no la comerla de esa forma, tienes que pelarla primero!

— Estas histérica , Jill .— Señala.— ¿Que te sucede?.

— No me sucede nada.— Respondo mientras pelo con el cuchillo otra de manzanas. 

—Tu actitud a cambiado desde que regresaste de tu escapada con Ethan.  

Supongo que en algún momento tenia que mencionarlo y aunque muy dentro de mi esperaba que  no lo recordara  ,olvide el simple detalle de que se trata de Astrid  y  que nunca puedo tener esa clase de esperanzas con ella. 

 —¿Sucedió algo inusual que quieras contarme?.—Interrogo.

Empezamos con el interrogatorio..

— Porque no me creo que pasara nada en esas casi 24 horas.—Siguió.— Así que dime..

— Me acosté con el.— Interrumpí y ella abrió los ojos como platos.

— ¿Que?

— Me acosté con el , Astrid.— Volví a mencionar.—¿y sabes que es lo peor?.— Una sonrisa sarcástica apareció en mi rostro.— Que no me arrepiento .

— Eso esta bien , Jill.— Menciona.— ¿Cual es el problema? 

— Sabes muy bien cual es.